“Que esta pequeña voz que puedo llegar a tener despabile a alguien que no se chequea, que vaya y se haga controles una vez al año. Es muy importante. Cuando uno dice que salva vidas, es literal. No es una forma de decir. Y siempre cuanto más rápido uno lo pueda detectar, es mejor. De verdad, a quien esté leyendo, háganse el chequeo. No se dejen estar”.
Vanesa Butera habla con Teleshow y lo hace desde el corazón, desde la razón y desde su experiencia. Es que el año pasado le tocó a ella, quien lo define como “un sacudón”: la pandemia del coronavirus puso en pausa sus controles médicos. Y cuando se realizó uno ginecológico, recibió un diagnóstico que la obligó a ocuparse de su salud durante el año pasado y a luchar contra el cáncer de útero.
Desde que se enteró no tuvo tiempo de pensar sino de accionar: un miércoles de agosto le comunicaron que habían encontrado un tumor en la biopsia que se había realizado, y el lunes ya la estaban operando. En septiembre estuvo internada una semana por una hemorragia que los médicos no podían controlar y en noviembre inició el tratamiento de rayos y quimioterapia que concluyó a fin de ese mismo mes. Lo transitó acompañada por sus amigos y familiares, quienes estuvieron presente en cada sesión, y en todo lo que ella necesitó. “Estuvieron a full conmigo y eso ayuda un montón”, destaca la actriz y cantante, que recientemente cumplió 40 años.
“Fue un sacudón, de esos que sí o sí te despabilan y tuve que ocuparme y ponerme bien. No tuve margen para otra cosa”, dice quien debió poner en pausa todos los proyectos que tenía por delante: obras de teatro, conciertos programados y terminar su disco. “Este va a ser una revancha”, sostiene sobre el 2024, que comenzó trabajando: es parte de la temporada de verano de Sex, el espectáculo de José María Muscari.
Aunque en diciembre -semanas después de haber finalizado su tratamiento- ya había vuelto a los escenarios: hizo un show para el que ya tenía 200 entradas vendidas, y que no quería suspender, y se reencontró con su público. Para aquella presentación no necesitó demasiado esfuerzo físico, por eso lo realizó. Y siempre con la autorización de sus médicos. “Fue la voz y la guitarra, aunque fue difícil porque no estaba en condiciones”, se sincera quien entonces comenzó a prepararse de a poco para ir sumando cuadros y coreografías en la quinta temporada de Sex, que se presenta de jueves a domingo en Gorriti Art Center y que este fin de semana de Carnaval tiene funciones extra el lunes a las 21, y el domingo doble función (a las 21 y 23).
“Este año va a ser una revancha”, reitera sobre los proyectos que tiene por delante y que debió posponer por su salud en 2023. “De poder tocar lo que más pueda, sacar el disco que el año pasado no pude terminar. Hacer todo lo que no pude”.
¿Cómo está ella? “Bien, distinta -asegura- Es algo que sí o sí te cambia la manera de verlo todo. Es muy absurdo que una tenga que llegar a una situación así para disfrutar de todo, para no amargarse por cosas que no valen la pena. Suele pasar cuando te dicen que tenés cáncer: si hay algo que me pasó, y que me pone bastante contenta en cuanto a la vida, es que cuando me dieron el diagnóstico, me di cuenta que hice de todo, que no había pendientes. Claramente quiero seguir viviendo, pero noté que acá viví lo que quise: cuando quise hacer música, dejé todo, me puse a hacerlo y pude vivir de eso; lo mismo con el teatro; pude vivir del arte desde que tengo 18 años; viajé; hice lo que tuve ganas de hacer. Y eso no es poco porque me hace querer seguir haciendo de todo. Es hermoso darme cuenta que no tengo un listado de pendientes”, analiza sobre el balance de sus más de dos décadas de carrera.
“Quiero seguir haciendo todo esto que mencioné, pero quizás con los ojos más abiertos, sabiendo que son cosas que le puede pasar a uno. Hay un poco de eso con esta enfermedad: creer que siempre le pasa a un conocido y no a uno”, reflexiona la cantante y destaca el motivo que la llevó -después de mucho pensarlo- a hacer pública su lucha. Fue justamente para concientizar. “En mi inconsciente decía ‘a mí no me va a pasar, no tengo antecedentes en mi familia, estoy sana’. Y cuando me dieron el diagnóstico me di cuenta que quizás mucha gente pensaba como yo y que por eso no se hace los chequeos”.
Con su experiencia y su voz, Vanesa logró que muchas de sus amigas fueran a controles médicos que también habían pospuesto. Y recibió mensajes de sus seguidoras que hicieron lo mismo. Lo que la reconforta. “Con eso yo ya estoy contenta”, celebra y reconoce que “no fue fácil” visibilizar su lucha.
“Me costó un montón contarlo. No lo procesé y todavía no tengo el diagnóstico final. No lo tengo superado porque no sé cómo va a seguir”, explica quien entre los últimos días de febrero y los primeros de marzo (está esperando que le confirmen el turno) se hará una resonancia magnética cuyo resultado determinará cuáles son los pasos a seguir: “Si se fue, si tengo que volver a hacer tratamiento, o lo que me digan los médicos. Una se pone al frente de batalla para darlo todo”, se muestra confiada.
Volver a poner el cuerpo: esta vez, en el trabajo
José María Muscari se comunicó con la artista los primeros días de enero y la convocó para ser parte de la temporada de verano de Sex que iniciaba el 10. “No tuve mucho tiempo para pensarlo y eso estuvo bueno”, resalta quien tampoco dudó demasiado. “Siento que este año puede ser de impulsos, de hacer sin pensarlo tanto”, se habló a sí misma.
“Por suerte le dije que sí y la estoy pasando bomba”, agrega y revela por qué aceptó de inmediato la propuesta: “Sex es un espectáculo muy performático, muy distinto a otros. No es una obra de teatro, no es un musical, no es un concierto. Tiene una vuelta de rosca”. Y justamente eso fue lo que la impulsó y entusiasmó. “Siempre hice cosas distintas en mi carrera y me faltaba eso, algo bien performático”, reitera.
Además, asegura que ser parte del espectáculo “es la mejor manera de empezar el año”. Y destaca que cuando recibió la propuesta, Muscari “fue sumamente amoroso y cuidadoso” entendiendo que venía de atravesar un tratamiento. Le dio libertad absoluta para hacer hasta donde ella pudiera y que, en el caso de que quisiera, fuera sumando dificultades de a poco. “Porque el cuerpo está cansado con todo lo que pasó”.
“Es por acá. Hay que hacerlo. Si hay un lugar en donde me voy a sentir cómoda para ir de a poquito es acá”, sostuvo Vanesa y aceptó. “Me pareció la forma más amorosa de volver a hacer algo más exigido. Ahora estoy bailando en más cuadros, y muy contenta porque es algo que amo hacer: ponerle el cuerpo. Y lo extrañaba. Para una, que vive de esto y que mi trabajo siempre ha sido este, reconocerse en un cuerpo tal vez más cansado, o lleno de rayos y de químicos, es difícil porque es mi herramienta de trabajo. De a poco, y con mucho amor, estoy volviendo a ser la que era. Y cada vez seré un poco más”.
La artista también tenía una obra en el Teatro Cervantes pero que se pospuso para el 2025. En tanto, en abril -un mes después de que termine su participación en Sex- reestrenará No me llames, de la dramaturga Mariela Asensio. “Con esa obra pasó algo muy espectacular que no esperábamos: la gente se iba muy tocada, es un tema que nos atraviesa a todos. Estoy contenta de volver a hacerla”.
Por esto, y sobre todo porque se siente bien, Vanesa asegura que “arranca bien el año”. También está trabajando en su disco, que quedó pendiente el año pasado cuando debió interrumpirlo para ocuparse de su salud. Y promete que hará más presentaciones en vivo con su música. Su intención, además del disfrute que le genera, es reencontrarse con su público, el que durante todo este tiempo la acompañó de manera virtual, con mensajes de apoyo. Incluso hubo quienes le acercaron regalos a su casa: “Me han sorprendido de una manera bestial”.
Sobre sus conciertos, agrega: “Este año voy a tocar un montón. Es la nafta para seguir. Si bien tengo otros proyectos, hay que ponerle el cuerpo todavía. Me va a venir bien”.
Y cuenta que en este último tiempo pudo reflejar en sus canciones lo que le tocó transitar. “Estoy escribiendo bastante, no fue fácil, no es que todo el tiempo estuve re inspirada. Recién ahora estoy empezando a volverlo canción. Y cuanta más distancia vaya tomando, van a aparecer las cosas que quiero contar. No fue tan inmediato, es de a poquito. Primero tengo que entenderlo para después entender qué quiero contar de todo esto”.
Mientras continúa poniendo todas sus energías en sus proyectos laborales, para Vanesa es inevitable alejar su cabeza del estudio que debe realizarse en las próximas semanas. “Ahora, que se acerca la fecha, empecé a pensarlo un poco más. A cada uno le debe pegar distinto. Al menos para mí es importante el paso a paso, ponerle todo a lo que estás haciendo en el momento, y cuando terminás ponerle todo al siguiente. Y así. De hecho, hay cosas que pregunto una vez que terminan otras: no me voy adelantando porque no me sirve. Tengo que ponerle todo a lo que estoy transitando”, expresa la actriz.
“Me doy cuenta que ahora tengo que enfocarme en el otro estudio y ver qué pasa. Por supuesto que con toda la energía puesta en que el resultado esté bueno y que queden los chequeos cada tres meses, que son necesarios. Ojalá sea ese el resultado. Y sino, hay que ir haciendo lo que me digan los médicos. Lo bueno es que tengo gente que está a full conmigo, acompañándome, y eso ayuda un montón”, concluye Vanesa Butera.