Noche caliente de eliminación en Gran Hermano (Telefe) y, antes de que se defina, cada uno de los nominados pasó al confesionario para intentar seducir de manera directa al público en pos de que los salven. A su turno, Juliana Furia Scaglione se despachó contra sus rivales, despotricando fiel a su estilo y terminó refiriéndose al destino de Arturo, el perro que es un integrante más de la casa. Allí aprovechó para pegarle a Martín donde más le dolería.
“Primero que nada: buenas noches, gente, buenas noches, furiosos y buenas noches, excompañeros que están ahí esperando si salgo yo o si sale Martín”, comenzó diciendo en referencia al Chino. “Este minuto es para decirles que la verdad que he llegado hasta acá y que estoy súper contenta. Y no solamente por eso, sino que he cuidado a la casa y la he honrado. Y no solo por algo tengo tatuados esto que está acá, que son los cuidadores de las casas”, dijo y se señaló los diseños que tiene estampados sobre las costillas. “A eso me dedico, a defender a la gente. Y no voy a cambiar, lamentablemente por algunos que quieren que cambian. Tengo muchísimos valores y muchos códigos. Por lo cual, yo lo dije desde que llegué acá, que voy a jugar un juego troyano. Por lo cual no voy a ser bro, jamás. Lo siento mucho por todos los que pensaban que me iba a poner en ese grupito, no”, siguió.
“Hoy es la primera vez que voy a luchar contra uno de ellos y sé que me lo han dicho bastante. Tengo ganas de quedarme en la casa y de seguir adelante. Sé que soy la última mujer, también me veo como una gran finalista. Y creo que tiene que apagar la luz los que han sabido hacer este show, y yo creo que soy una de esas personas que puede ser ella, ¿se entiende?”, agregó de un tirón, casi sin respirar y con palabras que se iban atropellando en su speech.
“Les agradezco muchísimo todo el apoyo, el esfuerzo. Sé que venimos luchando bastante. Tal vez incluso, ya no hay tanto para seguir luchando. Y nada, confío en ustedes, sé que vamos a poder. Y si no es así, no pasa nada, nos vemos en el estudio. Estoy muy orgullosa de haber llegado hasta acá. Y no voy a bajar los brazos hasta lo último. Que se termine este imperio que ya da asco, y no aguanto más. Los amo”, cerró su mensaje hacia el público y se paró para hacer una mueca exagerada a la que le sumó una sonrisa casi de Joker.
Sin embargo, el Gran Hermano la detuvo y le hizo una pregunta: “Juliana, ¿y cómo se siente ser la única mujer en la casa?”. “Bueno, ustedes vieron lo que estuvo pasando este último día. Por un lado, me siento un poco mal porque soy la última mujer. Y por el otro, también me enorgullece un poco porque siento que dispararon a todas las tipas... Yo solo saqué a cuatro nada más, con las que habré tenido algún altercado. Y el resto, perdonen chicas, pero Martín se encargó de votarlas todo el tiempo, y todo ese grupito del ojet... También me hizo rever mucho más el pasado, de que fue lo que pasó, mirar cama por cama...”, comenzó respondiendo.
“Me angustia una cierta parte, me pone mal. Estoy aguantando cosas que no quiero aguantar más, pero me las aguanto igual porque yo no vine con un cartel que diga ‘soy feminista, aguante las minas’. Vine por otro lado, por otras luchas más familiares y por otras cosas que quiero demostrar, por eso también cree una tregua para cuidar a todos en un momento en que entró gente nueva. No me siento sola porque sé que me acompañan y a la familia de Darío le voy a agradecer un montón. Y tal vez a la de Emma, que no me conoce, que me he enojado muchísimo con él, pero son dos personas que me contienen bastante acá”, dijo luego.
“A la familia de Bautista, también, que también me acompañó bastante en el último tiempo más allá de que sea por robafandom o no, como se está diciendo. Y al resto, los cuidé sin querer. La verdad que son grandes falsos, fallutos, podría decir la palabra más grande y fea, que es ‘hdp’, pero todo se está viendo por cámara, todo está denotándose (sic), todo esto que crearon que es mentira, que son nenes buenos, son los verdaderos villanos. Y nada, solo espero que se haga justicia. Y si no, no pasa nada. Justicia por mano propia no hago, el karma le llega a cada uno. Yo creo que soy una voz muy grande en este programa, y que la gente que me escucha toma lo bueno de lo mío. Y sabe que lo malo, lo puede tirar a la basura. Que todos nos enojamos y que si nos enojamos, decimos cosas que no van. Pero saben los valores que tengo y los códigos. Soy una gran mujer y me quedo con eso. Lo que me enseñó mi mamá”, agregó casi sin respirar, algo agitada.
“Última pregunta: ¿quién crees que abandona la casa?”, le planteó el Big y en ese momento manifestó sus intenciones de que el perro, en caso de que al jugador la tocara irse, no se marche con el can. “Martín. Indiscutidamente. Lo siento mucho por Arturo. Yo lo amo un montón, pedí quedármelo en la casa, no por sacárselo a Martín. Sino para que lo tenga la casa. Arturo es de la casa y supongo que el último jugador se lo puede devolver a Martín en el caso de que se vaya. Pero ya me dijo la producción que no. Para que sepan que yo sí me ocupo de Arturo, lo quiero un montón, le doy agua cuando pide, le corro, le juego, hago todo lo posible para que esté feliz. Pero esa es mi respuesta, quiero que se vaya Martín”, cerró Furia con un pedido por la suerte del perro. Luego, salió del confesionario y volvió a arengar a su público para que vote en contra del Chino.