En medio de una delicada denuncia que involucra a Walter Festa como a Romina Uhrig, ex Gran Hermano 2022, en una causa por lavado de dinero, apareció Lidia Uhrig, su madre, no precisamente para defenderla. La mujer se sentó en el ciclo de Ángel de Brito y se abrió sobre el espinoso vínculo que mantiene con su hija.
“Me cansé de que me trate como basura, que valore más al padre. Si el padre no le quiso dar el apellido”, lanzó, entre lágrimas mientras explicaba que salió a hablar de su hija cansada por los desaires que, aseguró, ella le vive haciendo mucho antes de hacerse famosa en el reality de Telefe. “Ella tiene mi apellido y es mucha la historia”, aseveró, en LAM.
“Ella cambió cuando empezó con este hombre Festa. Ella era diferente”, señaló, con dureza. “Me cansaron sus desprecios. Me cansó que siempre elija al papá cuando yo siempre estuve”, aseguró. “El padre dijo que no quería saber nada de ella”, dijo, mientras se abría sobre la dura historia de vida que vivió. “Yo sufrí violencia de género. Me han violado, el padre de ella con la panza así de grande me pegaba. Yo sufrí y las pasé todas. Desde chica”, relató.
“Quiero que Romina vuelva a ser ella”, repitió, mientras se dirigía directamente a ella mirando a la cámara. “Romi, perdoname, pero yo creo que vos estás enferma. Sé que vas a ver la nota, me parece que vos estás enferma”, siguió, durísima. En la misma entrevista se abrió sobre la vida difícil que tuvo en la prostitución y marcada por la violencia y los motivos por los que cree que la exconcursante del reality no tiene una relación de afecto con ella.
“Yo empecé a trabajar en la noche… Jamás había hecho un bucal, chicas. En mi vida. Jamás y empecé a trabajar porque una chica me dijo que era para hacer copas. Romina tenía 6 meses y yo no tenía ni para comprarle una leche”, recordó, emocionada mientras repetía que Romina se sentía avergonzada de ella como de su familia por “ser pobres”.
“Hice ese trabajo, pero me costó un montón. Ahora vivo de un kiosco, gracias a Dios. Trabajé en saunas y habré estado 8 años en Liniers. Por eso no puede estar presente como madre. Yo vivía con mi mamá y tenía que mantenerla a ella, a mi hermana Fabiana, a Laurita y en ese momento tenía cuatro chicos. Después el papá cayó con cáncer en los huesos. A él a veces lo veía pidiendo comida. Yo preferí trabajar de eso”, relató, sensibilizada mientras contaba que durante mucho tiempo era la ruta el lugar donde ejercía la prostitución.
Llorando, se dirigió a las panelistas del programa. “Yo ya no puedo tener relaciones sexuales. Yo ya no tengo vida. La que no trabajó y no conoce el trabajo ese, les puedo asegurar que no es lindo”, concluyó, quebrada.
En PH Podemos hablar había contado Romina momentos desoladores de su vida, como la de su madre. “De chiquitita tuve una infancia bastante difícil y mi mamá también. En un momento, ella estuvo con una persona que era muy agresiva, la maltrató mucho”, había contado en noviembre del año pasado.
“Cuando tenía 10 años, mi mamá se quiso matar. Estuvo muy mal porque un hombre la enloqueció. A mi vieja le costó muchísimo salir de eso. Se quiso matar, estuvo muy mal porque este hombre la enloqueció. Yo a mi vieja la saqué porque estaba por colgarse de una soga. Estaba en el baño de la casa donde vivíamos por ahorcarse y yo la saqué. Mi mamá se quemaba con los cigarrillos. Yo tenía 10 años ahí”, recordó, con dolor. “Mi mamá le dejo la casa, le dejó todo. Se fue con nosotros y desapareció. Nunca más lo volvió a ver”, rememoró.