Tras más de 35 años juntos, Gabriel Corrado y su esposa, Constanza Feraud, emprendieron unas románticas vacaciones para visitar algunos países europeos. En medio del trayecto, el actor no dudó en compartir cada una de las instancias del viaje que, en este momento, los encuentra en Italia. Así, los más de 100 mil seguidores que Corrado tiene en su cuenta oficial de Instagram, pueden acompañar y enterarse de cada detalle de los pasos del matrimonio.
En las últimas horas, el intérprete de algunas de las ficciones más destacadas de la pantalla chica en la Argentina compartió una primera fotografía en la que se lo puede ver en un avión acompañado de su esposa, ambos con una sonrisa imborrable. Tras ello, destacó las primeras imágenes a modo turista de los más variados paisajes de Italia, además de paseos en una embarcación pequeña, lo que provocó una catarata de comentarios de saludos y felicitaciones para la pareja.
Para la segunda jornada, las postales los muestran recorriendo las calles de Alberobello, una pequeña ciudad de poco menos de 11 mil habitantes ubicada en la provincia de Bari, que debido a las históricas y particulares construcciones fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1996. Para ambientar su publicación, Corrado se encargó de musicalizarla con el tema Attenti al lupo de Lucio Dalla.
Cabe recordar que el artista conoció a Constanza Feraud a finales de los años 80, y juntos formaron una familia con tres hijos: Lucas Andrés, María Lucía y Clara. Actualmente, los hijos del matrimonio se encuentran viviendo en distintas ciudades del mundo. Lucas reside en Ámsterdam, en los Países Bajos; María Lucía está establecida en Hamburgo, en Alemania; y Clara vive en Nueva York, en Estados Unidos.
En cuanto al momento en el que el galán de exitosas telenovelas como Perla Negra, Princesa y Hombres de honor, se enamoró de su mujer, él mismo destacó que se vio envuelto en una trama de realidad demasiado parecida a la que estudiaba en sus libretos. Todo ocurrió hace casi treinta y cinco años, en una localidad del Gran Buenos Aires, en Bella Vista, donde vivía Constanza. Casualmente, Gabriel se encontraba con un amigo haciendo compras en un supermercado de la zona y, de repente pasó lo inevitable: se chocaron, se cayeron algunas cosas, y el tercer hombre, quien también conocía a la joven, fue el elemento necesario para la continuidad de la historia.
En una emisión del ciclo PH, Podemos Hablar, los allí presentes reconocieron que la historia de amor era tan de novela que no podía ser cierto, pero Corrado insistió y se puso en su propio papel para improvisar la escena. En ese momento, con Malena Narvay en el papel de Constanza, la futura novia y Aníbal Pachano como el amigo celestino. “¡Luz, cámara, acción!”: Gabriel va a buscar unas bebidas, pero en un giro brusco se topa con la joven mujer que deambula por el comercio con sus compras en la mano. Los productos caen al piso, se apuran las disculpas protocolares, hasta que llega la mirada que es, al mismo tiempo, un flechazo y el comienzo de una hermosa historia de amor.
“Ese momento duró muchísimo, lo recuerdo”, señaló el actor, quien tras el ensayo, repitió la escena con música a tono y un diálogo apenas ficcionado hasta el instante en el que el director dio la orden para pasar al siguiente cuadro.
“Eso quedó ahí, hasta que en unos meses, ella consigue mi teléfono fijo y me invita a una fiesta de disfraces de una amiga de ella”, relató, anunciando el salto temporal.
Él fue disfrazado de mosquetero, ella de Gatúbela, pero no se dijeron nada. Como en un baile de mascaritas, quedaron en reconocerse en la fiesta. Así lo hicieron y desde entonces, no se separaron más. “Nos complementamos muy bien, nos deconstruimos juntos”, explicó el actor como única receta de su historia de amor que perdura a través de los años.