Este sábado, Oriana Sabatini y Paulo Dybala se casan después de seis años de relación. La cantante y el futbolista se conocieron a la distancia y se constituyeron como una de las parejas top del país. Jóvenes, bellos, exitosos, sortearon algunas dificultades y ultiman los detalles para un gran festejo, con más de 300 invitados, que se celebrará en el Haras Dok de Pilar, en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, en medio de este clima festivo, entre los nervios y la alegría que suele sobrevolar fechas como esta, un hecho alteró la planificación. La posible ausencia de Gabriela Sabatini, tía de Oriana, fue tema de conversación durante los últimos días. Las versiones indicaban que la extenista no estaría presente por tener una relación distante con su hermano Ova y su cuñada Cathy Fulop, los padres de la novia. Consultada al respecto a comienzos de la semana en LAM (América), la actriz venezolana formuló declaraciones confusas, donde aseguró que Gaby asistiría a la fiesta, aunque no lo tenía del todo confirmado y reconoció que, en 30 años de matrimonio, nunca había conversado con la legendaria tenista.
Esto puso el tema definitivamente en el centro de la agenda, y, con el paso de las horas, Cathy ratificó y desmintió sus propias palabras. Acorde a su bajo perfil, Gaby no se manifestó públicamente al respecto, y tampoco lo hicieron los novios, enfocados cada uno en sus preparativos. Y a poco más de 24 horas, Ova puso fin a los rumores y dejó en claro que su hermana no asistirá a la gran fiesta familiar.
En una conversación telefónica con Socios del espectáculo (El Trece), donde también se refirió a su relación con su futuro yerno y a la tristeza por no tener en vida a sus padres, el empresario hizo frente a la pregunta que todos se hacían en la previa: “¿Te jode que haya tanta polémica con la venida o no de tu hermana a la boda?”, lo consultó Rodrigo Lussich, uno de los conductores del programa.
“No me gusta, pero entiendo cómo es esto y sabía que iba a pasar”, contestó Ova, con cierta incomodidad. “¿Y no va a venir?”, insistió el periodista. “De verdad, no quiero hablar del tema”, replicó Sabatini, luego de un instante de silencio. “Sí, les voy a decir que no va a venir. Para mí es un tema muy, muy triste y me quiero enfocar en la felicidad. Tengo que aceptar el hecho y seguir adelante”, sentenció, con un dejo de resignación. Y cerró el tema con optimismo: “Ya se solucionarán las cosas”.
Más allá de esta situación puntual, el empresario se mostró muy emocionado por lo que le espera mañana a la tarde, cuando la cantante y el futbolista pasen por el altar. Sin querer mayores datos de la celebración, acorde al hermetismo con el que se maneja todo lo relacionado con la boda, Sabatini abrió su corazón para confesar el motivo de sus lágrimas. “Lo primero que se me viene a la cabeza es el día que nació Oriana, que la vi a los ojos por primera vez. Te cambia la vida para siempre”, evocó.
El otro tema que lo tiene con la lágrima fácil es la ausencia de sus padres, Osvaldo y Betty, fallecidos en 2016 y 2021 respectivamente. “Mis viejos no están y uno quisiera que estén. Son cosas que van cambiando en la vida y uno tiene que adaptarse. Pero si tengo que resumir esto, estoy feliz”, expresó.