Mario Massaccesi compartió nuevas y llamativas revelaciones sobre su vida personal, de la que suele ser muy cauto en cada oportunidad donde es interpelado. En una reciente entrevista en el programa La noche perfecta (El Trece), habló sobre su participación “en un taller poco común y de alto valor”, según él mismo destacó.
“¿Vos te hiciste una sanación genital? ¿Eso es verdad o no?”, disparó Sebastián Wainraich, conductor del ciclo, en medio de la sorpresa de sus compañeros de equipo. Fue entonces cuando el entrevistado respondió y aclaró que en realidad fue “un taller de sanación genital”, del que se tomó el tiempo para explicar cuáles son las consignas que se tratan y de qué modo.
En ese sentido, Massaccesi explicó: “Tiene que ver con aquello que traés, los tabúes que traés respecto del sexo, la sexualidad, tu familia, que son heredados”, a la vez que continuó detallando que “hay un momento que necesitás desprenderte de eso. Y yo tenía, todavía lo sigo teniendo, pero menos, mucho pudor con mi cuerpo. No me gusta ir a un lugar donde tenga que estar en traje de baño”. Acto seguido agregó: “He ido a playas nudistas, pero siempre vestido”.
“Me gusta la sensación de libertad, pero me cuesta ejercer esa libertad”, aclaró, para luego detallar cómo enfrentó la necesidad de “liberar esa parte de pudor y de vergüenza”. “Fue en el final de la cuarentena, ¿viste que hacíamos talleres de todo? Ya estaba embolado de hacer talleres de todo y vi este taller de sanación genital”, contó.
Al retratar uno de los momentos allí vividos, comentó: “Había un ejercicio, una dinámica, tenía que llevar algunas cosas, turmalina, una piedra que te recarga de energía, tenías que llevar para sahumarte a vos mismo y un pañuelo para taparte los ojos. Y yo pensé: ‘Bueno, acá cuando te hacen tapar los ojos empieza la joda’”,aunque lejos estaba ello de lo que realmente sucedió.
“El ejercicio era que te podías sacar la ropa. Yo como fui a trabajar mi pudor respecto de la mirada ajena, lo hice”, aclarando que todos estaban con los ojos cerrados porque “vos no sabías quién se sacaba la ropa y quién no”. Tras ello, comenzaron a aparecer prejuicios y dudas: “En un momento empieza esto de ‘voy a ser el único boludo, se van a reír de mí, me están grabando”, aunque finalmente lo completó, y al abrir los ojos pudo notar que todos estaban desnudos, menos uno de ellos, un muchacho de unos 30 años, según relató.
Las razones del hombre para actuar así fueron uno de los momentos más fuertes que recuerda de ese taller: “Al compartir, el muchacho dijo que ‘lo que pasa es que fui violado sistemáticamente por mi tío y es la primera vez que no me obligan a sacarme la ropa, sino que yo puedo elegir no hacerlo”.
“Mucha gente cree que es joda y se viven cosas muy fuertes. ‘Estamos hechos de historias’. como decía Eduardo Galeano. Fue un gran aprendizaje para todos. Esto de ‘fijate yo que tengo la posibilidad de hacerlo no lo hago por el mambo de mi familia, ¿viste? Mi mamá era como muy pacata en ese sentido y siempre ‘que no te vean, cuidado’. Esto era muy de mi madre, el ‘que nadie se entere’. ¿Que nadie se entere de qué? ¿Que tenés un cuerpo. que podés ir a algún lugar, que podés ir a una ducha de un gimnasio? Mucho miedo”, explicó, ante lo que el conductor del ciclo aclaró que “tampoco son culpables ellos, también habrán recibido un mensaje muy fuerte”. Antes de cerrar, el periodista aseguró el amor que siente por su madre. “Imagínate que esta altura no pienso responsabilizar a mi vieja de nada, olvidate”.