Evangelina Anderson regresó a la Argentina tras una prolongada estadía fuera del país, impulsada por el nuevo puesto de Martín Demichelis como director técnico de River. De a poco se fue reinsertando en el ambiente del espectáculo y desde hace meses es jurado en el ciclo Los 8 escalones donde se destaca con sus habilidades en el baile y el yoga.
Este movimiento de la familia no sólo representó un cambio en su dinámica personal, sino que además se tradujo en una oportunidad para que la empresaria explore nuevos horizontes profesionales en su país natal. Así, más allá de la luz que proyecta en la televisión, aprovecha estas plataformas para exhibir su versatilidad y conexión con el público a través de actividades que promueven el bienestar y la salud.
En las últimas horas, Evangelina fue parte de un momento muy especial, cuando en el marco de la definición del programa expresó: “Les voy a mostrar en este caso un tipo de estiramiento, de masaje, que se utiliza mucho después de hacer algún deporte o algún tipo de entrenamiento, y también se usa mucho en las empresas donde los empleados están sentados mucho tiempo en la computadora y contratan a un grupo de entrenadores personales que hacen este tipo de entrenamiento”.
Tras esa introducción se le acercó una colchoneta al estudio, además de luego presentar a su entrenador personal, Pablo Benadiba, para luego compartir una serie de técnicas avanzadas para mejorar la flexibilidad de su cuerpo. La escena más impactante ocurrió cuando Evangelina se tumbó en el suelo y colocó sus piernas en un ángulo de 90 grados sobre su entrenador, quien procedió a levantarla sujetándola de los brazos. Además, realizó otro ejercicio donde se suspendió del cuerpo de su entrenador, logrando una extensión completa de su cuerpo. Estas maniobras no solo demostraron su compromiso con la elongación y la mejora de su condición física, sino también el nivel de confianza y la técnica requerida para ejecutar dichos ejercicios de manera segura.
En una emisión pasada, la jurado también fue acompañada al ciclo, pero esta vez por su hija Emma: “Hoy quédense tranquilos que no los voy a hacer bailar a ninguno de ustedes, hoy vine con un abrojito, con Abrojito Demichelis”, explicó, llamando a su niña con el apodo con el que la conocen en las redes donde es toda una celebrity. La cuenta emmademichelis tiene 281 mil seguidores y como dice en la descripción, la administradora es la propia Eva. Mientras de fondo empezó a sonar “Despechá” de Rosalía, madre e hija bailaron al compás y con su coreografía llenaron de ternura la pantalla.
En este año viviendo en Argentina, la modelo y el entrenador tuvieron que adaptarse al ritmo de vida del país,y lo mismo hicieron sus tres hijos. El mayor, Bastian, sigue los pasos de su padre en las inferiores de River Plate, donde es compañero de Valentino, el hijo mayor de Maxi López y Wanda Nara. En tanto, las niñas Emma y Lola fueron inscriptas en un prestigioso establecimiento educativo que sigue un programa de aprendizaje mixto entre el estadounidense y el argentino. Esta elección permite a las estudiantes una modalidad distinta en cuanto al calendario escolar, tal como se pudo advertir en las fotografías compartidas por la empresaria a comienzos de febrero.
“Para todos los que me preguntan, las chicas van a un cole internacional acá en Argentina. Su calendario es diferente, así como el sistema educativo. Por es motivo, el viernes pasado empezaron las clases. Las vacaciones largas serán a mitad de año y es a esa altura del año que pasan al siguiente grado escolar”, detalló en su cuenta de Instagram la influencer con casi 4 millones de seguidores, junto a una imagen de las niñas asistiendo a clases, casi un mes antes que el resto de los chicos.