“Casi me muero. Me parecía una obviedad el título. Yo soy cero narcisista, cero ególatra, pero Suar me dijo: ‘Acordate que va a pegar’. Y tenía razón”. Habla Ángel de Brito y recuerda a Teleshow sus dudas sobre Los Ángeles de la mañana, el nombre que, no por su voluntad, habían elegido para el ciclo en el que iba a mediar entre ocho mujeres fuertes en las mañanas de eltrece. Es el festejo de las 2000 emisiones del programa. Pasaron un centenar de panelistas, dos canales, varios cambios de horarios y hoy, sonriente, reconoce que lo que genera LAM lo sensibiliza.
“El programa era otra cosa. Empezó siendo un magazine con un poquito de espectáculos al final. Por suerte no había cocina, que la detesto. Hablamos de los bolsos de José López, por ejemplo, y hacíamos un montón de actualidad, de los temas del día, y al final hablábamos del Bailando, que estaba en eltrece. Después el espectáculo se fue comiendo a todo lo otro, obvio, porque vimos que funcionaba mejor”, reconoce el conductor sonriente, con el pelo rubio y parado como una suerte de Principito, mientras sostiene una copa y sus “angelitas”, actuales y de todas las temporadas, desfilan por la alfombra roja que se montó en un salón de eventos de Núñez.
“Los Ángeles de la mañana quedó como nombre, pero después lo adaptamos porque era muy largo decirlo y en el cubo del micrófono no nos entraba. Entonces metimos el LAM y pegó. Ahora los chicos cuando hay un chisme dicen ‘LAM’. Eso me emociona. La repercusión”, confiesa, mientras suena la música electrónica característica de su programa. Muy cerca de él, Mariana Fabbiani se abraza con María Eugenia Ritó, tentadas de risa, luego de que la exvedette por querer saludar a la conductora tropezó con un reflector y casi termina en el suelo.
¿Cuál es corazón del éxito de LAM? “Tiene varios componentes. Somos genuinos todos y decimos lo que opinamos realmente, a veces zarpándonos. Tiene otro componente que es el reality de las chicas que tienen todas personalidades muy distintas con opiniones marcadas. Y también, yo trato de salir de la agenda. Presento mis propios temas y no hablo de lo mismo que ya hablaron todos los programas durante todo el día. Tratamos de tener algo nuevo, distinto. No sé si mejor o peor, pero diferente a lo que ya todos vieron”, se sincera el animador, sobre la fórmula que fueron perfeccionando.
“Si no hubiera iniciado bien, como comenzó, no hubiera continuado. Me parece que lo que tiene de bueno, que tuvo después, es que tenía mujeres muy diferentes, todas capaces, con voz propia y que podían debatir al aire”, coincide con el animador Carmela Bárbaro, “línea fundadora de LAM”, como le gusta decir con humor. La periodista debutó allá por el 2 de mayo de 2016 junto a Yanina Latorre, la única que queda del grupo original; Andrea Taboada, Nancy Pazos, Noe Antonelli, Analía Franchín, Mercedes Marti y Miriam Lanzoni.
“Ángel me convocó para hacer un magazine y en mi rol de una actriz que opina. Me pareció recopado”, cuenta Miriam, a la distancia, con el pelo rojo y un look despampanante, antes de ingresar al salón, donde siguen entrando famosas tan diferentes como Fanny Mandelbaum, Cinthia Fernández o la doctora Mariana Lestelle. “La evolución del programa se dio por lo que fue pidiendo el público, viró hacia lo que quería. A mí verlo me encanta, pero no me gusta estar del otro lado. Lo repadecí”, confiesa, sobre esas vueltas que tiene el ciclo. “Me agarró mi separación justo en el medio de un programa que hablaba de actualidad”, rememora, sobre su divorcio de Alejandro Fantino.
Marixa Balli vive un nuevo boom en su carrera, gracias a la fiebre viral en redes que provoca su participación en el ciclo de América. “Yo ya había dado un paso al costado. Soy zapatera, fabrico calzado y mi vida estaba abocada a eso. Todo esto fue de golpe”, admite la exvedette y cantante. “Los niños me descubrieron en TikTok por las frases. No sabían que yo existía. Es muy loco lo que está pasando. Me parece raro que exista una generación que me conoce por los memes. ‘Sos la de TikTok’, me dicen y con eso me matan. Es muy lindo”, reconoce, sonriente, sobre este trampolín donde su personalidad e impronta se impusieron a la sex symbol-chica de póster que siempre fue.
A Ángel le quedaron dos espinas. Si muchas veces los amores que más recordamos son los que no fueron, el periodista admite que dos superfiguras casi pusieron la firma, pero no se concretaron. “Nos quedó pendiente Lizy Tagliani, que estaba en el elenco original, pero cerró una gira teatral muy importante y la entendimos. La amo, es amiga y después se hizo esta megaestrella que es hoy, así que sería complicado tenerla”, detalla. “Carmen Barbieri también estuvo por firmar contrato. Iba a ser ‘Angelita’ durante un año, pero vino Telefe y le ofreció mucho más dinero para estar en MasterChef. Ahí se fue y la entendimos porque era un momento difícil del país”, recuerda.
“A mí me parecen mucho más interesantes las mujeres que nosotros. Son más amplias, más sanguíneas. Mucho más enroscadas, pero también muchísimo más inteligentes. Los varones somos más básicos, por eso me divierte más trabajar con mujeres. Me divierte el poder femenino”, sostiene Ángel sobre la elección de producción que tuvieron y se volvió su marca y la posibilidad de que un día tenga un staff masculino de panelistas.
“¿Estás garch…?”, le suelta Yanina Latorre a otra exangelita, una de las tantas con las que se sacó chispas al aire, mientras se prepara para realizar una foto grupal y espera su turno en la entrada del salón donde sigue la fiesta. “¡No sabés cómo!”, redobla la otra, jocosa, al tiempo que Mimi Alvarado, Carolina Molinari y Mónica Farro aparecen por la red carpet.
“Me acuerdo mucho las peleas de Yanina con Graciela Alfano que eran interminables. Peleó con todas, pero a Yanina no la soltaba y la enloquecía. Un día trajo una jaula con un loro. Ella es muy teatral”, cuenta el conductor, sobre los rounds que quedaron en la historia de su programa. ”Las peleas me divierten todas. No padecí ninguna porque a mí las peleas me entretienen”, reconoce el conductor, tajante. Pero ahora no hay tiempo para eso.
Todas vienen a su encuentro. Ángel se abraza a sus chicas, posan para las cámaras y los flashes y reflectores invaden el lugar.
Fotos: Gustavo Gavotti.