Tras cuatro años y siete meses de cárcel, Rubén Castiñeiras, más conocido como El Pepo, recibió su libertad. Después de haber cumplió su condena, tras ser sentenciado por el accidente en el que causó las muertes de dos de sus músicos, el artista se reencontró con sus seres queridos. Entre amigos y familia, el intérprete de cumbia villera disfrutó del primer día de su nueva vida.
Una de las primeras cosas que hizo El Pepo fue visitar a su madre. Escondido detrás de un arbusto, vestido de gorra, bermuda y una remera que decía ‘La lucha continúa’, el músico habló a cámara y dijo: “Vamos a sorprender a Julia, mamá”. Acto seguido, se dirigió a la puerta y sorprendió a la mujer, causándole un grito de emoción: “Ay, no lo puedo creer. Por Dios, me dijiste que venía la Pepa”.
Sin soltarlo, y apretándolo contra su pecho, Julia le mostró a su hijo todo su cariño y dejó ver cuánto lo extrañaba. En medio de ese fuerte abrazo se la escuchó pronunciar en el video: “Qué lindo mi amor, por fin mi amor. Te extrañaba mi amor. Ay que lindo, hace cuánto tiempo que necesitaba esto”.
Horas más tarde, el cantante compartió una noche rodeado con amigos y seres queridos. En su cuenta de Instagram, su abogado defensor, Miguel Ángel Pierri, publicó una foto retratando el encuentro. Al costado de una pileta, la imagen mostraba once personas que rodeaban a El Pepo en su primer día de libertad. La publicación fue acompañada por la frase: “Somos un equipo”. El letrado replicó el mismo material en X, aunque allí escribió: “Promesa cumplida. Esta noche iba a ocurrir y esta noche ocurrió. Todo equipo de defensa y soporte de Pepo, abogados, familia y hasta SPARKY, faltan con aviso Ing. De Simone y Tomasito Fraga. Gracias a todos”.
El artista recuperó su libertad luego de haber sido condenado por el accidente en el que murieron dos de sus músicos en julio de 2019. Aquella noche, Rubén Castiñeiras viajaba hacia Villa Gesell junto a una bailarina (Romina Candia), al trompetista de su banda (Nicolás Carabajal) y su asistente (Ignacio Abosaleh). Los jóvenes viajaban en el asiento trasero de la camioneta Honda CRV que conducía el cantante cuando esta volcó en la ruta 63, en Dolores.
El trayecto a la ciudad costera, que tenía como objetivo dar un recital, terminó con los jóvenes muertos. La bailarina, quien resultó herida, debió ser internada, aunque quedó fuera de peligro. Abosaleh, que había sido bombero voluntario, era papá de Ian, actualmente de 10 años. “Él es hermoso, el vivo retrato de su papá. Le mostré fotos de su papá chiquito y me dijo que eran iguales, va creciendo y se parece cada vez más. Tiene la personalidad fuerte que tenía mi hijo, se enoja como él, come las mismas cosas, dejó de comer cosas que comía con su papá, lo dejó guardado en su corazón”, había contado su mamá, Patricia Achu, en una entrevista con este medio.
Carabajal era papá de Alma, de un año y medio en ese entonces, y estaba esperando a Mateo, que nació dos meses después de su partida. Hace un tiempo Romina, su esposa, se mostró desilusionada: “El pedido de Justicia sigue ahí en la nada, yo ya perdí las esperanzas, en este país la seguridad vial es una vergüenza, no está en ninguna agenda política. Seguimos sin fecha de juicio, nada avanzo, el homicida vial goza de salidas laborales, además de todas las salidas por médicos que tiene, que son muchísimas, todo dudoso, nadie controla nada”.
Después del accidente, El Pepo pasó diez días en el Hospital Municipal San Roque de Dolores. Ahí Castiñeiras recibió el alta médica y fue alojado en la Comisaría N° 1 de Chascomús. Luego, lo trasladaron a la Alcaidía N° 3 de Melchor Romero, en La Plata. En ese lugar sufrió un accidente mientras jugaba al fútbol: se fracturó una pierna y, tras ser operado, le concedieron el beneficio del arresto domiciliario. En esa condición siguió adelante con su carrera y grabó nuevas canciones.