Este viernes 22 Milo J dio su primera función en el Movistar Arena, ubicado en el barrio porteño de Villa Crespo. El joven cantante y rapero proveniente de la ciudad bonaerense de Morón dará también otro show en el mismo escenario este sábado 23 con la excusa de seguir dándole rodaje a las canciones de su álbum 111, pero también al resto de su repertorio. Para estas dos fechas vendió absolutamente todas las localidades y, de esta manera, cristaliza en cuanto a popularidad el gran momento que está atravesando.
Desde muy temprano, una pequeña multitud se congregó en las inmediaciones del estadio techado e hicieron filas de varias cuadras esperando ingresar al lugar y tomar una buena ubicación. Al entrar, pudieron ver la enorme escenografía que montó el equipo de Milo J para tan especial cita: una especie de monoblock con varias ventanas con vista hacia el público y de la cual saldrían tanto el anfitrión (que arrancó su show con el tema “No soy eterno”) como algunos de sus invitados.
Uno de ellos fue Bhavi, quien se sumó para cantar “Flechazo en el centro”. Un tema después, a esta dupla se le sumó Lit Killah y entre los tres emprendieron “Aeróbico remix”. Lit se quedó un ratito más sobre el escenario y junto a Milo presentaron la aun inédita “Carta de despedida”. También Yami Safdie se sumó a la celebración del artista de 17 años y aportó su voz para una versión de “Carencias de cordura”, la cual cantaron sentados alrededor de una mesa, como si estuvieran en un bar. En una clave más rapper, se subieron Foco Foking (para “Mi último peso”) y Akim 88 (en “No estoy”).
Otra de las canciones que Milo J interpretó en la velada y con las que demostró parte de su versatilidad estilística fueron “1 7 0 8″, “Fla”, “Sincera te”, “Fruto”, “A1re”, “Dispara”, “Morning”, “Toy en el mic”, “Una bala” y “M.A.I.”, entre muchas otras.
El vestuario de Milo J para su gran noche fue impactante. El artista llevó un atuendo confeccionado por la diseñadora Chiara Rossi que trabajó junto a la estilista personal de él, Alma María, para el look que llevó en el show: una camisa blanca y un pantalón con flecos, dueños de un estilo súper urbano con la cuota de espectacularidad que requería el momento.
Nacido como Camilo Joaquín Villarruel en la ciudad bonaerense de Morón, su primera pasión fue el fútbol. Pero un día se enamoró de las rimas después de ver batallas de freestyle vía YouTube, incluso animándose a competir en el underground. A partir de eso empezó a desarrollar su habilidad para sacar hacia afuera las cosas que le pasaban, lo que sentía y lo que veía. Y a la vez aprendió a autoproducirse: durante la pandemia vio todos los tutoriales que pudo y con una Conectar Igualdad armó los primeros beats que acompañaron sus versos. Ahí estaban los primeros palotes, el puente que más adelante lo llevaría hasta otro nivel.
“Cuando arranqué a grabar mis temas en un estudio que me dieron unos amigos, los del Bajo West, tenía 14 años. Entonces dejé de jugar a la pelota y dije vamo’ a mandarle”, contó Milo en una de las pocas entrevistas que dio hasta el momento. Con esa crew de su barrio, Bajo West, dio un paso hacia algo más profesional: “Tu paz”, “Morocha” y “1708″ -por el código postal de su barrio- fueron las primeras canciones con las que nutrió su canal de YouTube, la carta de presentación musical con la que empezó a ganar rodaje y a pelar versatilidad: partiendo desde el rap, podía coquetear con el r&b, el trap e incluso el bolero.
El primer gran golpe lo dio a mediados de 2022 con “Milagrosa”: Milo trascendió el ghetto y a la vez en que se volvía viral en TikTok, recibía el aval de referentes como Duki y Lit Killah, quienes reaccionaron elogiosos ante el hit. Ya en 2023 se hablaba de igual a igual con los artistas que le marcaron el camino y así grabó colaboraciones con Khea (“Nunca voy solo”) y Nicki Nicole (“Dispara”) para sus respectivos álbumes. En paralelo editó su primer ep, 511 (“Todos los 5 de noviembre pasó algo bueno en mi familia”, explicó sobre el significado numérico) y grabó el éxito “Rara vez” en compañía del productor Taiu -hijo de Víctor Heredia y excolaborador de Trueno.
En este punto las cosas se torcieron: a las pocas semanas de editado y cuando ya rankeaba alto entre los temas más escuchados de Argentina, trascendió un desacuerdo en cuanto a las regalías. La situación la terminó de blanquear el propio Milo, nada más y nada menos que en la “BZRP Music Session Vol. 57″. “Mi vida está perfecta, pero me pusieron de enemigos a mis hermanos / cuando los que me robaron fueron ellos / Pegué un tema top global y todavía no veo un peso...”, rapeó al respecto. Este lanzamiento -que en la previa hizo ruido por la transitoria y misteriosa mutación de Bizarrap a Bizapop-, vino acompañado del ep en dormir sin Madrid, trabajo en dupla entre el cantante y el productor. Y en noviembre pasado, Milo engrosó aun más su repertorio luego de editar 111, el álbum que está presentando en esta doble función en el Movistar Arena.
Fotos: RsFotos