“Quisiera que esto dure para siempre. Casi tanto como una eternidad”. Daniel Osvaldo eligió, en diciembre pasado, la popular canción de Los Ratones Paranoicos para confirmar su relación con Daniela Ballester. Los rumores habían comenzado a principios de ese mes, cuando fueron vistos juntos por primera vez luego de haber compartido un recital bajo la lluvia. Desde entonces, el exfutbolista y la periodista intentaron mantener un perfil bajo y evitaron dar detalles frente a cada cámara de televisión que los buscaba.
Mientras tanto, en sus redes sociales se mostraban muy enamorados: compartían fotos de sus apasionados encuentros, de sus reuniones con amigos, de sus vacaciones en la playa. Al igual que cualquier pareja. Él, por su parte, siempre se mostró reacio a hablar de su vida privada en los medios, y ella desde que abandonó Gran Hermano buscó cambiar su perfil, enfocado a su presente al frente de un noticiero.
“Estoy súper bien, súper feliz. Estamos muy, pero muy, contentos”, se limitó a responder la conductora cuando se animó a hablar de su vida privada luego de tantos intentos de distintos cronistas. En aquella breve nota, además, dejó entrever que su relación había comenzado tres meses antes de la confirmación pública. Es decir, en septiembre.
Así las cosas, entre románticos posteos por el Día de los Enamorados, y otras publicaciones sin ninguna efeméride o excusa para justificar sus demostraciones de amor, llegó la primera crisis. ¿Los indicios? Primero, dejaron de seguirse en Instagram, luego eliminaron las fotos que habían compartido anteriormente, y finalmente decidieron desactivar sus respectivas cuentas.
Poco después se supo el motivo: apareció una mujer que aseguraba que si bien nunca había visto en persona a Daniel Osvaldo, había hecho sexting. Según las declaraciones que hizo a principios de febrero, habían intercambiado fotos subidas de tono. Incluso reprodujo supuestos audios del exfutbolista. Sin embargo, quien fue señalada como tercera en discordia no volvió a referirse públicamente y desde el entorno de Osvaldo y Ballester desestimaron aquellas versiones.
Luego, cada uno regresó a su actividad 2.0 como si nada hubiera pasado. Otra vez los románticos posteos, fotos de sus encuentros amorosos y demás. Siempre evitaron hablar de cada una de las crisis que atravesaron en estos cuatro meses.
Hasta que los últimos días fue el cantante de rock quien decidió confirmar su ruptura definitiva. “Quiero aclarar que Daniela y yo no estamos más juntos. Fin del comunicado”, escribió en su cuenta de Instagram, la misma en que -una vez más- había borrado todas las fotos que compartió en los últimos meses. Ella, por su parte, eligió llamarse a silencio y volver a dar de baja su usuario en la red social. “No suelo hablar de mi vida privada, ni cuando estoy bien ni cuando estoy mal”, respondió la periodista a Teleshow.
Y cuando surgieron nuevamente los rumores de que había existido una nueva infidelidad por parte de él, fue el propio Osvaldo quien arremetió contra su expareja al dejar entrever que había sido la periodista quien lo habría engañado. “¿Tercera o tercero? (en discordia). Averigüen bien, chiquis (sic)”, escribió en sus redes sociales en un mensaje que horas después decidió eliminar.
Horas más tarde, esta madrugada, publicó un video de casi 10 minutos en el que habló a flor de piel y reveló que está haciendo tratamiento psiquiátrico por una depresión, y que también tuvo problemas de adicción a las drogas y al alcohol. En dicha publicación, además, le pidió disculpas públicas a Daniela Ballester por sus palabras.
“Es difícil para mí hacer este video porque… Nunca hice algo así. Pero creo que llegó el momento porque estoy bastante desesperado y no la estoy pasando para nada bien. Primero y principal, quiero aclarar que lo que dije sobre Daniela es mentira. Lo dije en un estado de enojo y de ceguera. Y estoy muy arrepentido porque seguramente mi dicho le haya traído problemas a ella en su trabajo y en su vida”, sostuvo Daniel Osvaldo.