En las últimas horas, Santi Maratea sorprendió a sus seguidores con un desgarrador video. A través de su cuenta de Instagram, el influencer comunicó el difícil momento que se encuentra atravesando tras la muerte de su papá, Rafael. “Falleció hace dos semanas de cáncer de pulmón”, expresó el influencer respecto a las circunstancias en que se dio el hecho, cuyo diagnóstico compartió previamente.
“Algunos ya saben que él estaba enfermo, que le diagnosticaron cáncer y, bueno, finalmente la enfermedad lo terminó matando. También sabrán que, hace cinco años, se murió mi mamá, entonces esto hace que básicamente no tenga ni mamá ni papá”, continuó explicando, con la mirada baja, a los seguidores. Una vez que expuso su situación, el creador de contenido decidió explicar el motivo detrás del video: “Yo trabajo con las redes sociales y sentía que tenía que contarles esto antes de seguir subiendo videos relacionados a mi trabajo u a otras cosas. Y también para que sepan cómo estoy. Respondiendo a la pregunta de ‘¿cómo estoy?’, no lo sé, un poco asustado creo, pero no lo sé. Quizás me siento muy solo”.
“A lo largo de la vida me comí bastantes desilusiones y traiciones, por lo que soy alguien que hoy en día me encierro mucho en mí y me cuesta confiar en la gente, incluso en amigos que tengo. Me cuesta confiar, aunque a veces no lo diga o siempre lo demuestre, en el fondo desconfío mucho”, continuó Maratea, quien dejó en claro que su intención no era ponerse en el lugar de víctima, sino que se trataba de una realidad que vivía. “Siento que el amor que me puedan tener no es una razón o argumento suficiente que no me van a cag... o lastimar”, agregó.
“Entiendo lo hostil que puede ser este mundo”, siguió en otro momento de ese mismo clip, en el cual también relató el mal momento que vivió con un amigo, con quien vivió una experiencia que ocurrió sin su consentimiento. “Todos tenemos sombras y la mayoría de las personas no lo trabajan… Lo sé desde muy chico, sé lo hostil que puede ser este mundo”, expresó respecto a la situación que lo lastimó profundamente.
“Me termina pasando que personas que yo amo y sé que me aman, igual eso no me termina garantizando que no me van a lastimar. Y como no me gusta ponerme como víctima y decir ‘ah, no, todo el mundo me lastima y soy la persona más buena, solo traigo luz y me oscurecen…’, yo lo que hago es laburar mucho en mí, en mis sombras, cómo mejorar yo como persona y con el resto que, como yo digo, me han lastimado y me dejo de juntar. Me vuelvo una persona desconfiada, sola y elijo la soledad”.
“¿Por qué les cuento todo esto? Que decís ‘¿qué tiene que ver esto de que se murió tu viejo?’ En las dos personas que yo confiaba era en mis viejos, en mi mamá y mi papá. Yo sí confiaba en ellos, tenía la seguridad de que no me iban a traicionar, que iban a hacer todo para que esté bien, que no iban a hacer nada malo. Eran un lugar seguro y ahora están muertos, boludo. Inevitablemente me siento muy solo y no sé qué va a pasar en un futuro”, explicó al borde de las lágrimas. Además, dejó en claro lo solo que se sentía y lo “muy loco ese sentimiento de entender que no están en este plano, que es tan grande y abrumador, y yo sigo acá sin saber qué cho... hacer”.
“Así que, si me preguntan cómo estoy, la verdad no lo sé, me identifica ese poema de Mario Benedetti que dice ‘no sentía frío ni calor, no estaba triste mucho menos feliz, sentía esa presión en el pecho. Me sentía vacío… otra vez’”, comparó respecto a su estado de ánimo tras la muerte de su papá.
“Voy a seguir entrenando porque me hace bien, y poniendo la energía en mi trabajo que es lo que me llena, lo que me calma... Me hace bien, me da una esperanza. El mundo es una mier... pero mientras esté haciendo algo para que mejores hay algo en mí que se calma, un poco de ese temor que desaparece. No puedo explicarlo en palabras, pero voy a seguir ese camino que me da un poco de esperanza, si es que existe”, cerró Maratea, quien recibió un gran apoyo por parte de figuras como Fede Popgold, Valentina Salezzi, Pepe Ochoa, Jimena Barón, entre otros que quisieron acompañarlo en ese momento tan duro que se encuentra atravesando.