El reconocido actor argentino Héctor Alterio se presentó en el Teatro Reina Victoria de Madrid con su más reciente espectáculo, titulado Una pequeña historia, escrita y dirigida por su gran compañera de la vida, Ángela Bacaicoa y acompañado en el piano por el músico Juan Esteban Cuacci. Allí evocó las letras de los tangos que lo acompañaron desde pequeño, entrelazado con escritos de Jorge Luis Borges, Cátulo Castillo, Horacio Ferrer, Hamlet Lima Quintana y Eladia Blázquez. Con esta misma historia se presentó en abril del año pasado en el Teatro Astros de Buenos Aires en 12 funciones que conmovieron al público argentino que lo abrazó con sus aplausos.
Durante tres funciones especiales, el actor deleitó al público con su profunda conexión con los personajes que ha interpretado a lo largo de su extensa carrera, en el cine y el teatro. La última función se llevó a cabo el pasado fin de semana, marcando un emotivo adiós, al menos por el momento, de los escenarios. En una entrevista con Teleshow, minutos antes de subir a brindar su íntimo espectáculo, Alterio reflexionó sobre la posibilidad de volver a vivir en Buenos Aires.
“Definitivamente no, pero tengo ganas de ir allí a pegar unas vueltas. Sería maravilloso. En esa acepto ya”, afirmó el actor, una de las glorias de la interpretación de nuestro país. Esta declaración denota el arraigo emocional que mantiene con su lugar, aunque vivir aquí ya no forme parte de sus planes.
En el espectáculo Una pequeña historia Alterio se permitió revivir momentos significativos de su vida y carrera. Las melodías que lo acompañan a lo largo de su trayectoria, muchas de ellas tangos que evocan su íntima relación con su ciudad natal, fueron parte integral de la presentación. Al ser consultado por Teleshow sobre cuál era el himno de su vida, respondió sin dudar: “Es un tango que se llama Volver, que de entrada dice... ‘yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando mi retorno’”, destacó el actor sobre la famosa canción que más refleja el momento que vive.
Durante las funciones en Madrid, el público tuvo la oportunidad de experimentar de primera mano la maestría de Alterio y su capacidad intacta para transmitir emociones con solo una mirada o un gesto, logrando cautivar a la audiencia en cada momento de la función. Abraza las palabras y no le teme a los silencios, siempre rescata algo pequeño y lo transforma en un momento inigualable y de un enorme talento interpretativo.
El notable barrio de Chacarita, en Buenos Aires, es otro elemento central en su vida y sigue siendo un punto de referencia constante en sus memorias y en su actuación. Las calles de su barrio y su Buenos Aires querido configuran el escenario sentimental de muchos de sus recuerdos, que fueron compartidos con el público durante el espectáculo.
La despedida del actor del teatro madrileño dejó una huella imborrable en el público, quienes mostraron su gratitud y admiración al argentino. Las tres funciones fueron testimonio del cariño y respeto que el público de Madrid le tiene a este emblema del cine y teatro internacionales.
Héctor Alterio ha dejado una marca indeleble en cada uno de los proyectos en los que ha participado, continúa siendo una figura relevante y querida en el mundo del espectáculo. Su capacidad para conectar con el público y revivir personajes de manera genuina y emotiva sigue siendo una de sus principales virtudes.
Volviendo a su Buenos Aires querido, alguna vez un periodista español le preguntó “¿No ha hallado su Buenos Aires en Madrid?”. Muy seguro y con orgullo fue tajante en su respuesta. ”Imposible, imposible”.