En las últimas horas, Flor Vigna volvió a poner en el centro de la escena su separación de Luciano Castro al hablar por primera vez de “infidelidad”. Lo hizo durante la presentación de “Valiente”, su nuevo single. Como en la mayoría de sus canciones, la bailarina escribe sobre su propia vida y aquí relata cómo hizo para salir de un pozo depresivo. Y en ese contexto, realizó las declaraciones que, a casi seis meses de oficializar la ruptura, hicieron que todos otra vez hablen del tema.
Consultada por el nuevo romance de su ex con Griselda Siciliani, la bailarina soltó la frase que hizo ruido: “Les deseo lo mejor. A mí, lo único que me dolió es la infidelidad, pero después él tuvo muchas cosas lindas para conmigo y le deseo lo mejor”, señaló en Socios del espectáculo (El Trece). Cuando le marcaron que por primera vez hacía referencia a esta situación, algo que había circulado como rumor, asintió y explicó los motivos. “Me costaba. Cuando te meten los cuernos te cuesta un montón. Pero fuera de eso, no quita que hayamos vivido cosas lindas. Ahora estoy en la mía, estoy bien, y me doy cuenta de que tiene que ser así”, agregó.
A raíz de estos dichos, en el programa de Adrián Pallares y Rodrigo Lussich fueron a buscar a Sabrina Rojas, a quien se había apuntado como causante de la separación de Vigna y Castro. “Tuvo un montón que ver. Había una intención muy grande para que eso suceda. Hubo muchos actos que fueron feos y eso terminó un poquito influenciando”, había dicho Flor allá por marzo, todavía con la herida abierta por la ruptura.
“Lo lamento por ella, porque cuando te son infiel te lastiman, pero me relaja porque Flor prácticamente me había hecho cargo de la separación”, dijo Rojas, con un semblante serio. “De repente, era una cosa y ahora es otra. Me alegra que el tiempo demuestre que yo no miento”, agregó, y recalcó que el vínculo con Castro se limita a la crianza de sus hijos, Fausto y Esperanza: “Lo que hablo con Luciano tiene que ver solo con dinámica familiar”.
A continuación, se refirió a la polémica que sí la tuvo como protagonista. Todo se disparó a partir de un comentario que hizo en su programa Pasó en América luego de que su ex le declarara su amor de manera pública a Siciliani con una foto romántica en Instagram. “En enero y febrero él ama a una; de mayo a julio, a otra”, expresó, picante, en el ciclo que conduce junto a Augusto Tartúfoli.
“Tengo un programa en el que todos los días hablamos de todo, si van a sacar solo cada vez que Luciano es noticia, parezco una psiquiátrica que solo habla de él, pero tratamos un millón de cosas”, se excusó. Y se sorprendió cuando el cronista le preguntó si había recibido algún llamado de su ex. “¡Por favor! Nadie se atreve a llamarme”.
Durante la entrevista, Rojas minimizó la repercusión de sus dichos. “No estoy ventilando nada, hace poco estaba enamorado de alguien, no importa. Dicen que soy tóxica pero es súper inocente lo que hago. Si quisiera ponerme en rol de villana me pongo. Tengo contenido o pudiera inventarlo”, señaló amenazante.
Con Luciano estuve doce años y vivimos de todo”, prosiguió. “Momentos de m..., momentos hermosos, momentos que prefiero olvidar y otros que guardo en el recuerdo. Fuimos amigos, novios, fueron doce años muy revolucionados porque el Gordo es un chabón que pasa por todos los estados”, detalló. En el mismo sentido, aseguró que para ella es un capítulo cerrado. “Hoy trascendí, tengo cariño y nada de lo que hace él me estresa, salvo que tenga que ver con mis hijos”.
Para finalizar, enfatizó que el de Castro es un capítulo cerrado en su vida, y no quiso aconsejar a Siciliani: “Que cada una viva su propia experiencia. A Lu lo conozco de memoria, ya viví mi experiencia con el Gordo, y me bastó para no tener ganas de repetirla. Lo quiero, lo adoro y él es todo lo que no quiero en mi vida como compañero hoy, pero capaz le cuadra a otra”.