Roly Serrano pelea por su vida desde el domingo 3 de marzo, cuando el vehículo que manejaba impactó contra otro en la ruta 9, a la altura de Baradero. Si bien en un principio parecía que el actor solo había sufrido unos golpes, se descompensó en el hospital de la ciudad bonaerense y fue trasladado al Instituto Médico de Alta Complejidad en Buenos Aires, con un cuadro crítico.
La primera semana su recuperación fue minuto a minuto y desde su círculo más íntimo pidieron cadenas de oración y aunar los pensamientos positivos de la comunidad del espectáculo y el público en general para empujar al actor de 68 años. Desde entonces, su salud fue oscilando entre algunas pequeñas mejoras y otros retrocesos, derivados principalmente de su dificultad para respirar por sus propios medios. Por este motivo, Serrano se encontraba sedado desde su llegada a Buenos Aires.
Con el correr de los días, entre la tarea de los profesionales médicos, la fuerza de voluntad del actor y el apoyo incondicional de sus seres queridos y del público, su salud empezó a mostrar algunas señales positivas. Hace diez días, los médicos le realizaron con éxito una traqueotomía, el primer paso para que pueda empezar a respirar por sus propios medios y que posibilitó que finalmente le retiraran la sedación. Y a las mejoras físicas se les sumaron las emocionales, en el reconocimiento a sus seres queridos que lo acompañan en esta batalla día a día.
“Mi hermano está re bien, pero súper bien”, le dice Gloria a Teleshow y en el tono de su voz ratifica su estado de ánimo. La mujer se convirtió en una de las voceras sobre el cuadro de Serrano, junto a los partes médicos emitidos por el IMAC, y el semblante fue cambiando a medida que evolucionaba la salud de su hermano.
“Están esperando que se cumpla un ciclo para ver que el Rolito está oxigenando bien. Le están sacando la graduación de la cánula para ya, calcula el doctor, en 10 días, o menos quizás por el avance que tiene mi hermano, ya le puedan sacar la cánula, el destete que le dicen”, agrega Gloria, respecto a los pasos a seguir.
En este sentido, señala que los doctores quieren estar seguros que todos los valores estén en los niveles correctos antes de derivarlo a otra institución. “Ahí (en el IMAC) no hacen la rehabilitación de foniatría, de fisioterapia, ergoterapia, todas las cosas que necesita mi hermanito. Entonces, lo trasladan para otro lado que van a hacer terapia de foniatría”, afirma.
Pero lo que más celebra Gloria es la mejora en el estado de ánimo y en volver a comunicarse con su hermano. Aunque sabe que todo será paso a paso, y tiene que acostumbrarse a hacerlo de otra manera. “Esas son las novedades, por supuesto cada vez más contenta, más tranquila, intercambiamos conversaciones aunque él obviamente no puede hablar”.
En este panorama, Gloria y sus familiares tienen que contenerse por controlar sus impulsos. “Le digo que no se esfuerce, pero tiene una voluntad... modula bien los labios, se hace entender, y por ahí se enoja”, dice, y cuenta una intimidad de los días de encierro en los que de a poco empieza a asomar la luz. “Se enoja mi amorcito tan lindo, porque claro, yo no le entiendo bien cosas y hay cosas que me pide que no lo puedo hacer yo, tengo que acatarme al protocolo”, lamenta, aunque sabe que es la mejor manera de que todo se solucione cuanto antes. Y agradece, a todos los que la acompañaron, física y emocionalmente, en este camino a la recuperación, para el que siente que cada vez faltan menos pasos.