La actriz y vedette Camila Perissé, famosa en los ‘80 y ‘90, enfrentó el último tiempo un duro revés en su carrera y vida personal debido a una mala praxis médica que desencadenó en una grave enfermedad. Acontecimientos que sumieron a la estrella en un estado crítico de salud, alejándola completamente del medio artístico que una vez dominó con su talento. Finalmente, en las primeras horas de este 27 de febrero falleció en el hospital Español donde se encontraba internada. Tenía 70 años.
Reconocida por su contribución significativa al cine, teatro e incluso televisión, vivió momentos de esplendor profesional antes de su abrupta transición a un escenario de lucha y resistencia personal. La complicación de su estado de salud se atribuyó a un error médico, transformando su cotidianidad y forzándola a retirarse de la vida pública que tanto le apasionaba.
En el apogeo de su carrera, se destacó por su versatilidad y carisma, conquistando tanto el mercado local como internacional. Sin embargo, esta etapa dorada dio un giro inesperado cuando la actriz comenzó a enfrentar serios problemas de salud. Sumida en tratamientos y procedimientos médicos, su lucha contra la enfermedad marcó un antes y un después en su vida, evidenciando la importancia de acceder a una atención médica competente y ética.
La pantalla grande la tuvo como actriz principal en filmes de la talla de Atrapadas (1984) y Los gatos (Prostitución de alto nivel) (1985), además de clásicos de la época de oro de la comedia en el país con películas como Encuentros muy cercanos con señoras de cualquier tipo (1978), Los superagentes no se rompen (1979), Departamento compartido (1980) y Te rompo el rating (1981).
Su irrupción en la pantalla chica fue en 1988 cuando se convirtió en la principal acompañante de Tato Bores en Tato vs Tato, con quien en el cine ya había protagonizado el filme Departamento compartido. Época dorada cuando los flashes la abrazaban y los hombres también. Vivió romances con Alejandro Borensztein (el primogénito de Tato), Darío Grandinetti, Fernando Olmedo, Juan José Camero, este último con quien en 1983 compartiría cartel en Esa provinciana, novela emitida por Canal 9 que consistía en un remake de Muchacha italiana viene a casarse (originalmente 1969), reciclando la idea de la inmigrante en la gran ciudad.
Sin embargo, más allá del glamour, la vida de la actriz se tornó un espinoso camino marcado por la dependencia a las drogas y por periodos de profunda depresión. A pesar de negar inicialmente su situación, Más tarde admitió encontrarse en un “pozo” del cual le costó salir. La transformación de su relato público desde anécdotas de éxito hasta confesiones de su lucha interna, revela la complejidad de su experiencia personal.
La década de 1990 trajo consigo un punto de inflexión para Camila. Un encuentro con Julio Fernández, conocido como el Chino, en un pub, marcó el inicio de su recuperación. Éste no solo le ofreció ayuda y apoyo, sino que eventualmente se convirtió en su compañero de vida. Con su ayuda, Perissé logró desintoxicarse, enfatizando que la determinación para superar sus adicciones tenía que venir de un esfuerzo personal.
Para 1991 llegaría la icónica portada de Playboy, de la que luego recordaría: “Fue por dinero infame. Pero me puse allí para que pudieran aprovecharse”. En esa {epoca, la pareja, a pesar de las dificultades económicas, encontró refugio juntos y se aventuró a Estados Unidos y posteriormente a Europa, antes de volver a Argentina en busca de tranquilidad.
“Me cansé del medio. Nos fuimos a vivir a Nueva York, pusimos un café al que le fue muy bien, recogía cosas que tiraba la gente y las reciclaba. Además, soy artista plástica. Estuvimos muy bien, me recibí de personal trainer y fue muy lindo”, explicaría sobre su ausencia del país, al que regresó en el año 2008, para instalarse en la localidad de Lobos, donde también condujo un programa radial.