“Me considero líder, está en mis genes. Soy muy divertido y tengo un máster de la seducción. Estoy dispuesto a mentir, estoy dispuesto a actuar, sacrificar cosas. Estoy dispuesto a sacar todos mis dotes psicológicos para hacer juegos con la gente y adelantarme. Me considero un motivador. Todavía no he llegado donde yo quiero estar. No hay un destino en sí, es el camino y ahí está la magia de las cosas”.
Esas fueron las palabras que eligió Nicolás Grosman para presentarse en el reality en el que estuvo siete meses aislado y del que se llevó amigos y un romance. Por ese entonces, diciembre de 2023, el modelo y estudiante de Marketing de 21 años se describía como un “líder” y un “motivador”. Y fue justamente su forma de actuar, de pensar y de relacionarse con los demás, lo que lo convirtió en uno de los tres finalistas del reality.
Este domingo fue el primero en abandonar la casa con el 2% de los votos positivos del público. “Diste todo, te la bancaste toda y hoy sos el tercer puesto de una edición descomunal de Gran Hermano”, le dijo Santiago del Moro.
Minutos antes, y a pedido del conductor, el joven se dirigió al público. “Quiero agradecer porque es un montón esto, estamos hace un mucho tiempo, nuestros compañeros saben que estar acá es fuerte. Estamos acá por el apoyo de todos ustedes. Llegó lo último, tomamos todo lo que nos decís, Santi. Quiero agradecerles de corazón a todos. Esto termina, pero empieza otra cosa. Con la frente en alto”, dijo, visiblemente emocionado.
Grosman nació el 9 de octubre de 2002. Hasta sus doce años vivió en Mataderos; luego su familia se mudó a Ramos Mejía, en el partido de La Matanza, donde residía antes de ingresar al reality. Después de graduarse en el Colegio Don Bosco, ubicado en Avenida de Mayo, Nicolás llevó a cabo una serie de actividades como las artes marciales mixtas, clases de canto y hasta aprendió a tocar la guitarra por YouTube.
Previo al certamen, además de estudiar una carrera universitaria, trabajaba como coach de fitness. También incursionó en el mundo del modelaje y protagonizó un sinfín de campañas publicitarias para reconocidas marcas.
Durante los primeros meses del reality su presencia en la casa pasó inadvertida, lo cual le valió el apodo de “Caracol”. A pesar de ello cayó en algunas placas, pero su bajo perfil lo retuvo en el certamen.
Con el paso de los meses, su figura se fue haciendo cada vez más fuerte. Tan es así que terminó por imponerse contra su amigo e integrante de Los Bros, Martín Ku, en un duro mano a mano que dejó al Chino fuera de la casa con el 59,3% de los votos. La sorpresa fue total, ya que, para la mayoría de los fanáticos del reality, Martín se perfilaba como uno de los posibles ganadores de esta temporada. Así, se convirtió en uno de los finalistas impensados de esta edición de Gran Hermano.
En el juego de Nicolás, quien se autodenominó como un “máster de la seducción”, también hubo lugar para el romance. Si bien en un principio se mostró cercano a Lucía Maidana, lo cierto es que su conquista terminó siendo Florencia Regidor. Pese a las idas y vueltas, ambos dieron el “Sí” en la falsa boda que encabezó Ariel Ansaldo.
Allí, el muchacho de Ramos Mejía abrió su corazón ante su pareja: “Siento muchas cosas cuando te veo acá de vuelta. Quiero agradecerte por todo eso. Estoy muy contento de que estemos acá, ahora. Gracias por todo lo que hiciste y hacés por mí. Te amo”.
Tras su salida de la casa, el tercer finalista se reencontró en el estudio de Telefe con su novia, Florencia Regidor, y se dieron un apasionado beso. También tuvo tiempo para abrazar a su familia y sus amigos. Ahora podrá disfrutar de los premios correspondientes al tercer puesto: una casa (o la posibilidad de elegir el dinero), una moto y un año de cerveza gratis.