A horas de una nueva gala de nominación, la casa de Gran Hermano (Telefe) volvió a vivir una jornada marcada por las traiciones, los complots y nuevas estrategias. Todo se dio luego de que el teléfono rojo sonara y otorgara un llamativo beneficio a un grupo de participantes, sin embargo, no todo se dio como parecía.
En los primeros minutos del programa, Santiago del Moro explicó qué sucedería: “Quien atienda el teléfono va a ganar un beneficio, entre comillas, que es ir a comer un asado al sum con dos jugadores más, los que elija. Van a poder complotar, charlar de lo que quieran, y además van a tener el beneficio de subir a un participante a placa directamente, que no sea el líder. Lo que ellos no saben es que el resto de la casa los va a estar viendo en vivo. Es decir, el beneficio va a ser más para los que están afuera, que para los que estén adentro complotando, criticando, es a la inversa esta vez. El resto de la casa va a saber todo lo que pasó”.
Una vez que el teléfono sonó, quienes corrieron a buscarlo fueron Nicolás y Martín. El joven de Ramos Mejía llegó primero y eligió compartir la cena con Bautista y el Chino, el grupo de los autodenominados Bro’s. Una vez en el lugar, los jóvenes se mostraron emocionado por el beneficio, ya que este se sumaría al liderato logrado por uno de ellos (Bautista).
Lejos de la sala, Santiago del Moro apareció en el televisor y se comunicó con el resto de los jugadores: “El beneficio es de ustedes, no es de ellos. Ustedes van a ver todo y van a comer asado también. Lo que quieran hacer con esta información depende de ustedes, ellos van a complotar y ustedes los van a ver. Es a la inversa hoy, ustedes ven lo que pasa en el sum. Ellos no tienen ni idea de que ustedes los están viendo. Nico atendió, se llevó a los jugadores que quiso, él eligió, ellos van a complotar, ustedes lo ven. Disfruten”.
Con el resto de los hermanitos reunidos en el sillón, Nicolás dijo en la cena: “Al fin podemos hablar de lo que queríamos hablar, de que si alguno caía en placa, tratar de subir a una persona que para nosotros tuviera posibilidad de juntar votos negativos”.
Quien fue directo al tema fue Martin, que no esperó para revelar su próxima jugada: “Vamos a la guerra con Manzana, y después nuestros votos los mandamos para otro lado. Yo lo mandaría con esta fulminante a Manzana y los votos para otro lado. Si entra Manza y uno de nosotros, nos salvás a nosotros. Si entramos dos, vamos a la guerra con Manzana los dos”.
Al escucharlo, el uruguayo, nuevo líder de la semana, le dijo: “Mi voto iba a ser Manzana y Emma. Mas viendo lo que dijo el otro día en el confesionario, que todo lo de ir contra Furia era un divague total”. Del otro lado del televisor, la doble de riesgo reaccionó: “A mi ya me traicionaron 40 mil veces y a mi escuchar esto no me suma ni me resta”.
Con el correr de los minutos, los Bro’s también determinaron que armarían una placa con uno de los nuevos participantes. Y si bien Bautista y Martín apuntaron contra Florencia –el interés romántico de Nicolás– el chico de La Matanza no se mostró muy de acuerdo: “Subo a Darío a la placa y mañana a Manzana con la nominación”. A lo que el Chino le devolvió: “Nosotros dos a Florencia”.
Con toda esta información, el conductor volvió a comunicarse con el resto de los jugadores: “Ahora está en ustedes decidir qué van a hacer con esta información. Se tienen que poner de acuerdo. Aunque se sentían perdedores, me parece que en esta salen ganando. Mucha información cada uno habrá tomado lo que le sirvió. Ellos terminaron siendo vencedores vencidos. El complot puede ser por parte de ellos, ustedes no”.
Valorando la situación, Emmanuel le respondió a del Moro que no revelarían lo que habían escuchado. Así, una vez que los jugadores volvieron, el resto de los hermanitos se hicieron los desentendidos. De esta manera, los planes de los Bro’s quedaron al descubierto