Juan Alberto Mateyko vive y trabaja en la provincia de Córdoba, Teleshow lo invitó a recordar esa época entrañable para él y toda la gente que concurría a los clásicos carnavales en diferentes clubes, presentando grandes figuras nacionales e internacionales, compartió el escenario con artistas que vio crecer hasta convertirse en estrellas: “Apelo a mi memoria con placer, apenas me recibí de locutor, aparecí en televisión en un programa que producía y conducía Lucho Avilés.
Yo no entrevistaba mucho figuras del mundo del espectáculo, en cuanto a situaciones engorrosas, porque no lo sabía hacer. Pero sí, hablando de los estrenos, hablando de el contenido de las obras, a los músicos, a los artistas, a los cantantes argentinos e internacionales”
Mateyko relata esos días como si los estuviera viviendo otra vez, con la misma devoción y pasión “Arranqué con esa delicia de estar en contacto con el público. En clubes, en estadios como San Lorenzo de Almagro, Vélez Sarfield, el Club Comunicaciones. Estuve también en Estudiantil Porteño en Ramos Mejía, ahí lo presenté a Jimmy Cliff, lo presenté por primera vez, no lo conocía, a Joan Manuel Serrat. Después en clubes como por ejemplo Vélez Sarsfield, que en una noche concentraba 30, 40, 50 mil personas, a un Roberto Carlos, a Palito Ortega. A Johnny Hallyday, a una Sylvie Vartan. En Rosario a Charles Aznavour. Alguna de las tantas figuras internacionales nacionales que empezaba a brillar, Sergio Denis, obviamente me tocó presentarlo en más de una oportunidad”.
Juan Alberto quiso recordar un momento que quiere destacar, “Pero recuerdo una noche mágica con dos artistas, uno nacional y otro internacional, el nacional fue tal vez el más efervescente público que vivía en los carnavales de los 70, mágico fue, y estoy hablando de Roberto Sánchez, Sandro, una algarabía, una pasión, una efervescencia. Y por primera vez en una noche de lluvia, donde se iba a presentar Serrat y donde lamentablemente tuve que anunciar que si la lluvia se mantenía se iba a suspender el espectáculo. La gente no se resistía, pero yo ya me había enterado que Serrat se había ido y quedaba una persona vestida de blanco, esa fue la primera presentación oficial en la Argentina, la gente yéndose, no me olvido de esa imagen, y de pronto yo apareciendo en el escenario diciendo que venía de España con grandes pergaminos, con grandes historias y que quería conquistar este mercado, el mercado argentino, y ahí arranca el sonido de Así nacemos, estoy hablando de Julio Iglesias”.
El conductor recuerda que era muy joven y con muchas oportunidades que se le presentaron a él y otros jóvenes colegas “En ese momento, yo tendría 23 o 24 años, conducciones que hacía junto a Juan Alberto Badía, junto a Carlos Beillard, Leo Rivas. El humor estaba presente y en casi todos los los espectáculos me tocaba estar con Mario Sánchez, que en esa época formaba El dúo de dos, con Beto Cabrera, y también se presentaba en los carnavales, Calígula que era un un humorista fenomenal y un compañero de escenario maravilloso. Viajé en ese momento a la ciudad de Rosario, también para presentar especialmente a Joan Manuel Serrat”.
El último carnaval que hice fue en el año 1977, en el Club Comunicaciones, presenté a un gran artista, el autor de Gavilán o Paloma, que fue Pablo Abraira, después lo perdí de vista, un gran artista y un excelente autor. No puedo obviar a Camilo Sesto, a Rafael. Es como que desde el mundo nos miraban. ¿Cómo era posible que en fechas de carnaval vinieran tantas figuras internacionales? Y después aparece el fenómeno Leonardo Favio, a quien también tuve el privilegio de presentar, él se distribuía entre el cine y el canto.
Lo de Favio fue un gran fenómeno que aparece allá por el 69, 70, con ese maravilloso material de Fuiste mía un verano y el manager de Leonardo Favio en ese entonces era Hugo López, esa fue la primera actividad como empresario, luego fue el manager que le cambió la historia y lo cobijó como si fuera su hijo al joven Luis Miguel. “Yo creo que fue un presagio, porque cuando terminaron los carnavales, yo los extrañaba, extrañaba esos veranos.
Pasaron muchos años y nació en Una terraza al mar en el hotel Provincial de Mar del Plata, pero no había la cantidad de gente que después tuvo La movida del verano. Yo siempre tuve contacto con la gente y me encanta, y en forma multitudinaria siempre. Fui muy feliz, salir antes, probar sonido, siempre lo hice después con mis programas al aire libre, que si bien no tiene nada que ver con los carnavales, tiene que ver con las multitudes”.