Cinthia Fernández reveló el momento que no le gusta compartir con sus hijas: “Nada que odie más”

La bailarina abrió su corazón e invitó a sus seguidores a que comenten si les pasa lo mismo a la hora de cumplir con algunas tareas cotidianas

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Cinthia Fernández comparte en sus redes cada una de las instancias del crecimiento y convivencia con sus hijas (IG cinthia_fernandez_)
Cinthia Fernández comparte en sus redes cada una de las instancias del crecimiento y convivencia con sus hijas (IG cinthia_fernandez_)

Usuaria activa de las redes sociales, Cinthia Fernández comparte día a día con sus seguidores tanto los momentos felices como los desafíos que enfrenta en su vida familiar con sus tres hijas, Francesca, Charis y Bella. Viajes, juegos e incluso los tiempos en que no todo es felicidad son retratados por la bailarina, quien siempre encuentra interacción por parte de quienes siguen las instancias de su vida.

En las últimas horas, un posteo en su cuenta de Instagram donde cuenta con casi 6.5 millones de seguidores, la también panelista reveló con franqueza uno de los aspectos más estresantes del trajín diario, que sorprendentemente incluye a las tres menores, de las que reconoció que no soporta el hecho de tener que ayudarlas con los deberes escolares.

En una publicación que incluía una foto de su mesa abarrotada de carpetas del colegio y cartucheras, la influencer habló de manera sincera sobre sus sentimientos al respecto. “Nada que odie más que estudiar con ellas. Me colapsa. Se rompe mi vínculo como madre en este momento”, declaró la empresaria de 36 años. Además, expresó que esta actividad le genera estrés y angustia, y que no disfruta para nada de hacerla.

Cinthia Fernández reveló el momento que menos le gusta compartir con sus hijas
Cinthia Fernández reveló el momento que menos le gusta compartir con sus hijas

Esta confesión resonó en su comunidad digital, donde sus seguidores aprovecharon para compartir sus propias experiencias y dificultades similares. Las publicaciones de Fernández suelen generar un alto nivel de interacción y, esta vez, no fue la excepción, ya que muchos padres se sintieron identificados con su frustración.

Cada vez que hago tarea con mi hijo, siento que voy a matarlo. Soy docente, eso es lo peor”, destacó uno de sus seguidores; otra aseguró: “Me siento tan identificada con vos. Tengo mellizas de 10 años y es un estrés total el tema tarea”. Incluso una fue más allá y graficó: “Me pasa igual, más que mi hijo llora con si sentarse a estudiar fuera una tragedia”.

Equilibrar la vida profesional y las responsabilidades familiares es un tema recurrente en las redes sociales de Cinthia Fernández, y sus seguidores aprecian su transparencia. Al abrir los comentarios en sus publicaciones, la panelista no solo discute sus problemas, sino que también crea un espacio para generar apoyo mutuo entre sus fanáticos.

Cinthia Fernández mostró las respuestas de sus seguidores
Cinthia Fernández mostró las respuestas de sus seguidores

Este tipo de interacciones subraya la importancia de discutir y normalizar los desafíos que muchos padres enfrentan a diario, más allá de las imágenes idealizadas que suelen dominar las redes sociales. De hecho, a modo de reflexión y al compartir las respuestas recibidas, Cinthia expresó: “Ok, me siento un poco mejor. No soy la única a la que le pasa. Descansen, lo merecemos”.

Los últimos días, la bailarina también mostró su indignación en las redes, pero en este caso por los aumentos de los servicios básicos. “Me vinieron 250 lucas de luz”, comenzó diciendo. Con un gesto de bronca por la elevada cifra, continuó: “Cortá la luz tranquila, ya estamos listas para salir”. Días atrás, la panelista de LAM (América) también había reaccionado al ver la cantidad de dinero que había gastado en su compra mensual en el supermercado.

“Hoy es un día medio del ort... para mí, ¿por qué? Porque tengo que ir al mayorista. Los días que yo tengo que ir al mayorista no estoy de mal humor, estoy de pésimo, pésimo, pésimo humor, así que ahora voy a ver cómo me cog... ¿Cuánto gastaré?”, dijo, anticipándose a la abultada cifra que ya estaba convencida de que pagaría.

En un contexto de creciente preocupación por el impacto de la inflación, la bailarina no pudo ocultar su indignación. Luego, ya regresando a su domicilio y con el auto cargado con la mercadería comprada, impostó una sonrisa sarcástica.

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