Después de haberse conocido hace quince años y vivido un romance breve pero intenso, el destino reunió nuevamente en 2021 a Calu Rivero y a Aíto de la Rúa en Punta del Este, un lugar donde ella pasa gran parte del año. La historia de este reencuentro capturó la atención de muchos, dado que ambos eligieron llevar su relación lejos de la atención pública y los medios de comunicación que anteriormente habían documentado sus vidas.
Incluso, meses después de aquel momento, se reveló que la pareja no solo se había reencontrado sentimentalmente sino que también estaban esperando su primer hijo. Este giro señaló un nuevo capítulo para los dos, noticia que fue motivo de alegría para sus seguidores y familiares.
“Nos reencontramos después de 13 años en Uruguay. Belleza, belleza, la vida, lo que ya está escrito, ¿qué decirte?”, expresaba la actriz también conocida como Dignity en un móvil que le dio a LAM, para hablar de su nueva situación sentimental, sin dar demasiadas precisiones explicó que se habían separado en buenos términos: “Quedamos siempre muy bien, es un hermoso hombre y lo sentí siempre familia, pero ni en pedo me imaginaba esto trece años después, el padre de mi hijo o mi hija”, reconoció, y contó cómo lo vivían: “Estamos sorprendidos pero también maravillados, confiando mucho en eso que es más grande, que no se entiende pero que está escrito”.
Al confirmarse el embarazo, la actriz fue mostrando las etapas más importantes de la gestación de su primogénito, entre rituales espirituales, clases de gimnasia, fotos, abrazos y mucho amor con sus millones de seguidores como testigos. Y el 22 de febrero nació el niño, al que llamaron Tao y que llegó al mundo en un parto casero. “Como yo deseaba”, sintetizó la actriz, que bajó notoriamente su perfil en el último tiempo.
Pasó un año de ese momento y en las últimas horas, la influencer compartió a través de sus redes sociales detalles de la celebración íntima llevada a cabo en las playas de Punta del Este. El evento contó con la presencia de los padres del festejado, quienes organizaron un encuentro al aire libre para marcar este hito especial. Según se desprende de las imágenes, optaron por una celebración que resalta la importancia de la intimidad y la conexión con la naturaleza.
Así, mantas y alfombras adornaron la arena, lo que creó un espacio acogedor donde los invitados se sentaron en círculo, simbolizando unidad y comunidad. Una carpa de estilo indio fue el centro de atención para los más pequeños, quienes disfrutaron de juegos y actividades diseñadas especialmente para ellos. Al caer la tarde, la celebración se trasladó a la residencia de Rivero y De la Rúa.
En cuanto a la temática elegida para conmemorar este primer año, se destacó una torta arcoíris en cuya superficie se encontraba decorada con el símbolo del yin y yang, preparada específicamente para la ocasión por la madre.
Tao, por su parte, lució un atuendo que refleja el cariño y la atención al detalle de sus padres, vistiendo babuchas blancas con corazones rojos y un chaleco rústico, complementado con un collarcito de ámbar, simbolizando protección y bienestar. Este conjunto no solo resalta la ternura del pequeño sino también las creencias y valores de su familia.
“Un bebé es lo mejor que me puede pasar. Lo vivo como todas las madres, cambiar pañales, la teta, amor, felicidad, baba”, explicaría en los últimos eses sobre este nuevo rol en su vida, “¿Volverías al medio?”, fue la pregunta de uno de los cronistas que la abordaron, ante lo que simplemente contestó: “Estoy en el medio. Uno no desaparece, uno es así”.