Hace un año, Jorge Rial dejó de ser noticia por sus entrevistas y sus opiniones políticas, y estuvo en boca de todos por su salud. Es que mientras disfrutaba de unas vacaciones en Colombia debió ser atendido de urgencia, en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica del Country, en Bogotá. El resultado: una afección cardíaca que lo tuvo en coma. A raíz del episodio fue trasladado de manera inmediata al Sanatorio Finochietto para permanecer en observación unos días luego de la intervención que le practicaron cuando le colocaron un stent.
“De a poquito voy volviendo. Pasos cortos. Un poco de aire fresco. A respirar en estos primeros días del resto de mi vida. Ya les voy a contar todo lo que pasó y sigue pasando. Lo estoy elaborando. Es un rompecabezas enorme”, dijo el conductor apenas recibió el alta, agradeciendo la nueva oportunidad que le ofrendaba la vida y los médicos.
Ahora, en el primer aniversario de aquellos sucesos, el periodista volvió a recurrir a sus redes sociales para expresarse sobre la experiencia que le tocó vivir. “En esta cama, hace exactamente un año, la vida intentó abandonarme de manera artera. Durante diez minutos ya no pertenecí a este mundo y todo se suspendió en el tiempo. Solo recuerdo calor y paz. Nada más y nada menos. No era mi hora”, arrancó el conductor su carta en Instagram.
“Me recuperé y volví. Más fuerte, más humilde, más humano, más amado, menos cauto, más feliz y con más ganas de disfrutar la vida. Me resetearon la vida. Como cuando apagás la tele para que todas las aplicaciones vuelvan a funcionar. Y vaya si funcionaron. Estoy de pie”, detalló sobre aquel momento, y reconoció también que no lo hizo solo. “Rodeado de amor. Como cuando me desperté y allí estaban Rocío y Morena. Y María, que de golpe se encontró en una historia digna del realismo mágico de su país. Y antes, aún del otro lado, la voz de Fran (su nieto) que me pedía que no aflojara”, aclaró sobre sus hijas, el pequeño y su pareja, la escritora colombiana María del Mar Ramón.
También les dedicó un fragmento a los especialistas que trataron su salud durante el proceso: “A los médicos colombianos, profesionales del amor. Y Omar, el ángel de la guarda que no dejo de golpear mi pecho hasta que el corazón se dignó a despertarse. Ni olvidarme del doctor Guillermo Capuya que voló solo para cuidarme”.
Para el final, dejó a los no menos importantes amigos y seguidores que le expresaron su apoyo. “Y el amor de mis amigos y compañeros de trabajo que no creían en las noticias fatales que llegaban. Y a cada uno de los que desde hace más de 35 años me acompañan y rezaron en hermosas cadenas de oración. Todos ustedes son parte de este recuerdo que vivo sin angustia ni dolor. Solo es agradecimiento. Tal vez fue el primer día de mi nueva vida. Gracias a todos. Ojalá sigamos mucho más tiempo juntos”, dijo para cerrar su carta, mientras pasea por España y comparte fotos con su público.