En su segunda emisión por la pantalla, Survivor Expedición Robinson tuvo su primer eliminado. El reality extremo que conduce Marley vivió una jornada difícil, entre las inclemencias del tiempo y una prueba decisiva que avivó tensiones, arrojó alianzas y estrategias y terminó con la aventura de uno de los participantes.
Todo había comenzado en la jornada previa, cuando el equipo norte, con el color rojo como distintivo, ganó la prueba inicial, con la que se hizo acreedor a la posibilidad de tener fuego para cocinar y para ahuyentar los bichos. El sur, de amarillo, se embarcó a su campamento con un resultado negativo, entre reproches y lamentos, y dispuestos a afrontar la adversidad sin fuego, un escenario difícil de cara a la primera prueba de inmunidad.
Buena parte del programa giró en torno a Braian, empleado gastronómico de 28 años oriundo de Villa Fiorito. “Siempre quise vivir la experiencia y sobre todo por lo económico, el premio me viene bastante bien, no lo voy a negar”, expresó el joven durante su presentación. Pero con el correr de las actividades, mostró signos de debilidad al recordar a su hijo de un año y ocho meses. “Lo extraño un montón”, señaló Braian, quien se alejó del grupo en el campamento y entre lágrimas manifestó sus sensaciones.
Del otro lado, todo era alegría. Alrededor de la fogata, aprovechando los beneficios obtenidos, se empezaron a tejer algunos liderazgos, como el de Lobo, ex bombero rescatista. En ambos casos, empezaron a acostumbrarse a vivir en un ambiente hostil y a tejer alianzas para afrontar las rispideces de la supervivencia. Como si el contexto no alcanzara y sumar más dramatismo, se desató la primera tormenta, algo habitual en la isla ubicada en Colombia, en el Tapón de Darién, conocida por ser una de las zonas más hostiles en cuanto a lo climático.
En ese contexto afrontaron el primer juego de inmunidad. Para ello, tuvieron que armar una carretilla, subirle un cofre y buscar dos llaves, una enterrada junto a un tronco y otra bajo una pila de rocas. En el trayecto, debían recolectar otros dos cofres y otra llave, para abrir los candados que contenían las piezas de un rompecabezas.
Al tener un jugador más, el equipo amarillo debió dejar a un concursante a un lado y Braian se ofreció para no ser parte del desafío. “Tengo un malestar de estómago, por las dudas que tenga algún inconveniente y afecte al equipo”, se excusó. A la hora de la verdad, el equipo norte mantuvo la ventaja inicial y estuvo más afinado para el armado del rompecabezas, lo que le valió una clara victoria.
Con la derrota consumada, muchos apuntaron a Braian por haberse excusado a participar en la contienda. “Nadie me insistió”, se defendió el joven. A partir de entonces, llegó el momento de tejer alianzas y desde el comienzo pareció plantearse en un escenario de hombres contra mujeres. En este panorama, las participantes femeninas corrían con ventaja. En un grupo impar, eran siete contra seis y eso podría inclinar la balanza.
Con las mochilas armadas y las antorchas encendidas, el equipo amarillo se acercó al consejo de eliminación. Luego de un breve repaso por las primeras sensaciones, y una nueva tanda de reproches siempre dentro del escenario de guerra de los sexos, Marley los invitó a la votación donde se confirmó lo que se presumía. Braian recibió nueve votos y fue por amplio margen el elegido por sus compañeros para dejar la competencia. “Les deseo éxito a todos, fue un gusto conocerlos. Dejé a mi bebé, se me hizo dificil, no pensé que iba a ser para tanto”, admitió el joven, sin rencores.