Hace unos meses Benjamín Vicuña lanzó su canal de YouTube, Criemos libres, un espacio en donde reflexiona sobre la paternidad, el tener hijos y la masculinidad en este tiempo. En uno de sus últimos videos tuvo como invitado a Bautista Vicuña, su hijo más grande fruto de su relación con Pampita. Allí hablaron de diversos temas, pero uno en especial afecta al actor y manifestó con total sinceridad su disconformidad. Que su hijo de 16 años quiera subirse a pelear en una jaula de MMA o artes marciales mixtas.
“¿Cómo fue para vos crecer estando en el ojo del público por el laburo de tus papás?”, comenzó preguntándole el actor al menor. “Nunca me metí tanto en eso. Siempre se charla, escuchás que hablan pero nunca me enrollé. No es algo que me interesa tanto, no me fijo”, señaló el adolescente, mientras Benjamín le recordaba que no siempre había sido tan pacífico.
“Yo igual me acuerdo hace mucho tiempo que vinieron a preguntar unas cosas y los sacaste corriendo. ¡Te saltaba la térmica, guachín!”, le comentó, entre risas. “Sí. A veces ver a mis viejos ahí, los quieren filmar y hacerles preguntas. A veces no es el momento. Yo sé que es jodido, pero desde chico me doy cuenta que, a veces, no es el momento. Cuando era chico alguna que otra vez te debo haber dicho algo”, rememoró, entre risas mientras que su papa acotaba que “los reput…”.
Pero el tema más espinoso de la conversación fue cuando el protagonista de la obra Felicidades reveló la polémica disciplina que practica Bautista. “Ahora este niño hermoso, ¿qué deporte estás practicando aparte de fútbol?”, lo pinchó. “Hago MMA y boxeo, artes marciales mixtas”, aseguró, sonriente, mientras su papá se tapaba la cabeza en señal de desaprobación.
“Bueno, yo lo encuentro como un muy lindo deporte. Aprendés un montón”, detalló Bautista. “Hermoso. Explicá qué es”, ironizó el otro. “Es pelea, pero vale todo. Desde codazo a la cara, una patada, hasta que te agarren en el piso y te quieran romper el brazo. Vale todo. Se aprende de a poco”, enumeró, mientras Benjamín intentaba entenderlo a pesar de su clara oposición.
“Hemos conversado de esto. Es un deporte que le gusta. Se está preparando, con box, con artes marciales para eventualmente que el día de mañana tenga todo eso para practicar ese deporte que a mí…”, contó, mientras el joven se apuraba a completarle la frase. “Me encanta”, lanzó. “¿Pero entendés que…? Ponte en mi lugar. Es algo que me preocupa. Y si no te convenzo yo, que te convenza alguna novia de que dejes el deporte de mierd… ese”, arrojó, indignado.
“Yo jamás le prohibiría nada, pero obviamente sí si es algo que pueda lastimar a otro. Todo esto es un deporte polémico. A mí me cuesta entender de qué se trata, pero es loco. Igual que él, por morbo, me quedo viendo las peleas en la jaula. Me parece…”, siguió, mientras ponía cara de desagrado. “El box, de último, tiene un arte, un swing. El karate tiene una filosofía, pero esto es matarse. Cag… a palos”, se despachó.
“Yo no quiero que lo haga, pero está en un proceso donde está asimilando cosas, preparándose y yo espero que, en algún lugar, te caiga una ficha para que no lo practique porque va a ser algo muy doloroso para toda tu familia”, se lamentó. “Tampoco quiero hablar de un deporte del que mucha gente son fanáticos y yo no soy quien para hacer públicamente una bajada de línea. Todos los deportes tienen un peligro”, afirmó.
Sin embargo, el adolescente aseguró que nunca se había enfrentado con nadie, en la calle ni con sus compañeros, pero que le disfrutaba mucho este moderno deporte de contacto. “Yo no me voy a subir a pelear antes de haberme preparado mil veces. No me vas a ver pasar un mal momento”, cerró.