Carlos Campilongo, es un ser sensible, atento y cuenta su historia con mucha humildad y saboreando cada una de las palabras que pronuncia. Será parte de la nueva versión de la Familia Musicardi. “Yo hago ravioles, ella hace ravioles, yo hago puchero, ella hace puchero”; “¿Sabés lo que tenían para comer? Tres empanadas. Me partieron el alma”. Esas frases que todos dijimos alguna vez, y que quedaron grabadas para siempre, forman parte del guión de una de las películas de culto del cine argentino: Esperando la carroza. En torno a esta obra, hay novedades para los fanáticos de la cinta de Alejandro Doria, y es la confirmación de que en Abril llegará una nueva versión teatral de la historia. Uno de los mayores interrogantes es el elenco y, recientemente, se supo quién será el encargado de interpretar a uno de los personajes más icónicos, el de Mamá Cora, históricamente personificado por Antonio Gasalla.
Esperando la carroza se estrenó en el cine en 1985, con un guion escrito por Alejandro Doria y Jacobo Langsner y un elenco de lujo encabezado por Luis Brandoni, Betiana Blum, Antonio Gasalla, China Zorrilla, Mónica Villa, Enrique Pinti, Juan Manuel Tenuta, Julio de Grazia y Darío Grandinetti, entre otros. Si bien pasaron 38 años, lo cierto es que la película continuó reproduciéndose en los canales de aire y se convirtió en uno de los clásicos que sí o si hay que ver por lo menos una vez. Incluso, en 2009, se estrenó una segunda parte con algunos de los actores originales y nuevas incorporaciones, aunque no tuvo el éxito de la versión original.
Sin embargo, ahora los fanáticos podrán revivir la historia de 1985, pero en teatro. Ante esto, más de uno se preguntó por los actores que se pondrían en la piel de los míticos personajes, ya que son personalidades difíciles de interpretar. Pero, uno de los misterios ya fue develado y se supo quién ocuparía el rol de Mamá Cora, el cual fue interpretado en la película por Antonio Gasalla y se convirtió, indiscutidamente, en uno de los personajes del cine argentino más memorables de la historia.
—¿Estás ensayando y darle vida al personaje emblemático de la abuela en Esperando la Carroza?
—Sí, estamos ensayando mamá Cora con Ciro Zorzoli y con el elenco. Las funciones van a ser en el teatro Broadway desde abril y en el mismo mes se estrena en unipersonal en Amazon Prime, marzo abril va a ser intenso porque también debo ir a México por laburo.
—¿Qué vas a hacer en México?
—Se ríe. Eso no lo puedo decir. Las plataformas te hacen firmar cosas secretas. Hoy por hoy, desgraciadamente se está produciendo allá, en México y otros países. Son trabajos que podrían producir acá en Argentina, pero hoy con nuestra realidad, es difícil. Pero lo que voy a hacer no es ficción, pero no puedo contar más.
—Repasemos el elenco...
—Están Pablo Rago, Presta, Paola Barrientos, Ana Katz, Vale Lois, Mariano Torres. Divino, elenco.
—¿Están ensayando todos juntos, o vos lo estás haciendo aparte?
—En algunos casos tenemos ensayos todos juntos, pero en algunas oportunidades tengo ensayos solo, porque en esta versión hay varios personajes que van a ir apareciendo en escena, que no puedo adelantar nada, es secreto, (Se ríe)
—¿A vos qué te pasa en el cuerpo?
—Trato de no ser muy consciente de todo eso porque si no me apabulla o me estreso, entonces trato de hacer bien mi laburo y después en algún momento puedo ponerme enfrente y decir: “guau, mira esto”. Me da muchos beneficios eso de no ser muy consciente de llevarla muy inconscientemente la carrera.
—¿Cómo fue la propuesta, quién te llamó?
—El primero fue Gustavo Yankelevich. Me propuso y me encantó. Al mismo tiempo vi la zona de riesgo, porque el elenco original fue maravilloso y empatar eso es un logro. Por otra parte dije qué a mamá Cora la hago, pero mi versión o hago la de Antonio, que es amigo mío. Lo pensé, iba a hacer una versión mía de Cora y un día me puse de público. Hice el ejercicio de entrar a ver la función y sentarme a verla. Y cuando aparecía la abuela...con otro pelo, hablando distinto y qué sé yo... dije Uyyy., nooo. Me sentí un poco defraudado y a los diez minutos me gustó lo que estaba viendo. Pero esos diez minutos no estuvieron buenos y dije no, voy a hacer la versión de Antonio, que a mí me parece increíble.
La gente va a querer ver a mamá Cora, sería como una suerte de homenaje también. Absolutamente, o quiero arrimarme ahí. Aparte, la gente me dice ¿Quién hace de China Zorrilla? ¿Quién hace de Luis Brandoni y quién hace de Cora? Nadie, me dice quien hace de Gasalla. Como que es un personaje vivo. Es muy loco. Me preguntan así y es una alarma. No puedo defraudar al público. Es verdad. que va a tener mi firma, mi pluma y mi estilo. Pero el mío va a ser un homenaje a la mamá de Antonio.
—¿Te acordás cuando viste la película por primera vez?
—Yo vi la película, creo que como todos y es una parte nuestra. Pasa el tiempo y sigue hablando de nosotros. Es mi casa de Parque Patricios, donde pasa todo. Sí, del 80 y pico es. Yo era chico, era adolescente cuando la vi. ¿Ya eras actor o buscabas serlo? No, para nada. En esa época estaba vendiendo vasos por la calle, los pintaba yo y salía a venderlos. Eran de vidrio, los pintaba y después se fija la pintura en un horno. Como yo no tenía horno no podía volver a vender por el mismo barrio, entonces iba a Flores y después nunca más iba a Flores. Pintaba y a la primera lavada se borraba el dibujo. Podría leerse como un tramposo, pero en realidad era un croto. Tenía que sobrevivir. No, no era embaucar a nadie. Y de vender vasos hasta los 22.
—¿Qué hiciste despúes?
—Y fui empleado de Pamper Nic. Diseñaba, fabricaba y vendía ropa. Fui escultor y hasta gané premios. Me presenté en la primera Bienal de Arte joven que se hizo en la época de Alfonsín y ahí gané. Me fue re bien. Y como escultor. ¿Qué era lo que hacías? Siempre me gustaban las manualidades, me recibí de modelista de moldes de ropa, estudié eso y me recibí de eso. Y después siempre hice manualidades y dibujé. Luego empecé con la escultura en yeso y hacía esculturas que las vendía y me iba muy bien con eso también.
—¿Qué tipo de esculturas?
—Fíjate que hago las prótesis de nariz y otras cosas y para todo eso me sirvió mucho la escultura porque esculpo y hago molde contra molde y todo eso. Las esculturas que hacía se exponían y se vendían, era surrealismo y obras de gran tamaño. Empecé per paciere y me fue bien con eso también.
—¿La actuación vino después de mucho tiempo?
—Después de mucha búsqueda. Sí. Qué iba a hacer de mi vida. Y a los veintipico empecé con lo de la actuación. Estudié muchísimos años y cuando me sentía preparado, me subía al escenario. Una búsqueda permanente... Sí, sí. La búsqueda siempre fue una constante en mí. Me parece muy corta la vida. Todo me entusiasma. También soy un fanático de las plantas, armo árboles de durazno desde un carozo. Estuve estudiando eso mucho tiempo sobre el abono, nada que ver con lo que ustedes conocen de mí. Muchas cosas me apasionan igual que la actuación. Soy inquieto.
—¿Sos obsesivo al momento de encarar tus personajes, de trabajarlos?
—Sí, soy muy obsesivo y como se dice un enfermo de laburo. Cuando engancho algo y me apasiona, la verdad que me quita el sueño. Los personajes los armo de base. No que me ponen la peluca que eligieron y la ropa que eligió alguien. Armo al personaje. Tuve una reunión con la gente de realización y vestuario y determinamos que hay cierta parte de la obra donde voy a meter mano. Ya lo hice en un unipersonal donde cerraba el espectáculo con 30 gallinas que cacareaban y ponían huevos. Entonces yo por esa vereda ya pasé y acá vamos a andar por un lugar en algún momento parecido. Y soy un enfermo de laburo.
—Sí, pero también lo disfrutas, no es que lo padeces.
—Es que forma parte de mi laburo Es como ir a un restaurante y el dueño te cocina la comida. No es que yo pongo la cara, yo hago todo. Soy el absoluto responsable de lo que ven de mis trabajos. Yo lo entiendo así. Combinamos con un director y llegamos juntos a un puerto. Pero que nunca me saquen esa posibilidad porque a mí me apasiona.
—¿Alguna vez Antonio llegó a ver a tu mamá Cora?
—La vio porque él veía NotiCampi, donde yo hacía una galería de personajes entre ellos a la abuela. Una vez le pregunté si la había visto y cuando le pregunté si la había visto se había olvidado, pero sí, la vio.
—¿Y qué te dijo, le cayó bien?
—Sí, sí, conmigo siempre un amor. Yo lo adoro siempre. Él siempre me llama para elogiarme y para decirme cosas lindas, nunca tuve una crítica fea. Los ratitos que hablábamos me hacía observaciones para sumar, siempre muy generoso conmigo. Sé que está muy bien cuidado donde está internado y con todos los cuidados. Casi todas las semanas hablo con su hermano Carlos, conversar con él me hace sentir cerca de Antonio.
—¿Cuándo haces mamá Cora, en alguna mujer que haya pasado por tu vida, algún familiar, alguna vecina? ¿O solamente incorporas la de Antonio?
—Yo voy mucho a lo de Antonio, sobre todo con ese personaje. Trato de ser muy respetuoso con la construcción para armarlo, además tan icónicos como la abuela. “La carroza...” es mi casa de Parque Patricios, seguramente todos en mayor o menor medida los tenemos, los conocemos. Se juntan nuestras miserias, toda esa cosa italiana y española que tenemos, que es inevitable lo tenemos incorporado y que en lo cotidiano se refleja en las familias, en el barrio.
—¿Deberíamos estudiarla en la escuela?
Sí, totalmente...¿Sabes que lees la obra? Y te das cuenta lo tan bien escrita que está, llena de sutilezas. Escrita con humor y luego decís mira lo que acabo de ver, te cae la ficha y te cagas de risa y uno comienza a desandar el camino.