La sociedad de la nieve era el crédito de habla hispana en la 96 entrega de los Premios Oscar 2024. Con autoría española, un guion coral uruguayo y el apoyo de todo América Latina, el filme de Juan Antonio Bayona no pudo hacerse de la tan ansiada estatuilla a mejor película internacional y tampoco logró alzarse en vestuario, las dos categorías que competía.
A pesar de la conmovedora historia basada la tragedia que marcó el rugbiers uruguayos, el filme del británico de Jonathan Glazer Zona de interés cumplió con los pronósticos y se llevó el premio. El galardón obtenido en los BAFTA lo colocaba como el gran favorito en la categoría que fue presentada por la impensada dupla compuesta por el músico Bad Bunny y el actor Dwayne Johnson, conocido como La Roca.
Ante el aplauso sostenido de la audiencia, Blazer subió al estrado acompañado por sus productores y protagonizó uno de los momentos más emocionantes de la noche, al lagrimear durante su discurso. Allí recordó a las víctimas del Holocausto, tal como lo hace en su historia llevada a la pantalla grande.
“Nuestra película muestra adonde conduce la deshumanización, en su peor momento. Ha dado forma a todo nuestro pasado y presente. Ahora mismo estamos aquí como hombres que refutan su judaísmo y el Holocausto secuestrados por una ocupación que ha llevado a conflictos a tantas personas inocentes,” señaló. “Ya sean las víctimas del 7 de octubre en Israel o el ataque en curso contra Gaza, todas son víctimas de esta deshumanización”, continuó Glazer
Previamente, la taquillera historia sobre la tragedia de los Andes también se había quedado sin el premio de maquillaje y peluquería, a la que se hizo acreedora Pobres criaturas. Las redes sociales siguieron palmo a palmo el desenlace y acusaron impacto del resultado, pero solo por un instante. Enseguida, el fandom de la película destacó el camino recorrido, la puesta en valor de una historia en la que la realidad supera a la ficción. Como había hecho en la previa Carlos Páez Vilaró, quien en diálogo con Teleshow.
“Ya estar nominados es ganar. La película es divina, es un gran homenaje a la vida y a la amistad. Y eso es lo que a mí más me importa. Pasó por diferentes festivales como San Sebastián, clausuramos el Festival de Venecia. ¿Qué más se puede pedir? Nos aplaudieron de pie diez minutos”, afirmó uno de los sobrevivientes del vuelo que se estrelló en la Cordillera de los Andes, frustrando la vida y los sueños de un equipo de rubgy del Uruguay pero dando paso a la leyenda.
El largometraje, basado en la novela homónima de Martin Amis cuenta la historia de una familia alemana que se muda justo al lado del campo de concentración y exterminio de Auschwitz, lugar en el que fueron asesinados más de 1,1 millones de personas (incluidos casi un millón de judíos) durante la Segunda Guerra Mundial. Y desde su perspectiva, tallada bajo una fotografía completamente milimétrica y encuadrada al grado obsesivo de Stanley Kubrick, vamos viendo toda su rutina mientras de fondo se escuchan los macabros ruidos que vienen del campo.
Durante sus casi dos horas, el largometraje nos muestra todo lo que hace la familia de Rudolf Höss (Christian Friedel), el comandante a cargo del campo de exterminio en Auschwitz, y su esposa Hedwig Höss (Sandra Hüller), quien se encarga de las labores domésticas con el apoyo de otras dos trabajadoras. No hay explosiones, no hay melodramas y no hay villanos. Simplemente, es la rutina diaria de una familia que vive en un lugar claramente inusual.