Lejos de las peleas y los conflictos, este jueves Gran Hermano (Telefe) vivió uno de los días más emotivos de la actual edición. Es que el reality le dio la bienvenida a un nuevo integrante, el cual causó todo tipo de sentimientos en los jugadores y que además cambiará la dinámica de la casa.
Todo se dio al comenzar el programa. Mientras los hermanitos se acomodaban para escuchar a Santiago del Moro, el Big anunció un nuevo Congelados. Entre la expectativa y el suspenso, los participantes descubrieron que había una valija en el frente de la casa. La misma tenía el nombre de Arturo.
Inmediatamente, todos los jugadores comenzaron a especular si se trataría de un nuevo participante. Lejos de esto, Furia analizó el nombre y sostuvo que podría tratarse de un animal. ¿No tiene nombre de perro?, dijo la doble de riesgo buscando apoyo entre sus compañeros. Así las cosas, Gran Hermano volvió a anunciar el Congelados. Mientras la casa se mantenía en silencio, cuatro patas atravesaron la puerta del lugar. Se trataba de un cachorro mestizo de galgo, que tiene un poco más de un año de edad.
Con la emoción contenida, los jugadores intentaban quedarse inmóviles. Una de las más afectadas era Paloma, que tuvo que esforzarse por no gritar y contener el llanto. Al cabo de unos segundos, el Big dio luz verde y poco a poco, los hermanitos se acercaron para conocer al nuevo integrante.
“Hola chicos, mi nombre es Arturo, tengo un poco más de un año de vida. Soy un perrito en tránsito, muy juguetón, y un poco temeroso pero estoy feliz de estar en la casa de Gran Hermano. Les detallo los cuidados que tienen que tener conmigo, como dos veces por día, a la mañana y a la noche. Como nosotros”, comenzó diciendo Mauro mientras leía las instrucciones que aparecían en la valija del animal.
“En cada comida como un vaso de un medidor completo, no puedo comer nada que no sea mi alimento, Deberán estar atentos a cuando me quede poquito y avisarle a Gran Hermano. La comida de mi platito no puede quedar ahí todo el día, en caso de que no la coma la deberán levantar y volver a poner en la bolsa. Tengo que tener agua fresca del dispenser siempre a mi disposición y necesito que me la renueven limpia en el recipiente siempre todos los días. Por favor tengan cuidado con dejar elementos pequeños que puedan quedar tirados en el piso, es peligroso ya que me los puedo comer”, continuó la pareja de Juliana.
Luego, en cuanto a la limpieza de la casa, Mauro finalizó: “Mis necesidades deberán ser levantadas diariamente para mantener la limpieza de la casa. Puedo deambular libremente por todos los sectores de la casa en cualquier horario, excepto en el de la piscina, en el que de estar siempre bajo supervisión, Tampoco deberé ser introducido al agua. Soy responsabilidad de todos en la casa, frente a cualquier señal de enfermedad que pueda tener denle aviso a Gran Hermano”.
La historia de Arturo, el perro rescatado de Gran Hermano
Una vez todos reunidos en el living, Santiago del Moro procedió a contar la historia de vida de Arturo: “Desde muy chico fue maltratado por sus dueños, quienes lo hacían participar de carreras clandestinas y lo utilizaban para cazar. Un día decidieron abandonarlo. Hace una semana fue encontrado en un descampado en la ciudad de Bragado, llevaba varios días sin comer y se encontraba en condiciones lamentables”.
Mientras escuchaban el relato, algunas hermanitas como Paloma, Zoe y Florencia no podían contener las lágrimas. Con un pañuelo en su mano, Paloma comentó: “Los animales son todo, son compañeros de vida, tener un animalito acá...a veces uno necesita una contención que acá hace falta, un animalito te llena el alma”.
Por último, al ser consultada por Santiago del Moro, Furia contó la última perra que tuvo en su familia: “Yo tuve una historia trágica con la perra de mi familia, me tocó a mi hacerle la eutanasia, así que yo despedí a la ultima perra y decidí tener gatitos. Y siempre que estuve acá dije, necesitamos un perro y todos me miraban como que eso no iba a pasar. Estoy orgullosa del regalo que nos dieron, es una locura lo que está pasando. Soy muy feliz, gracias por hacerme entrar a este programa, no puedo creer lo feliz que soy”.
Al cabo de un rato, ya entrado en confianza, Arturo descansaba en el interior de la casa sobre las piernas de Martin. El Chino fue uno de los que entabló una relación más estrecha con el animal, quien en un principio no se animaba a dejar la entrada del lugar.