En la casa de Gran Hermano 2023 los ánimos vienen caldeadísimos. Una tremenda pelea entre Furia y Emmanuel contra el grupo de Los Bros, conformado por Martín, Bautista y Nicolás, consiguió que la participante lance una catarata de insultos de todo calibre contra sus compañeros. En medio de ese encontronazo, una reacción Juliana con Arturo, el perro rescatado que ingresó a la casa, generó debate.
El momento, que se viralizó en las redes y partió aguas acerca de si estaba bien o no, tiene a la participante gritándole al animal por sus ladridos, en medio del conflicto con el resto de los jugadores del reality.
“¡Ya está, ya está! ¡Andá para allá!”, le grita al can que le ladra arriba de la cama, mientras ella le hace señas para que se vaya. En ese momento, como ya es habitual, se cortó la transmisión para que la gente recién se pueda enterar de lo ocurrido en la próxima gala.
En la plataforma X las opiniones se dividieron. “¿Eso no es motivo de expulsión?”, lanzó un usuario. “Si el perro trata de morderte o te ladra está perfecto que lo rete. Es cachorro y tiene que aprender que está mal lo que hace”, se diferenció otro en la red social.
“¡Es un animal que sufrió violencia! No se olviden”, comentó otro. “Arturo estaba en la cama con el Chino y se le tiró encima a Furia. Todo lo que ella hizo fue darle la orden de salir. La cámara la cortan siempre que Arturo ataca a alguien, lo hacían cuando atacó a Darío, por ejemplo”, agregó otro.
“Cómo puede ser que la gente apoye a esta mier… de persona”, arrojó otra usuaria. “¡Expulsión a la violenta ya!”, siguió otro en la misma línea. “¡La quiso morder y le dijo eso nada más! ¿Dónde está el maltrato?”, discrepó otro.
En una charla con Teleshow habló Lucas Otero, un entrenador canino que se viralizó en las redes al cuestionar la decisión del ingreso de Arturo al reality show, explicó por qué está en contra de que el perro forme parte del programa. “Se satisface el ego humano por sobre las necesidades del perro”, sentenció.
“Yo siempre recomiendo que un perro no puede estar expuesto a este tipo de situaciones, sobre todo porque necesita estar en un ambiente tranquilo y la casa de Gran Hermano no lo es”, aseguró.
“Arturo y es un perro que sufrió maltrato. Ellos pueden presentar muchos miedos e inseguridades. Se tiene que ver cómo puede gestionar ese miedo o inseguridad hacia personas desconocidas. Ahí ya me saltó una alarma de que no se estaba dando un mensaje del todo consciente. Si bien se trata de fomentar la adopción, no creo que se esté haciendo de una forma responsable”, analizó el especialista.
“Si adoptamos un perro que ha sido víctima de maltrato, o uno que no, que puede llegar a casa con los niveles de estrés muy elevados y con miedos, lo primero que tenemos que ofrecerle es un espacio tranquilo. Esperar que el perro vaya ganando confianza, que vaya conociendo el lugar y generando un vínculo con nosotros”, aconsejó el influencer.
“Dejarlo en paz, mantener al comienzo los niveles de exigencia bajos, pero sí marcarle cuáles son las normas de convivencia de la casa, siempre de una forma amable y satisfaciendo al mismo tiempo las necesidades de ese individuo que llega al hogar. Cada perro es un mundo, cada perro vivió diferentes situaciones y hay que adaptarse a eso”, recomendó