Este martes, y mientras está promocionando la obra El Beso -la cual protagoniza en el Teatro Astral junto a Luciano Cáceres, Mercedes Funes y Jorgelina Aruzzi-, Luciano Castro fue abordado por noteros de distintos programas de chimentos y respondió sobre todo, especialmente en cuanto a cómo se están dando sus vínculos con sus últimas exmujeres: Sabrina Rojas -madre de sus hijos Fausto y Esperanza- y Flor Vigna.
“A Sabri la veo todos los días, no es que la veo de vez en cuando. Si no la veo es porque ella tiene que salir antes para el trabajo y yo llego un poco más tarde a buscar a los chicos. Pero la veo todos los días. Lo que pasa es que una vez por mes o cada veinte días hacemos un plan de comer o ir a algún lado con los chicos, porque estamos convencidos de que les hace muy bien a ellos y a nosotros también. Y hoy en día no hace falta tener prensa, hay gente que con el telefonito saca una foto secuencia que se la compartió a algún colega de ustedes”, explicó y despejó dudas en un contexto en el que se empezó a hablar de una posible reconciliación entre ambos.
“No puedo hacer nada con las especulaciones que se generan alrededor nuestro con si volvemos o no. Pero los chicos la tienen más clara que todos nosotros, inclusive más que Sabri y yo, que muchas veces pensamos en que capaz la están pasando mal y te juega la culpa y todo. Y no, están bien, están bien en sus actividades, en su vida. Pero bueno, hay un montón de cosas externas que yo ya no los pueda proteger, aunque sea el padre. Ya tiene que ver con la vida. A ellos les gusta vernos juntos, pero también no es que no tienen la ilusión de que volvamos, nunca lo plantean ni nada de eso”, agregó.
En otro tramo de la conversación con los cronistas, Castro se despachó contra cierto sector del periodismo de espectáculos que, según él, lo desprecian. Especialmente luego de sus apariciones en los videoclips de Flor Vigna, quien fue su hasta ahora última novia. “Me gastaron por eso. Pero los mismos que me gastan son los que después cuando me ven me dicen que soy Marlon Brando. Eso es fuerte, me genera violencia, la cobardía. No que yo haga el video enamorado con mi novia en la bañera, que lo haría 10 veces más. Y si me hubiese dicho que me tire en trampolín, me hubiera tirado, porque es una decisión mía, enamorado de mi novia. Después, las especulaciones no las puedo callar. Lo que me violenta son los que me ningunean”, disparó.
“A mi me jode eso, porque no me respeta nadie, se la pasan gastándome. Y a mí realmente no me molesta que hablen, me molesta el modo: la ninguneada, la falta de respeto. Yo soy un tipo respestuoso, nunca disfruté de que a nadie le vaya mal, nunca le pisé la cabeza a nadie. Después, si me descansás, a un hombre grande como yo, ¿está bien o mal que me enoje o que me moleste? Tiene lógica. Pero yo no salgo a cruzar a nadie. Al contrario, la paso mal yo”, agregó.
A continuación fue consultado acerca de cómo vivió el acercamiento que hubo entre Rojas y Vigna luego de que se tiraran algunos dardos a través de las redes sociales tras la separación entre Castro y la bailarina. “Fue lindo, eso me alegró. Me pareció un gesto muy grande de ellas, porque aparte nadie les pidió nada, yo jamás les pedí ni que hablasen, ni nada. Fue una decisión de ellas, yo me enteré después de que haya pasado. Y me pareció enorme, porque me tranquilizó. Porque yo estaba expectante de dimes y diretes. Y acá se acabó todo. Hablaron las chicas entre ellas, se dijeron las cosas y fue hermoso. A mí me agarro una alegría cuando me enteré... Se dieron cuenta de que eramos más causal de todo lo que se decía y sucedía que lo que pasaba de verdad”, consideró.
A continuación le preguntaron cómo se lleva actualmente con Vigna, tras la separación que confirmaron a comienzos de este año. “Con Flor está todo bien, seguimos hablando. Yo estoy cada día mejor. Nadie está bien después de una separación. Me costó, sí, pero bueno... Son los órdenes de la diva y a veces tiene que ver con la madurez saber que no. Y eso me costó, pero día a día estoy mejor. Y hablo. Me alivia poder hablar con ella y ella conmigo, siempre en buenos términos. Y más que nada para saber cómo va la evolución del otro. Siempre hablamos de ‘evolución’, no hablamos nunca de un retroceso”, dijo. Y luego agregó: “Igual estás triste siempre, tengas 15, 40, 50 o 60 años”.