Durante la mañana del martes la muerte de Camila Perissé golpeó profundamente al mundo del espectáculo. Una de las actrices más emblemáticas de los 80, tapa de revistas y deseo de millones de argentinos, falleció casi en el anonimato, con la compañía incondicional de su marido Julio Chino Fernández y tras años de batallar con un cuadro delicado de salud.
Muy lejos habían quedado los años de esplendor, sepultados por su larga lucha contra las adicciones. Encontró el amor y buscó reinventarse en su vocación artística, recorriendo el país y el mundo con un espectáculo de tango y actuación. Hasta el cuerpo le pasó factura y los problemas de salud se acrecentaron. Los focos ya no se posaron en ellos, ni en sus vidas en el campo. Y su último adiós, un reflejo de su actualidad: sobre su cajón, solo la lloraban su marido, su cuñada y dos amigas.
Los restos de la actriz fueron velados en una ceremonia íntima en el Cementerio de la Chacarita, como paso previo a la última voluntad de la actriz que brilló junto a figuras como Tato Bores y Jorge Porcel. Vestido íntegramente de negro, Fernández escuchó conmovido el responso del sacerdote del cementerio, junto a las tres mujeres que lo acompañaron en el ritual y despidió el féretro con un beso lleno de dolor.
De acuerdo a la información a la que accedió Teleshow, el deseo de Camila es que sus cenizas sean esparcidas en Mar del Plata, la ciudad en la que nació como Camila Porro hace 70 años y donde surgieron sus primeros sueños de artista. “Su deseo es que estén en la antigua Playa de los Ingleses, hoy Varese, junto con su mamá”, le contó el viudo a este medio.
“Quiero informarles a todos los que han querido y respetado a mi compañera, a mi amiga, a mi amor, que ya se fue. Está caminando por la calle Corrientes”, escribió el Chino en sus redes sociales al informar la muerte de su amada. Fueron más de treinta años de un vínculo redentorio por el que ambos pelearon hasta el final.
La última internación de la actriz fue el pasado sábado 21 de enero en el hospital Español, donde su corazón dejó de latir. Ya en aquel momento su abogado Matías Garcete y su marido habían advertido que su situación era prácticamente irreversible. “Su salud se agravó por una neumonía que se agarró en el lugar donde estaba siendo cuidada. Está con asistencia respiratoria y el cuadro es terminal”, declaró en Mitre Live. Poco tiempo después, su cuerpo dijo basta.
El día después de la muerte, Fernández reveló sus pasos a seguir para honrar la muerte de su esposa: “Va a llevar mucho trabajo, pero cuento con varios profesionales que me ayudan para que pueda plasmar lo que se va a llamar la Ley Camila Perisse”, expresó en el Diario de Mariana. Según su testimonio, poco antes de morir Perissé le rogó que luche para que otras personas no tengan que pasar por lo mismo que pasó ella: “No quiero que nunca más una jubilada, un jubilado, un discapacitado y que no tenga poder adquisitivo, padezca lo que padeció ella y lo que yo vi durante tres años, porque fueron cinco lugares y vi cosas terroríficas”, lamentó.
Fotos: Gentileza Diario Popular