Cuestión de Peso, el icónico reality show marcó su esperado regreso a El Trece, revelando a ocho de los diez participantes que competirán en esta nueva edición. Entre las figuras que acapararon la atención se encuentra Gabriela Natali Atamián, conocida artísticamente como “Nate”, una joven de 33 años que antes se destacó en competencias de reggaetón coreográfico y hoy en día se dedica a la venta de contenido erótico.
La particular historia de Nate, y el contraste de su vida personal y familiar con su actividad profesional, resaltó entre las presentaciones del programa. Desde un comienzo la participante detalló abiertamente su decisión de participar en el reality con el objetivo de perder peso para retomar su pasión por el baile, disciplina en la que cosechó éxitos tanto a nivel nacional como internacional. Además, generó cierto impacto al revelar que su familia, de fuerte raíz religiosa, desconocía su participación en el programa, así como los detalles específicos de su trabajo actual.
“Hola, ¿qué tal? Soy Gabriela Natalia Atamián. Me dicen Nate, tengo 33 años, soy del barrio de Flores, Capital Federal, estoy pesando 97.800 kg en este momento. Quiero bajar de peso porque quiero volver a bailar. Yo competía en un grupo de reggaetón coreográfico, ganaba todos los primeros puestos en Europa, Brasil, Rosario, Mar de Plata, internacionales y nacionales. Gané todos los primeros puestos”, detalló en el clip grabado al momento de su presentación.
Tras ello, se refirió a su presente laboral: “Actualmente, estoy trabajando vendiendo contenido hot. Tengo una página en la cual los clientes se meten y pagan por lo que quieren consumir”, dijo para luego hablar de su familia. “Mi mamá, mi papá y mi hermana son religiosos. Mi hermana es pastora. Todos van a la iglesia desde que tengo memoria, así que no saben de esto, se están enterando ahora, lo van a tener que aceptar, sino que me echen”.
Es que, pese a lo revelado en cámara, puertas para adentro de su domicilio, la joven nunca blanqueó su situación. “Saben que estoy en un show erótico, que bailo en lencería, pero hasta ahí. No saben si pasa más o no. Sobre las fotos, les digo que soy modelo, pero no que soy modelo hot. Hago desnudo total”, siguió.
Para el final de su presentación contó cuáles son las partes de su cuerpo que menos le gustan: “Mis brazos. Ahora me los tapé, pero si yo me saco esto son muy feos y muy grandes. Mis piernas me incomodan mucho al caminar, mi panza también”. Pero no todo fue negativo, también hay partes que le gustan y así lo manifestó. “Obviamente, lo que más me gusta de mi cuerpo es mi cola, porque es linda, es redondita y aparte me da mucha plata. Muevo esto y ya me llevé la atención”, aseguró.
Acerca de su pasado, Nate reveló frente a la audiencia: “Yo fui flaca. A los 21, más o menos, pesaba 62 kilos y la gente de la iglesia, a la que en ese momento iba todos los días, me decía que iba a desaparecer, que no tenía cuerpo. Todo eso que me metieron en la cabeza. Yo sentía que estaba enferma y en realidad estaba bien. Después fue todo un tema, empecé a subir (de peso). Me encanta comer a cualquier hora. A las 2 o 3 de la mañana ceno. La pre-cena son unas empanadas; la cena vendrían a ser unos fideos con carne; y después la postcena unos pochoclos con chocolate y por ahí una hamburguesa”.
Sobre el futuro está muy consciente de lo que busca: “Mi sueño es poder volver a bailar y también realizarme una operación, que para eso son más estrictos con que baje más”, al destacar que debería perder al menos 30 o 35 kilos para una intervención quirúrgica por una asimetría de mamas. En lo que respecta a su pesaje inicial, la balanza marcó 98.400 kg.