Vivió la fama mundial y cuando eso terminó, la oscuridad: el refugio en la Biblia y el acompañamiento de su marido

Mechi Labre fue una figura destacada de la televisión, el teatro y los estadios. Tras el éxito, el reencontrarse y este presente en el teatro

Guardar
Mechi Lambre se encuentra actualmente
Mechi Lambre se encuentra actualmente siendo parte de la obra Es solo sexo, en el teatro Picadilly

Antaño niña prodigio de La Plata que deleitaba a su familia con obras teatrales caseras cada fin de año, Mechi Lambre disfruta el presente, tiempo en el que evolucionó para convertirse en figura destacada en el escenario cultural de Buenos Aires. Estamos en febrero de 2024 y la talentosa joven capturó la atención del público y la crítica tras su magistral actuación en uno de los teatros más icónicos de la calle Corrientes, consagrando así su lugar en el corazón de la escena artística argentina.

Desde aquel inocente espectáculo de diciembre de 1998, organizado con sus hermanos en el salón de su casa en La Plata hasta el éxito actual, atravesó un viaje personal y profesional lleno de altibajos, que la vio alcanzar la gloria, experimentar reveses y, con resiliencia, resurgir en el escenario.

A lo largo de estos años, enfrentó desafíos y aprendió valiosas lecciones que moldearon su carrera y su arte, mostrándose como un ejemplo de perseverancia y dedicación en el competitivo mundo del teatro argentino. La metamorfosis desde sus discretos inicios hasta el reconocimiento en la urbe porteña, no solo destaca su crecimiento artístico sino también la universalidad de su mensaje sobre la importancia de seguir los sueños, independientemente de los obstáculos.

Talento, trabajo duro y una inquebrantable fe en uno mismo son los puntos a destacar de una Mechi que, en una charla de café previo a una de las presentaciones de su nuevo espectáculo teatral, pasará por todas las emociones, desde la nostalgia hasta la risa, las emociones fuertes y el saber que hay fantasmas que no volverán.

Mechi Lambre en tiempos de
Mechi Lambre en tiempos de Violetta, la impactante serie de Disney

“Desde chiquita era súper personaje, había una cámara en mi casa que yo la usaba para actuar, y con mis hermanos armábamos obras de teatro para Navidad, entonces a mí me vestían de princesa. Todo empezó como un juego, y mi hermano más grande siempre fue el que me dirigió en esas obras y justamente él ahora es coach. y creo que hasta hoy en día me sigue dirigiendo un poquito”, comenzaría su relato de esos primeros años en La Plata, finales de la década de los ‘90.

Tras ello, y siguiendo sus sueños, llegaría el tiempo de comenzar a estudiar el arte escénico en el Espacio Teatral Del Juglar -que ya no existe más en La Plata-, con profesores de la talla de Gastón Marioni. “Y fue Gastón el que me descubrió, podríamos decirlo, porque siempre me portaba mal y llamaba a mi vieja para que me reten, llamaba para que me vengan a buscar porque no me soportaba”, rememoraría.

Sin embargo, una de esas llamadas, pasados tres años de estudios, llevaría otro mensaje: “Mi vieja se preparó para lo peor, porque ya me cagaban a pedos en la escuela, en hockey, de todos lados me querían echar”. Ese día habían realizado una improvisación y vieron en ella algo especial, algo que no había ocurrido anteriormente: “Yo creo que ella es una buena actriz, creo que tiene algo, por favor, que siga”, sentenció Marioni.

Fueron tres temporadas de la
Fueron tres temporadas de la serie, seis discos y dos giras mundiales con más de 400 estadios llenos interpretando a Ludmila.

Las palabras sorprendieron y fueron un alivio para Mechi, quien desde siempre había adorado al arte y lo buscó como una forma de canalizar: “Desde siempre fui una necesitada del arte, más que una artista. Es mi lenguaje, y si no lo hago me encierro, me reprimo y no reacciono, necesito actuar”, revelaría.

Llegaría entonces el tiempo de comenzar a estudiar comedia musical en la escuela de Valeria Lynch con solo 13 años, para ya a los 16 estar bajo las órdenes de Lito Cruz. Sin embargo, un año antes de estar con Lito sería el tiempo de su primera experiencia televisiva.

A los 15 años inició su carrera como modelo para la señal de TV Utilísima, haciendo tutoriales de maquillaje para el canal: “Ahí ya sabía lo que era un set, fueron tres años en los que todos los lunes yo grababa y ya sabía lo que era un compromiso y estar ocho horas. Y pensándolo ahora, yo faltaba al colegio todos los lunes, no sé cómo aprobé esas materias, fue muy misterioso”, pero son detalles que no vienen al caso, claro.

Entre 2011 y 2016, Violetta
Entre 2011 y 2016, Violetta fue emitida en América Latina, Europa, Israel, Medio Oriente y África

No todos los jóvenes platenses tenían los medios para continuar los estudios en CABA, ya que además del costo, era necesario conseguir un inmueble en el que quedarse. Debido a esa carencia, comenzó a estudiar teatro en la Escuela de Arte de La Plata. un terciario, en tanto que algunas de sus amigas comenzaron sí sus estudios en Proscenio teatro, en la Ciudad. Uno nunca sabe cuándo van a llegar las oportunidades, y así, un día gracias a una de ellas, se enteró de que comenzaría el casting para una nueva tira adolescente, Violetta, para el que llamaron a una de sus amigas. quien la convenció para que Mechi la acompañara.

Tenía el preconcepto de que era muy difícil llegar a la tele, pero yo desde muy chica estaba preparada, sabía que desde los 6 me había formado en actuación y en danza. Al llegar y ver una fila tan larga, pensé que iba a pasar inadvertida, que si hacía un papelón nadie se iba a dar cuenta, y fue así que fui corriendo a un cyber -no, no estamos hablando de la prehistoria, pero casi- compré un CD virgen y bajé un tema que había estudiado en la academia de Valeria Lynch y ahí me presenté y comenzaron una serie de audiciones muy largas”.

Fue una etapa de castings y de seis meses en total, ante lo que aplicó un pensamiento que venía siguiendo desde chica, el nunca ilusionarse: “Yo hacía lo mejor que podía, pero nunca sintiéndome la mejor. Yo sabía que estaba bien que quizás otro tome ese lugar, pero algo que me enseñó Marioni es que quizás todos están capacitados para hacer todo, pero nadie como yo, porque soy única, de la misma forma en que cada uno es único, y esa era mi ventaja, que nadie lo haría como yo, con esa autenticidad y esa verdad, yo sabía que nadie podía imitar a otro”.

Pero había algo también a lo que estaba renunciando, y era el seguir estudiando el profesorado de arte en La Plata, así la intuición la llevó a continuar con esos castings de hasta 6 u 8 horas diarias.

Recordando el éxito de Violetta, Mechi Lambre y Cande Molfese recrearon el último verano, luego de 12 años, un momento icónico en donde sus personajes se enfrentan musicalmente.

Luego, la locura. Entre 2011 y 2016 Mechi fue parte de Violetta, la tira argentina original de Disney Channel que fue emitida en América Latina, Europa, Israel, Medio Oriente y África, siendo la primera novela presente en todas esas regiones, convirtiéndose en el último gran proyecto de ficción del que se tenga memoria. Tres temporadas, seis discos y dos giras mundiales con más de 400 estadios llenos interpretando a Ludmila.

“Estoy muy agradecida de Disney, pero en esa época nos mantenían en una burbuja, no vivía lo que era hacer notas o eventos extras. Y apenas terminamos, en 2016 me fui a la competencia, Nickelodeon, donde durante dos años hicimos una tira llamada Heidi, y después una película en Colombia. Cuando me fui de Violetta no es que no tenía nada para hacer, yo seguí trabajando, pero dándome cuenta de que nada era lo mismo”, reconocería sobre lo que fue dejar atrás el éxito arrollador de poco más de cinco años para reencontrarse con las bases.

Fue así que en 2018 necesitó parar. Necesitaba un tiempo para ella, y un tiempo para los cuestionamientos internos: “Desde los 15 años nunca me había preguntado si esta era realmente la carrera que yo quería elegir. Además, estaba tan acostumbrada al éxito anterior que de repente esa misma vara se la ponía todos los demás proyectos y no me daba cuenta que era como empezar de nuevo. Y tuve que empezar de nuevo”.

El Chino Leunis y Mechi
El Chino Leunis y Mechi Lambre fueron los conductores de la ceremonia de los Kids Choise Awards 2017 (Pulpo PR)

“Fue muy particular lo que pasó con nosotros”, reconocería, para luego explicar: “Tengo un gran problema de humildad. Yo antes era artista, era la Mechi de La Plata que si me llamaban para hacer cuando era chiquita teatro independiente y yo decía que sí, porque yo quiero actuar y por eso empecé a estudiar teatro. Y cuando me decían que me iba a morir de hambre no me importaba, porque yo quería ser profesora, porque necesitaba estar en contacto con el arte, y si tenía que estar haciendo teatro a la gorra en una plaza no me importaba, me daba exactamente igual, pero frente a un éxito, lo más normal es que cambies, es fácil acostumbrarse a la cosas buenas, y yo me acostumbré demasiado a eso que cuando no lo tuve, no lo necesitaba”.

Para la pelota, frenar, reencontrarse y reconstruirse. Entender que en la vida todo no es éxito y que lo vivido ese tiempo, fue excepcional. La pregunta estaba en el aire: ¿podía volver a su pasión sin necesitar esa exposición? “Obviamente que uno espera que siempre le vaya bien, pero por ahí elegiste un proyecto que es menos comercial y quizás van 15 personas, pero el desafío era volver a ser feliz sin todas esas cosas materiales y banales, porque esa nunca fui yo y necesitaba deshacerme de eso para volver a ser yo”.

Tenés 18 años y estás todavía construyendo tu identidad, es una etapa medio bisagra y a mí me tocó atravesar todo eso en esa edad en que parte de mi identidad se construyó en base a eso también, entonces tenía que volver a construir mi identidad”, aceptaría, para luego recordar: “Esos dos años en que paré fueron los de volver a reelegir la carrera desde la mujer que soy, porque cuando elegí la carrera por primera vez yo era una niña, cuando empecé a trabajar era una adolescente y nunca había tenido el momento de parar y pensar si volvería a elegir esa carrera, pero ya como mujer”.

Mechi Lambre y el emotivo
Mechi Lambre y el emotivo momento de su casamiento con Ezequiel

Sin embargo, claro, el afuera también jugaba su rol: “Para mí, el osado es el que piensa, muchas personas tienen miedo a pensar, y yo me di el tiempo para eso en un momento en que muchos me decían ‘¿cómo vas a parar? ¿qué vas a hacer? si no estás laburando, desaparecés’, y fueron pocos los que me dijeron ‘Mechi frená’. y no los culpo, es que nadie quiere que te vaya mal, pero es difícil, una de las personas que me acompañó en esa etapa fue mi esposo, que me dijo ‘yo no estoy con vos por lo que fuiste o por lo que podés lograr, estoy porque te amo, y si querés atender la caja en el local y sos feliz con eso, ya está. Sé vos misma’”.

Ezequiel, dueño de una cafetería de especialidad, es una de las claves para este presente de Mechi. El casamiento llegó a fines de 2020 luego de cinco años de relación. Él comenzó regalándole el café cada vez que iba, era el auge de Violetta, y la protagonista de nuestra historia no sabía si ese gesto respondía a que ella era la de la TV o qué. Y la excusa para hablarle llegaría pronto, cuando a través de las redes sociales le explicó que había visto una de las plantas del local que se encontraba seca. Desde ese instante, nunca se dejaron, ni siquiera en el momento en que ella se embarcó en una gira mundial durante más de un año. Ambos sabían que cuando volviera, todo seguiría como estaba.

"Yo sabía y quería ser
"Yo sabía y quería ser de grande profesora de teatro, nunca pensé que lo iba a poder lograr", explicaría sobre su pasado y su presente Mechi Lambre

Pero no sería el único hombre en el que encontró refugio, también en Esteban, que no es otro que uno de los primeros mártires del cristianismo, retratado en la Biblia como uno de los siete diáconos elegidos por los apóstoles para distribuir comida y caridad entre los miembros más pobres de la comunidad. Es más, de acuerdo con la creencia ortodoxa, él era el más importante de todos los diáconos.

En el momento en que ella estaba intentando encontrar su camino, Esteban fue su guía, y su voz empieza a entrecortarse y la emoción se siente en el ambiente: “Entendí que también necesitaba tener un tiempo para, de la misma forma que yo en el pasado fui servida -éxitos, gente detrás tuyo, qué querés comer-, empezar a servir yo. Entonces empecé a colaborar en una fundación en la Iglesia, me involucré específicamente en lo que era niños, e incluso salí a la calle a servirles. Sentía que necesitaba ponerme del lado de preguntarle a alguien qué le faltaba, porque uno eso suele hacerlo con los que quiere, pero qué tal sería hacerlo con un desconocido. Yo siento que tengo aún un llamado a servir, siento por los huérfanos un latir especial en mi corazón. Me gustaría en un futuro poder hacer cosas grandes para ellos, soy chica todavía, y además con mi esposo también tenemos un proyecto de adopción, no para ahora, no es el momento, pero sabemos que queremos adoptar, poder darle esa oportunidad de vida a una persona que no tiene ni papá ni mamá. Parece banal y cliché, pero sí, me conmueve mucho. Porque de la misma forma que hay personas que tienen el corazón para el medioambiente, o para los animales, yo siento que la minoridad es mi lugar de influencia, ser una herramienta. Y mi marido es más loco que yo, porque si yo le llevo un proyecto, lo tengo que frenar para decirle que no es para ya. Creo que él es la única persona en el planeta tierra que me puede acompañar”.

Mechi Lambre, Adriana Salonia y
Mechi Lambre, Adriana Salonia y Paula Morales, las tres destacadas mujeres de la obra Es solo sexo

En este momento, Mechi está en el Teatro Picadilly siendo parte de la obra Es solo sexo, que sale a escena viernes y sábados. Allí, acompañada por Paula Morales, Adriana Salonia, Yani Giovannetti, Esteban Prol, Sergio Surraco y Alejandro Botto, encarnan a un grupo de amigos que decide intercambiar parejas, pero lo que empieza como algo divertido se convierte en un dilema.

“Yo sabía y quería ser de grande profesora de teatro, nunca pensé que lo iba a poder lograr. También logré la carrera como actriz, y le diría a esa nena de La Plata que no deje de soñar, porque por algún motivo, todo llega. A mí me pasó. Y de la misma forma que algunos fantasmas del pasado se fueron, al ir madurando te ponés a pensar en cosas nuevas, como lo que hablamos de la maternidad, que hace años no pasaba, y llegan fantasmas nuevos, que tenés que aprender a abrazarlos”, explicó..

Es viernes a la noche en calle Corrientes. termina la obra y en la vereda Mechi saluda no solo a quienes la esperan a la salida, sino a los chicos que, sentados, piden monedas o algo para comer. Ella los besa uno a uno, los llama por su nombre y les recuerda que, como les había prometido, al día siguiente los llevaría a los juegos.

Guardar