Hace 24 años la vida de Beatriz Olave daba un vuelco para siempre. El 24 de junio del 2000 fallecía en un accidente automovilístico el mayor ídolo popular que tenía la música del cuarteto en ese momento, Rodrigo Bueno. Pero también su muerte dejó innumerables dolores entre sus fans y en especial entre sus seres queridos. Ese fue el caso de su mamá, quien sigue recordando y homenajeando a su hijo mayor a pesar de los años.
En un diálogo íntimo con Ángel de Brito, para LAM (América), desde Córdoba, la mujer se sentó frente al móvil que, en este caso, estaba conducido por Marixa Balli, una de las angelitas del ciclo y exnovia de El Potro. “La relación entre Marixa y Rodrigo empezó casi por mí. Resulta que ella trabajaba en una revista con Alejandra Pradón, y Rodrigo tenía que hacer un video con “La chica del ascensor”, comenzó relatando Olave con la cantante de música tropical a su lado. “Veníamos en el colectivo y él me preguntó ‘¿Cuál de las dos te gusta?’ Y yo le dije, ‘la morocha’. Recuerdo que yo me peinaba con una media cola arriba de la cabeza, y ella también. Cuando hicieron el video, en un ascensor de esos viejos, el papá de Rodrigo y el representante presenciaron todo. Cuando tenían que darse un beso no se dieron un beso, se dieron un besazo, y empezó una relación de amor que duró hasta el último día de su vida”, aseguró la también mamá del cantante Ulises Bueno.
Más adelante, Beatriz continuó contando sobre la cercana relación que Balli había entablado con su hijo. “Ella fue una persona que no podía entrar a los bailes pero era muy ubicada, se escondía en el último rincón para que no la vieran y no resaltar. Cuando salían del baile, los varones le pedían autógrafos a ella y las mujeres a él. Las fanáticas le querían dar vuelta el auto, la querían matar, pero ella fue siempre una persona como es hasta el día de hoy, como somos nosotros, sin soberbia, porque los humos son para el cigarrillo, los asados y las velitas que le prendemos a Dios. Ella es tan humilde que fue a pasear a la colonia de los canillitas, que fue donde yo vendía diarios desde los cinco años, y fue con una tanguita diminuta, todos la miraban”, recordó con su particular estilo cordobés. A su lado, sosteniendo el micrófono, Marixa asentía. “Es verdad, íbamos con toda la familia de Rodrigo”.
Acto seguido, Ángel quiso saber si Rodrigo era celoso. “No sé cómo lo manejaba, creo que si la podía atar en algún momento lo hubiera hecho. Bueno, en realidad lo hizo, ella lo contó”. La empresaria textil aclaró que ella se arrepintió de haber hablado de ese detalle. “No quiero que piensen que él era violento, porque nada que ver. Me puso unas esposas de plástico que le había regalado la madre”, expresó.
Después, la mamá del ídolo cordobés reafirmó que Marixa había tenido un noviazgo con su hijo más allá de las críticas que afirman que fue un romance pasajero. “Hace 34 años que conozco a Marixa Balli. Ella tiene cartas, tiene temas que Rodrigo le escribió y viene cualquier persona que no conoció nada de la historia y habla de ella lo que quiere, y eso es injusto”, sostuvo. Y luego fue por más: “Si yo hubiera podido elegir a mi nuera la hubiera elegido a ella. Porque la nuera quiere a la madre de su amor, y si no es así es porque en verdad no lo quiere. Nosotras vivimos los mismos dolores y los mismos amores por la misma piel. Yo la he encontrado yendo a comprar a La Salada y ella vendiendo allí”, aseguró.
En cuanto a la película que se hizo sobre la vida de Rodrigo, El Potro, lo mejor del amor, Olave confirmó que no le gustó. “No me gustó porque una persona despechada contó su vida y había que contar la vida del artista. A mí me hicieron hablar cuatro horas para contar la vida de mi hijo y cuando se les dio la gana de mostrármela ya estaba todo hecho. Mi hijo era un cualquiera, lo hizo una persona resentida. Si vos lo querías realmente, contá algo lindo de esa persona. Yo amo a mi hijo y jamás tuve un Edipo con él, pero jamás le di un beso en la boca ni nada por el estilo. Si tenían ganas de darle un beso en la boca al actor, se lo hubieran chapado pero no era real. La película fue por el odio. Lo pusieron a mi marido, que se murió en el 91, ¿qué hacía mi marido en la película? pero con tal de no ponerme a mí, hicieron eso. A mí me pusieron con sacos rotos, con anillos de plástico espantosos”, señaló visiblemente enojada.
Un rato después, Beatriz hizo pasar a su nieto del corazón. “Este pibito se llama Rodrigo, nació el 28 de mayo del año 2000. Tiene mamá y papá acá, mi hijo se va de este mundo el 24 de junio. El papá lo lleva a un ensayo, y él es mi nieto del corazón porque yo en la desesperación de la vida y de mi dolor volví a ver a mi hijo, porque era blanco, porque tenía ojos celestes”, relató mientras acariciaba al joven. “Paseaba con la cuna por todos lados porque era mío y se quedó a dormir en mi casa. El dormía sobre los afiches de Rodrigo, él me ayudó a pasar las Navidades descalza comiendo unos fideos con su mamá y su papá. A los 2 años tocaba la batería, a los 4 años me prometió que cuando creciera iba a venir a vivir conmigo. Hoy tiene 23 y canta muy bien, es corista de Ulises, toca todos los instrumentos y hacía la mueca que hacía Rodrigo. Este chiquito me ama sin que nadie le haya dicho nada. Yo lo amo y lo voy a amar toda la vida porque nunca nadie me dio el cariño que me dio él en la soledad de mi alma cuando había perdido a mi hijo. Llegó a mi casa, está con nosotros, trabaja con Ulises, canta muy bien”, sostuvo con la mirada sobre el joven que le acariciaba la mano.
Este hecho desconocido hasta el momento, le dio pie a De Brito para preguntarle por su verdadero nieto, Ramiro Bueno. “No quiero hablar de eso. No hablo de gente que no conozco, no hablo de los desconocidos, no conozco bien la historia, cada uno que viva su vida de la mejor manera. No quería llegar a esto. Tengo 5 stents, y me los logré porque me han clavado puñales, me han clavado con guadaña. Soy una persona que trabajo desde los cinco años vendiendo diarios y me siento orgullosa de haber trabajado toda la vida”, aclaró tajante.
Para cambiar de tema, y antes de cerrar la entrevista, Beatriz contó cómo se ocupa de su cuidado personal. “Uso pelucas distintas todos los días, ayer me puse una afro. Siempre usé botas y el que me copiaba las botas a mí era Rodrigo. Tengo de todos los colores, pero no las compro ahora porque son incomprables. Ahora la plata no me alcanza ni para comprar medias”, concluyó la mamá del mítico Rodrigo.