Con 19 temporadas al frente de Bendita (Canal 9), y con una extensa trayectoria en radio y televisión, Beto Casella se convirtió en uno de los conductores más reconocidos del medio. Sin embargo, antes de la fama, uno de sus primeros éxitos llegó en 1994 gracias a una iniciativa de Luis Majul, quien por entonces era su jefe. Según relató el comunicador, gracias a ese trabajo logró comprarse su primer departamento en la localidad de Haedo.
Al ser invitado a La noche perfecta (El Trece), conducido por Sebastián Wainraich, Casella recordó la insólita forma con la que logró pagar su primer departamento. “Beto ha escrito obras de teatro y escribió libros también. Chistes de gallegos, judíos, italianos y argentinos”, comenzó diciendo el actor. Tras unos segundos de hacer memoria, el periodista comenzó diciendo: “Sí, porque en esa época Planeta (la editorial) la rompía con chistes de gallegos. Había un periodista que se llamaba Ricardo Parrotta, que se hacía llamar Pepe Muleiro. Récord de venta y Sudamericana que era la competencia, se quedó. ‘¿Cómo no hicimos el libro de chistes?’, decíamos”.
Luego, Casella detalló el pedido que le hizo su jefe al enterarse de esto: “Y Majul, que era el asesor de Sudamericana y laburaba conmigo en Somos, en la redacción, viene y me dice ‘Betito, ¿te animás a hacer un libro de chistes para Sudamericana?’. ¿Qué tiempo tengo, Turco?. ‘Un mes’. Y no había Google. Y yo era medio el contador de chistes oficial de la redacción. Era el año 94. Tenías que acordarte, más o menos, de preguntar, ‘¿te acordás de algún chiste?’ Y anotar. Y después el otro desafío era, como ya estaba, Chistes de gallegos, dije, ‘¿qué vuelta le busco?’ Hice Los últimos y más terribles chistes de judíos, gallegos, argentinos e italianos. Fue el libro más vendido del 94″.
Fue entonces cuando Wainraich consultó: “¿Es verdad que con esos libros te compraste un departamento?”. Orgulloso de su éxito, Casella afirmó: “Sí, con ese librito me compré el PH en Haedo. Y ahí, en esa época tenía que buscar chistes de cancheros, fanfarrones, sobradores y los clasificaba”.
Minutos después, el conductor detalló que ese fue el puntapié para el inicio de su carrera televisiva: “Ahí empiezo en la tele, porque me sacaban al aire de las radios. ‘Estamos hablando del gran fenómeno del momento, el libro de chistes de Beto Casella’, no me conocía ni el loro. Yo laburaba en la gráfica y me hacían rematar con dos o tres chistes y ahí estaba escuchando, un día en la ducha, Montero, gerente de América. Y estaba buscando caras nuevas. Ni me conocía la cara. Y dice, ‘este es el tipo que estoy buscando, llámenmelo’. Le dice a Rosita Sueiro, ‘ubícame a este muchacho’. Y ahí empieza mi carrera”.
Por último, la figura de Bendita reflexionó sobre la fortuna que tuvo que se dieran esas coincidencias: “Mirá qué azaroso. Puede ser que uno ponga un poco, pero yo creo que es una gran dosis de culo, de estar a veces en el lugar que justo están necesitando. De verdad. No me hago el modesto. Creo mucho en eso. Cuando está la oportunidad te tiene que agarrar”.