Pocos han sido los programas de television que lograron dejar su huella. Todo x 2 pesos, el ciclo que supo consagrar a Diego Capusotto y a Fabio Alberti, omo parte de la cultura popular de nuestro país. A 25 años de su estreno algunos latiguillos todavía siguen vigentes: “Cuidate, querete, ojito, ojete” o “¿Qué nos pasa a los argentinos, estamos todos locos?”.
Todo comenzó luego de finalizar Cha, Cha, Cha de la mano de Alfredo Casero. En ese momento, la dupla humorística decidió apostar por un nuevo ciclo de comedia, Delicatessen, junto a otras figuras como Horacio Fontova, Luis Ziembrowski, Damián Dreizik y Juan Pablo Oliver. como el rating no acompañó, encararon en un nuevo trabajo en conjunto, el cual marcó un antes y después en la pantalla chica naciona. El nombre elegido para el ciclo se inspiró en el sinfín de locales comerciales que se instalaron en el país durante los años 90 y que obtuvieron gran popularidad por sus productos provenientes de China.
El proyecto vio la luz el 12 de mayo de 1999 en Azul TV, luego pasó a Canal 7, acyulamnete conocida como TV Pública. Para ello, el rol de Pedro Saborido y Néstor Montalbano, quienes participaron de la confección del guión y la dirección, fue clave. Gracias a ellos, Capusotto y Alberti dieron marcha a su ciclo y pasaron a encarnar la piel de Mario y Marcelo, una parodia de Mario Pergolini y Marcelo Tinelli. Junto a ambos estaba su secretaria china, Irene Cheung Choi Lin, apodada Sushi Tepanaki; el periodista Horacio Galloso; el Doctor Dyango, encarnado por Alfonso Crispino; y el trío de Los Carlitos Bala, que parodiaban a los “Susanos” de Susana Giménez y al intérprete infantil de “¿Y qué gusto tiene la sal?”.
Desde su ingenio y originalidad, el programa abordaba desde temas complejos a cotidianos, siempre desde una mirada satírica que le sacaba a más de uno varias carcajadas. La vida del argentino promedio, publicidades, personajes públicos, como deportistas y músicos. eran algunos de los temas que trataban ante las cámaras, las cuales permanecieron prendidas hasta su despedida en el año 2002.
También contaron con un espacio para el talento artístico del momento. Lo llamaron El ranking musical de Todo x 2 pesos y reversionaron hasta 58 canciones entre las que se destacó, “Llamen a Moe” de Los Tres Chiflados, cuya desopilante letra narraba las salidas nocturnas de Larry, que fue una parodia del conocido tema de Soda Stereo, “De música ligera”, y que luego fue interpretado por el propio Gustavo Cerati en una de sus transmisiones.
El trabajo le valió a la dupla varios premios Martín Fierro. Aunque su última emisión tuvo lugar el 26 de diciembre de 2002, para los fanáticos es como si nunca hubiese acabado. De manera paulatina, algunas de sus emisiones volvieron a repetirse por las noches, en la pantalla de TV Pública, lo cual llegó a unir tanto a viejas como nuevas generaciones.
Los personajes que marcaron a los televidentes
Diego y Fabio llenaron su ciclo de un sinfín de personajes y segmentos. Algunos traídos de sus proyectos previos y otros completamente originales. No estuvieron solos para realizar la puesta en escena, también contaron con algunos miembros del elenco e invitados que se sumaron a sus ideas.
Uno de los más recordados por el público sigue siendo Boluda Total, interpretado por Alberti, que reflejaba ciertos estereotipos de conductoras y preocupaciones de ese entonces, el cual tuvo su inicio en el programa que ideó Casero. De una manera absurda, el personaje se mostraba con una peluca de corte carré, la cara llena de maquillaje y diferentes vestuarios según las tendencias de ese entonces, y encabezaba una sección donde invitaba a su audiencia femenina a reflexionar sobre temas y hasta probar algunas prácticas inusuales, las cuales dejaban en claro su tinte cómico.
El cómico también representaba a un ventrílocuo que contaba chistes extremadamente malos, como los del tipo “primer acto, segundo acto…”. Después de cada uno se producía un breve silencio, en el cual Montalbano, intervenía gritando: “¡Está bien!” y daba lugar a los aplausos por parte del público.
Pero eso no era todo, ya que al final de cada transmisión, Alberti sacaba a relucir su lado reflexivo y daba una lección a su audiencia en el marco de ¿Qué nos pasa a los argentinos? Mientras garabateaba un ilegible cuadro sinóptico, el intérprete reflexionaba sobre ciertos temas de la actualidad, que podían ser desde la relación de un futbolista, hasta las decisiones del presidente de turno, que en sus inicios era Carlos Menem, y terminaba en una confusa resolución.
Por su parte, Capusotto encarnaba al Hombre Bobo, un hombre común y corriente que sufría de una maldición similar a la mitológica criatura conocida como “hombre lobo”. En su caso, cuando salía la luna llena, se volvía un sujeto completamente distinto, ya que aterrorizaba a la gente con sus desvaríos y ocurrencias que emocionaban, y a veces fastidiaban, a su público.
Al igual que su par, también llevaba a cabo un personaje femenino, el cual se llamaba Irma Jusid, que se encargaba de aconsejar a los jóvenes y les advertía sobre los riesgos de ciertas situaciones, usando ejemplos extremadamente exagerados para ilustrar las consecuencias negativas que podrían enfrentar. Por si fuera poco, otra de sus tantas interpretaciones era Ese amigo Vinazzi, una sátira de Ese amigo del alma, en el que el humorista aparecía en bata mientras realizaba versiones de diferentes canciones con artistas y se mandaba los solos haciendo ruido con el vino.
También se destacó la participación de Alfonso Grispino, quien falleció en 2021. Además de encarnar al Doctor Dyando, el cual estaba al frente del segmento El rinconcito del consumidor, el hombre se destacó por ser Flavio Pedemonti, un futbolista con una vida llena de excesos. En cada una de sus apariciones, el deportista se preparaba para su regreso a la cancha, y otros proyectos profesionales, tales como una carrera musical y una película de su vida, que fueron rápidamente frustrados por su carácter irresponsable.
La inclusión de breves segmentos era uno de los motores del programa, el cual complementaba a sus personajes principales con sus sátiras. Entre estas estaba HP, una parodia de la telenovela PH (Propiedad horizontal), donde se desarrollaban escenas dramáticas con abundantes insultos que eran censurados ante la cámara. Además, estaba La columna de Galloso, una sátira de un noticiero conducido por Horacio Galloso, que presentaba situaciones cómicas de la vida diaria en Buenos Aires. Otra figura destacada era Tito Cossa, donde Germán Navetta interpretaba a un espía secreto de la SIDE que usaba armas poco convencionales, como cañones de dulce de leche, utensilios de cocina e incluso un arma hecha con tiras de chorizo.
El final
Luego de tres temporadas que supieron ganarse las risas del público, la dupla tuvo que decirle adiós a su programa. Lejos de hacerlo con tristeza, vieron el lado positivo y sacaron a relucir su mejor habilidad: el humor absurdo. Por su parte, los fanáticos de los comediantes se dispusieron a acompañarlos en su última cita, en la cual estuvo presente su asistente Sushi, el Doctor Django, y otros personajes que pasaron por el estudio.
Con el título de Todo x 2 pesos: liquidación por cierre, el equipo hizo reír a su público una vez más. Silvio Soldán, Silvia Süller, Ana María Picchio, Soledad Sylveira fueron algunas de las figuras que encabezaron los primeros minutos de la emisión, en la cual expresaron su tristeza por el final. Para contrarrestar sus palabras, los humoristas dejaron todo para sacarle carcajadas a los presentes en el estudio, quienes vivieron el minuto a minuto como si no estuviera por acabarse.
Uno por uno, los integrantes del programa se despidieron de sus fanáticos. Con una valija en mano, salían del escenario hasta un “túnel” que daba fuera del estudio, marcando así el final de una etapa. Por su parte, Fabio realizó su última reflexión y Diego un bailecito de fin de semana. “El baile de despedida, baile de despedida, baile de despedida, así le dio yo. Chau, chau, chau… Nos despedimos con elegancia, con elegancia inglesa”, fueron las palabras del conductor mientras saludaba al público y a los personajes que lo acompañaron por tres años.
“Ahora es nuestro turno, nuestro momento”, señaló Alberti mientras se acercaba a su compañero, con quien se fundió en un fuerte abrazo. “Un abrazo grande. Una emoción”, le respondió mientras continuaba pegado a su lado. Y como cierre de ese programa que marcó el humor argentino, Capusotto añadió: “Nos vamos, gracias a todos. Cada uno por su túnel del sueño, ¡nos vemos!”.
El presente de la icónica dupla
Una vez que finalizó su última emisión, los conductores continuaron trabajando codo a codo en algunos proyectos, entre los cuales se destacaron obras de teatro donde revivieron sus mejores momentos. Pero, de manera abrupta, su relación llegó a su fin y con ello el distanciamiento.
Por su parte, Capusotto continuó en la pantalla chica, siendo Peter Capusotto y sus videos otro de sus ciclos más queridos por los fanáticos que lo seguían desde los comienzos de su carrera. También lo hizo en el teatro y, además, le volvió a dar una oportunidad al cine. Sus últimas apariciones fueron en los largometrajes 27: el club de los malditos; No llores por mí; Inglaterra; y Las corredoras, siendo esta última el regreso a la pantalla grande de la mano del director Montalbano, con quien coincidió en Cha, Cha, Cha y en Todo por dos pesos.
En cuanto a Alberti, fue él quien habló de lo que ocurrió con su vieja amistad, en una entrevista con El Presto, apodo por el que es conocido Eduardo Miguel Prestofelippo. En su canal de YoTube, el actor confesó: “Nos cansamos con Diego. Yo entiendo, yo lo cansé. Yo me hago cargo”. A su vez, explicó: “A mí me echaron (Pedro) Saborido, (Néstor) Montalbano y Capusotto, y en ese momento hacíamos las obras de teatro. Ellos me alejaron, e hicieron muy bien porque a ellos les fue muy bien en lo que hicieron”.
Radicado hace varios años en Uruguay, él explicó que estaba lejos de tenerle rencor a sus excompañeros de trabajo, Fabio se refirió a los otros trabajos de Capusotto, con quien confesó que “tiene la mejor, pero no tengo relación”, y agregó: “Y está bien que me hayan echado. Yo era un hereje dentro de ese grupete de teatro. Y ellos hicieron muy bien, se contactaron con canales, con gente…”. También dejó en claro que su alejamiento fue “por cuestiones ideológicas”, sino que fue “por vicios, por cosas. Ellos son gente sana y yo no”. A su vez, destacó que “a ellos les fue muy bien y a mí me encanta”.