El reloj marca las 21 y todavía una multitud se mueve a las afueras del Movistar Arena. A paso lento, miles de fans tararean los himnos de Miranda! a la espera de vivir un nuevo show del dúo pop. Mientras algunos lucen una boa de plumas amarillas en sus cuellos, otros llevan camisas blancas y rojas a rayas y viseras, todas en alusión a los distintos vestuarios de la banda.
Adentro, todo está preparado para vivir una verdadera fiesta. Con más de 40 esferas espejadas colgando del techo, la banda está a punto de convertir el Movistar Arena en una discoteca gigante para más de 15.000 personas. Y si bien en sus comienzos soñaban que sus canciones sonaran en esos recintos, la realidad les demostró que no tienen límites, al igual que su creatividad.
Mientras la gente esperaba a los cantantes en el escenario, Ale Sergi y Juliana Gattas innovaron y sorprendieron a todos entrando a escena arriba de su cisne blanco. A diferencia de sus últimos shows, donde cerraban con este símbolo de Hotel Miranda!, el dúo comenzó a despedir su disco más exitoso cantando “Ya lo sabía”. La banda se encuentra en un momento bisagra y esta noche significaba su reinvención.
Después de surfear entre la marea de gente, los ganadores del Gardel de Oro llegaron al escenario con lentes oscuros y un look elegante: camisas blancas, corbatas y sacos negros con brillos y detalles rojos. Mientras comenzaba a sonar “Nadie como tú”, la primera fila de fans se agolpaba contra la vaya. Algunos sostenían sus carteles, cerraban los ojos para conectar con la música y otros luchaban por alzar sus celulares en el aire para registrar el momento. Entre la gente también destacaban los menores, que sobresalían en los hombros de sus padres y festejaban las canciones del grupo. Así la noche continuó con “Lo que siento por ti”, “Luna de papel” y “Uno los dos”.
Tras un breve cambio de vestuario, que incluyó un nuevo saco negro con corazones plateados, Ale y Juli le dieron la bienvenida al único invitado de la noche: Goyo. Fiel a su estilo distendido, el líder de Bandalos Chinos apareció con lentes y vestido completamente de rojo. Así comenzó a cantar “Navidad”, con una sonrisa de oreja a oreja que reflejaba la química en el escenario y la felicidad por ser parte de esta primera fecha.
Entre una mezcla de hits, y algunas versiones de Hotel Miranda! —”Tu misterioso alguien” y “Perfecta”— la banda dio paso a un nuevo segmento en el show. Sin bailarines en el escenario, ni siquiera el resto de los integrantes de la banda, Ale y Juli se pararon frente a las 15.000 almas para el momento más íntimo de la noche. Mientras el cantante sostenía únicamente una guitarra, él y la artista interpretaron “Lejos de vos” y “Hasta hoy” en formato acústico. Luego, las luces se apagaron y ambos abandonaron la escena, al tiempo que los bailarines hicieron la coreografía de “El profe”, la canción que el dúo decidió no cantar más debido a que su letra no se entendía en este contexto social.
Por último, la noche encaró la parte final del show con “Yo te diré”, “Me gustas tanto”. “Traición”, “Ritmo y decepción”, “Siempre que lo beso”, “Mentía”, “Fantasmas”, “Enamorada” y “Don”. En un nuevo cambio de escena, las bolas disco llegaron al escenario e iluminadas por luces de distintos colores dieron lugar a una discoteca gigante.
“Muchas gracias por acompañarnos esta noche, iniciamos una serie de cuatro conciertos, no podíamos empezarlo de mejor manera que con la presencia de todos ustedes. Muchas gracias de corazón. Vamos a cantar la última canción y los que vienen siempre ya saben cuál es”, sostuvo Alejandro Sergi para despedirse de la primera de las cuatro noches. Entre un estallido de papeles, y los acordes de “Romix”, la banda se despidió de la gente. Pero las sorpresas no terminaban porque, mientras parte del público abandonaba el lugar, un video comenzó a reproducirse en la pantalla. Una serie de cuatro monstruos cortaban una cinta y celebraban en una habitación. La cámara se alejaba y se leía “Nuevo Hotel Miranda!”, mientras la gente gritaba, ansiosa por conocer el próximo álbum de la banda.