El presente de Picky Paino, la histórica semifinalista de la primera edición de “Expedición Robinson”

En charla exclusiva con Teleshow, detalló su historia de resiliencia y reinvención: actriz, cantante, escritora y wedding planner

Guardar

Nuevo

Picky Paino en Expedición Robinson

En el año 2000, la Argentina todavía vivía el momento de las grandes producciones televisivas filmadas tanto en el país como en el exterior. Y fue en ese instante que un reality show cautivó a la audiencia: Expedición Robinson. Este programa, una adaptación del sueco Survivor, asombró a los televidentes con desafíos extremos, rivalidades intensas y los espectaculares paisajes de una isla en Panamá.

Una de las instancias más memorables del programa ocurrió durante la semifinal. Los participantes Adrián Miani, un trabajador portuario con el deseo de ganar el premio de 100.000 dólares, y Emilia Paino, conocida como “Picky” y que trabajaba como mesera mientras estudiaba teatro, protagonizaron una escena que quedó grabada en la memoria colectiva. Ambos atados a postes y exhaustos tras semanas de supervivencia con recursos mínimos, se enfrentaron en un desafío de resistencia física. Contra todo pronóstico, Picky se adelantó, pero decidió animar a Miani y permitirle ganar la prueba, gesto que le valió reconocimiento como una especie de heroína.

Picky Paino junto con su hija en una antigua postal familiar
Picky Paino junto con su hija en una antigua postal familiar

El grito de “¡Dale, Adrián, carajo!”, todavía resuena y emociona. Dos décadas después, Picky recuerda esa experiencia en un charla exclusiva con Teleshow. A pesar de no buscar fama ni mediatización, su participación en el reality y su gesto noble en la isla quedaron en el recuerdo de todos.

¿Qué es de su vida hoy? En 2022 se mudó a Ibiza (España) junto con su hija Vera, después de varios años de planificación luego de que la adolescente culminó el colegio secundario. Fue allí donde encontró nuevas oportunidades y un entorno favorable para una vida más tranquila y espiritual. La mudanza le permitió conectarse más con la naturaleza y disfrutar de un ritmo de vida más pausado.

"Creo que mi hija fue la gran motivadora de este viaje", detalló Picky Paino al momento de trasladarse a España
"Creo que mi hija fue la gran motivadora de este viaje", detalló Picky Paino al momento de trasladarse a España

Además de adaptarse a su nuevo entorno, Picky exploró su faceta creativa y publicó un libro titulado Propio (tu mundo), según explicó, como una manera de canalizar y dar sentido a sus experiencias y emociones, gracias a la insistencia de una de sus amigas.

Por otro lado, se reinventó profesionalmente convirtiéndose en organizadora de bodas: fundó su propia empresa en Ibiza y se dedica a la planificación y organización de eventos matrimoniales en la región.

"Sentí que tenía como mamá la obligación de ofrecerle un lugar distinto a mi hija", explicó Picky Paino al hablar sobre su nueva vida en España
"Sentí que tenía como mamá la obligación de ofrecerle un lugar distinto a mi hija", explicó Picky Paino al hablar sobre su nueva vida en España

– Actriz, cantante, escritora, wedding planner... ¿cómo te definirías vos?

– La realidad es que no me gusta definirme. No porque no crea que sea algo de todas esas cosas, sino porque soy todas esas cosas y muchas más. Y por ahí dejo de hacer alguna y pongo el foco en otra. O encuentro alguna motivación nueva, algo distinto que quiero probar, profundizar, investigar, que me atrae. Creo que me defino como una persona polivalente, una persona creativa a la que le gusta jugar y que no tiene miedo a transformarse, a cambiar de idea, de gustos, de opinión. Creo que esa es la mejor forma de definirme: polivalente, creativa y a la que le gusta transformarse y mutar.

– ¿Qué te motivó a trasladarte a España?

– Hace muchos años que tenía la idea de viajar en esto de la búsqueda y del querer encontrarme en distintos escenarios y ver qué sucede. Por trabajo había estado en Madrid hacía un tiempo con la compañía del Teatro San Martín -estuvimos haciendo funciones en el Teatro Español con Blanca Portillo, dirigidos por Jorge Lavelli, con un elenco muy lindo-. Y desde entonces, siempre tuve la idea de volver a España, lugar en donde tengo familia. Mi hermano vive aquí hace 22 años, tengo una tía a la que quiero mucho también viviendo aquí, e incluso amigos.

Cuando mi hija empezó a hacerse más grande, creo que la posibilidad de mostrarle a ella que el mundo es más grande de lo que ella conocía hasta el momento y poder brindarle la posibilidad de conocer otras culturas, otra gente, de abrirle la mente en un momento tan difícil, durante la pandemia, en el que ella terminó su secundario, creo que la idea se hizo más fuerte. El poder hacerle ver que hay un mundo allá afuera. Eso me hizo tomar la decisión, sobre todo después del COVID que la diagnosticaron con diabetes tipo uno y fue un año muy duro de también mucho aprendizaje, muchas cosas nuevas. Sentí que era el momento perfecto para volver a subirse al caballo y no agarrarle miedo y empezar de nuevo a barajar a ver qué traía este nuevo cambio. Y la verdad que nos hizo mucho bien, a ella sobre todo y a mí como mamá, verla a ella bien y es lo que más me reconforta. Así que creo que mi hija fue la gran motivadora de este viaje.

"Es un hermoso libro de relatos emocionales que se puede tener en la mesita de luz como oráculo", detalló Picky Paino sobre su primer trabajo escrito
"Es un hermoso libro de relatos emocionales que se puede tener en la mesita de luz como oráculo", detalló Picky Paino sobre su primer trabajo escrito

– ¿De qué manera esta decisión influyó en tu bienestar y en el de tu hija?

– (Piensa y repiensa... intenta dar una respuesta y se emociona y finalmente las palabras salen) No es fácil migrar, no es fácil irse del país que te vio nacer, que te crió, en donde tenés tus recuerdos, tu gente, tu familia. Pero cuando, personalmente, me di cuenta de que en mi propia casa no podía estar tranquila, cuando no podía sentirme segura cuando mi hija salía o con respecto a su futuro y al mío personalmente a nivel laboral, como poder desarrollarnos de la mejor manera, sentirnos valoradas por todas nuestras capacidades, que son un montón. Sentí que tenía como mamá la obligación de ofrecerle un lugar distinto a mi hija. ¿Y los beneficios? Yo como mamá, personalmente los veo. No voy a contar cuáles son, pero los veo y la veo a ella feliz. Me siento yo feliz, más allá de lo que nos cuesta a las dos estar lejos de nuestra gente. Pero sentirse valorado y poder desarrollarse como individuo en todas sus capacidades y en todas mis capacidades, hablo por mí y no tanto por ella. El beneficio es mucho y aunque es difícil y cuesta un montón, estamos muy contentas.

– ¿Cuál fue la inspiración detrás del libro “Propio (tu mundo)”?

El libro estaba escrito y no me había dado cuenta. Siempre escribí desde adolescente. Poemas, cuentos cortos, relatos, anagramas, descompongo palabras y las transformo en frases. Y ese es un ejercicio que hago muchísimo desde muy chica. Me gusta hacerlo porque hay algo de la repetición, del descomponer una palabra específica que se hace inconsciente y que llega tan profundo que en algún momento me doy cuenta de que voy sacando cosas de adentro que no sabía que tenía. Tenía recolectados muchos textos y tengo una amiga que toda la vida me dijo: ‘vos tenés que escribir un libro’. Y yo le decía que no sé de qué. ¿Sobre qué escribir? Y me dijo que ‘de Expedición Robinson o algo de tu historia’.

Y nunca le hice caso, pero una tarde salí de terapia de una sesión muy linda y dije ‘claro que tengo que escribir un libro. Es más, ya lo tengo escrito, solo lo tengo que armar’. Y la llamé y se lo conté. Vino a mi casa y le mostré todo lo que tenía. Ella es una persona muy talentosa también y tiene una capacidad de organizar y de armar proyectos muy grandes. Entonces en dos minutos miró todos mis escritos. Y así fui de a poquito organizando todos mis escritos, escribiendo donde faltaba y armando anagramas en donde necesitaba palabras nuevas para relatos. Y cuando lo tuve me pareció importante contactar con alguna ilustradora que pudiese dibujar mi lenguaje y potenciar los escritos y me encontré con Francisca Silveira, una ilustradora que vive en Córdoba muy hermosa, con la que trabajé de una manera muy bonita. Nos potenciamos mucho la una a la otra y así nació.

Es un hermoso libro de relatos emocionales que se puede tener en la mesita de luz como oráculo. Se puede leer de atrás para adelante, de adelante para atrás, abrir en cualquier página y ver qué tiene para regalar. Es simple, pero profundo a la vez, como lo es la vida, simple y profunda. Estoy muy orgullosa de ese libro. Me siento agradecida de haber podido hacerlo y me encantaría que llegue a un montón de manos, a un montón de personas. Siento que haría bien. Acompañaría lindo.

Uno de los escritos de Picky Paino que son parte de su primer libro
Uno de los escritos de Picky Paino que son parte de su primer libro

– ¿Qué desafíos encontraste en tu rol como organizadora de bodas?

– Como organizadora de bodas todavía estoy en el camino. El desafío es perder el miedo y avanzar. Pero ya lo hice otras veces, en otras ocasiones. Sé que pasito a paso, con mucha humildad y con amor por lo que hago y respeto lo voy a ir domando de a poco. Es un trabajo súper creativo, pero también tiene un montón de organizativo y de números y de gestión que me cuesta mucho más. Pero tengo muchas colegas aquí que me dan mano y de las que aprender. Profesionales que están en esto hace mucho tiempo y voy conociendo como Olga Arce que fue y es todavía mi mentora y con la que a veces trabajo y con ella voy sintiéndome más segura, más cómoda, más confiada. Y estuve hace poco en una convención, la segunda edición de una convención de wedding planners acá en Ibiza y conocí muchas colegas de todas partes del mundo. Tengo un montón de recorrido por hacer todavía. Es recién el principio y ojalá que me dé muchas satisfacciones.

– A más de dos décadas de “Expedición Robinson”, ¿qué sentís que aprendiste de vos misma y de tus límites personales?

– ¡No puedo creer que ya dos décadas! En realidad, ese fue el aprendizaje y es que no importa el tiempo que pase desde que uno vivió la experiencia, sea esta o cualquiera, y lo que aprendí es que no queda suspendido en el tiempo, que el aprendizaje sigue siendo hoy. Y que la lección es esa, es tener la capacidad de estar siempre presente, de estar conectado con quien uno es y con lo que uno quiere y estar cerquita de lo que nos hace bien. Y poder entonces desde ese lugar ser lindas personas para compartirnos con otros desde un lugar rico, desde el mejor lugar. Creo que eso es lo que fue Expedición Robinson. Mi camino, mi familia, mi gente, las experiencias que viví, las que sigo viviendo. Eso es lo que me recuerdan todo el tiempo. Esa es la lección.

El límite soy yo, mi mente y el creer que no puedo. El hablarme desde un lugar negativo, el decir que no soy capaz. El decirme que no tengo lo suficiente, que no soy suficiente, que otro lo hace mejor, que otro puede más. Eso creo que es lo que desde Expedición Robinson en adelante cada día voy aprendiendo y recordando. Este presente me encuentra sabiendo que soy mi fortaleza y mi limitación al mismo tiempo, y que depende solo de mí poder ser alguien capaz y positivo para mí y para el resto de las personas, o ser mi propia limitación y privarme a mí misma y a los demás de todo lo que puedo dar.

En la actualidad, Picky Paino se encuentra trabajando como wedding planner (Créditos: @gustavoerra @davidcorral@photographeribiza)
En la actualidad, Picky Paino se encuentra trabajando como wedding planner (Créditos: @gustavoerra @davidcorral@photographeribiza)

– ¿Afectó esa exposición en lo que respecta a tu vida familiar y profesional?

– Todas las experiencias que vivimos terminan afectándonos a nosotros y a nuestras personas queridas, familiares y nuestros amigos. Creo que estamos hechos de nuestras experiencias. Expedición Robinson fue un gran momento en mi vida, fue algo que me marcó de una manera muy importante. Y desde ese lugar me acompaña y hace que mis relaciones y todo se modifique. Pero no lo veo como algo que sea negativo. Simplemente es la vida. A nivel profesional sí, siento que yo me limité a mí misma. No fue el programa lo que me limitó. Yo, como actriz, no quería que eso fuese un trampolín a mi carrera. “Quería que se me conociese como actriz y por lo que yo podía dar y no porque fuese la chica que salió del reality”. A diferencia de por ahí como se usa, para mí fue todo lo contrario. Entonces sí limité mucho mis apariciones en televisión. “Vení a lo de Mirtha Legrand a comer porque estuviste en Expedición Robinson”. No, nunca quise eso. Entonces me concentré mucho en desprenderme de eso más que en ponerlo a favor. No sé si fue la mejor decisión o si estuvo bien o mal, fue lo que en ese momento sentía y me hacía sentir cómoda. Por ahí hoy estaría en un lugar distinto si hubiese tomado otra decisión, no lo sé. Pero yo estoy contenta y conforme con cómo me manejé y el límite que quise ponerme a mí misma en cómo quería que mi carrera como actriz se desarrollase. Y estoy muy contenta con cómo se desarrolló mi carrera. Trabajé en cine, hice teatro en el San Martín, trabajé con directores hermosos, talentosos, con actores increíbles. No puedo estar más agradecida y contenta de haber elegido y tomado las decisiones que tomé en su momento.

– ¿Sos consumidora de reality shows?

– Nunca me llamó la atención Gran Hermano, pero me encanta ver los de transformaciones de casas, cuando hacen esos concursos de diseñadores de interiores. Y RuPaul me encanta, además de Queer eye for the straight guy.

Guardar

Nuevo