Gran Hermano (Telefe) es el reality show de convivencia por antonomasia, y justamente esa palabra es clave para entender las diferentes relaciones que se van encadenando a lo largo del juego. Y es algo que va más allá de tener que soportar las costumbres o las mañas de los otros participantes a la hora de sobrellevar la estadía en la casa, sino que también de allí se desencadenan las diferentes estrategias que los jugadores adoptan para salir victoriosos de la misma.
En ese sentido, durante la mañana de este miércoles 1ro de mayo se dio un fuerte cruce entre Juliana Furia Scaglione y Mauro Dalessio: la participante más polémica y uno de los últimos en entrar en la competencia tuvieron un duelo dialéctico en las primeras horas del día y a partir de una situación que venían trayendo del día anterior.
“Perdón, eh. Pero la carita de mirar para otro lado y coso, yo tengo que estar así. No vos. Esta es mi casa, así que ‘Hola, buen día’, ¿ok?”, le dispensó Furia a Mauro en una escena ocurrida en las reposeras que están en la galería de la casa. Entre los dos también se encontraba Darío Martínez Corti, testigo impasible de la situación. “¿Querés vivir acá tranquilo? Hola, buen día. El que se mandó la cagada fuiste vos y no yo, ¿ok?”, insistió ella mientras le extendía la mano a Mauro, mitad en son de paz y mitad para marcarle la cancha. En tanto, él le devolvió el gesto, estrecharon la mano, pero se rió de lo que estaba pasando.
“Te digo, por mentiroso, nada más”, siguió Furia, enfrascada en su actitud. “Sí, soy muy mentiroso”, le contestó Mauro, lleno de ironía. “Bueno, no jodas”, respondió ella. “Soy muy mentiroso, no estoy jodiendo a nadie. Ni te estoy hablando, si quiera... Está todo bien”, redobló él, intentando calmar los ánimos y con pocas ganas de discutir al respecto. “Bueno, te lo digo de onda. Yo me levanto con buena onda y sé disculpar y y perdonar. Entonces, para seguir conviviendo, hay que llevarse bien, nada más. Las caritas guardatelas. Nada más, la casa es nuestra, no es de ustedes”, cerró Furia y se fue hacia el living, dirigiéndose tanto a Mauro como a Darío, que continuaba inmutado e inmovil ante el cuadro.
Días atrás, Furia fue la protagonista de un fuerte duelo con Martín Ku, más conocido como El Chino. Fue a partir del regreso de Coti Romero a la nueva edición del reality, quien ya quedó eliminada pero en su corta estadía logró causar diferencias entre los participantes. Gracias a su competitiva personalidad, la rubia expuso las asperezas entre sus compañeros y no dudó en generar enemistades. En especial entre Martín y Juliana, quienes se dijeron de todo ante las cámaras del programa.
“Tintu, manda la palabra Constanza al 9009 que el pelotudo de tu marido está hecho un bobo”, lanzó la doble de riesgo, quien buscaba pelear con el jugador y para eso apeló a enviarle un mensaje a Marisol, la pareja del joven, quien es una fiel seguidora del reality. Esto no pasó desapercibido para el Chino, quien le aclaró a su mujer: “Ya sabés qué hacer. Vos ves todo”.
Si bien el competidor no mostró indicios de querer enfrentarse a Juliana y continuó tirado en el sillón, ella no dio el brazo a torcer y fue por más. “Por eso ve, pelotudo. Te estamos cuidando, tal como vos me dijiste en su momento”, insistió mientras volvía a dirigirse a la pareja de su compañero. Sin previo aviso, el profesor de crossfit terminó levantándose de su lugar y enfrentó a la joven en un cara a cara.
“Te dije ‘pelotudo’, ¿Qué? ¿Te jode?”, le comentó Scaglione con un semblante serio. “Sí, me molesta que me faltes el respeto”, confesó, a los gritos, su compañero. Por su parte, ella no dudó en reavivar la rivalidad que los supo dividir en los inicios del reality: “Esto ya pasó antes, no te tengo miedo, Chino. Así como una vez pasó esto, no me vas a sacar de la casa, punto. ¿No te das cuenta que estás a punto de perder todo? Venías re bien, tarado”.
Por su parte, tan solo unas horas atrás, el propio Ku le había confesado a Romero que la actitud de la pelirrosa le apenaba. No solo porque era bastante cambiante, sino también porque la consideraba una buena persona cuando estaba tranquila y no buscaba generar conflictos. “Me da pena que sea así porque cuando está en buena onda es tan buena piba y, de repente, le agarra el chispazo y se convierte”, comentó mientras se encontraba a las afueras de la casa.