El video de Pampita en el Cristo Redentor de Río de Janeiro y su fuerte experiencia espiritual: “Dios es infinito”

La conductora viajó a Brasil y a través de sus redes sociales compartió una especial visita que tuvo al famoso monumento

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Pampita contó cómo fue la experiencia espiritual que vivió en el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Video: Instagram/ Pampitaoficial)

Hace unos días Pampita estuvo en Estados Unidos alentando a la Selección Argentina en la Copa América y, fiel a su estilo, compartió imágenes en sus redes sociales, como en cada viaje que realiza sola, con su familia o con amigas. Tras su estadía en Miami y Nueva York, ahora la animadora viajó a Brasil por trabajo y desde allí apareció en postales únicas desde el Cristo Redentor.

Entre los planes que tuvo en el país vecino entre eventos y presencias, como por ejemplo para una línea de fragancias, Carolina visitó la famosísima estatua de noche, como una de las actividades que realizó en Río de Janeiro. Allí, la conductora mostró en un video el momento en el que se acercaba al imponente monumento, junto a un profundo texto en donde hablaba de la experiencia espiritual que había sentido.

“Dios es tan infinito y vasto. Y esta es su creación. Nosotros pintamos con pinceles y él lo hace con millones de estrellas y trillones de galaxias. Y aun así sabe mi nombre. El Dios de un trillón de estrellas sabe mi nombre y tiene un destino solo para mí”, afirmó Pampita, quien en más de una oportunidad habló de su fe y cómo el ser creyente la ayuda a sobrellevar los momentos más difíciles de su vida.

La emotiva experiencia de Pampita en el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Instagram/ Pampitaoficial)
La emotiva experiencia de Pampita en el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Instagram/ Pampitaoficial)

El video en cuestión tuvo más de un millón de reproducciones, superó los 55 mil me gusta y tuvo miles de comentarios por parte de sus seguidores, quienes se conmovieron con el momento que vivió Pampita tan cerca del Cristo. Incluso algunos famosos como Georgina Barbarossa, Fernando Carrillo y Nequi Galotti reaccionaron con emoción al posteo.

Incluso la modelo participó los últimos años de la peregrinación hacia la Basílica de Luján en la que participan miles y miles de personas, fieles y devotos de la Virgen, a modo de agradecimiento, para hacerles pedidos de fe o promesas con objetivos a cumplir. “Nos regalan agüita, muchas gracias. Más bendición. Llegás recontra bendecido con tanta agua bendita que nos tiran acá”, contaba Carolina en un video, rodeada de amigas.

Una vez que finalice el viaje de Pampita en Brasil, la modelo regresará a la Argentina, donde actualmente vive en Buenos Aires con su marido Roberto García Moritán y sus hijos.

Los días de Pampita en Nueva York

Pampita paseando junto a sus hijos por Nueva York

Antes de viajar a Brasil, la conductora estuvo en Estados Unidos para apoyar al Seleccionado y entre partido y partido, aprovechó para hacer turismo por Nueva York, desde donde compartió las divertidas salidas que realizó con sus hijos.

Es que una vez finalizado el encuentro al que asistió con sus hijos menores, Ana García Moritán y Benicio Vicuña, además de su hermano Guillermo Ardohain y su cuñada Malena Zermoglio, el contingente permaneció unos días en la Gran Manzana para recorrer uno de los destinos más turísticos del mundo. Aprovechando los primeros días del verano boreal, la modelo lució looks frescos y cómodos para las diferentes actividades recreativas.

Uno de los planes más lindos que llevó a cabo fue un paseo en carro por el Central Park donde se la pudo ver muy feliz disfrutando el calorcito al aire libre. Para ese paseo llevó el cabello recogido con un vestido corto, blanco y con algunos detalles en puntilla bordada y lo combinó con unas sandalias negras. Además, comieron helados, apreciaron una espectacular fuente en el medio del parque y circularon en los carritos a pedal, para felicidad de los más pequeños.

Para la noche, optó por un vestido corto y suelto al estilo hippie chic, en tonalidades claras y morral haciendo juego. Allí posó en una típica cafetería neoyorkina, con el fondo de la ciudad humedecida por la lluvia.

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