“Siento que es la mejor temporada de toda mi vida”, es lo primero que dice Christian Sancho en comunicación con Teleshow. Desde Villa Carlos Paz cuenta cómo le resulta estar protagonizando una nueva versión de Bien Argentino -idea de Ángel Carabajal- y en compañía de Celeste Muriega, su flamante esposa.
“Este es el mejor mejor escenario en el que puedo estar, acompañado con Celeste. Y más allá de eso, tengo la posibilidad de contar el mejor mensaje que se le puede contar a un argentino, que es el sentido de pertenencia, lo que somos”, resume sobre este espectáculo que no es una obra ni una cena show, sino una “experiencia”, tal es la palabra que utiliza el actor para definir esta puesta que cuenta con 40 personas arriba del escenario, otras 30 abajo logrando que todo funcione y 500 espectadores cada noche, de miércoles a domingo en el Mónaco Espace. “Durante una hora y cuarto guiamos a un hermoso paseo emocional, contando lo que somos, lo que fuimos, lo que hacemos y lo que tenemos que siempre tener presente, para no olvidarse nunca de las raíces de nuestra tierra y de tantos íconos nuestros, con tantos momentos históricos. En lo personal, a mí me da la posibilidad de cantar, de actuar, bailar... Por eso para mí es inolvidable”, remarca, entusiasmado.
“La carga que me da a nivel emocional este espectáculo es muy alta, a mí me pone en un lugar en el que siento la plenitud de un artista, de un ser humano, de un hombre a los casi 50 años, habiendo encontrado el lugar que buscó durante toda su vida. Yo siempre entendí que la profesión me iba a ir dando herramientas para poder llegar al lugar que deseaba, que soñaba. Y cuando se dio esta posibilidad de protagonizar este show, entendí que era mi oportunidad de mostrar en el escenario algo distinto y de disfrutarlo. Por eso cada vez que voy a hacer una función, voy feliz al teatro”, dice sobre lo que le ofrece este protagónico en su recorrido.
En cuanto al componente emocional de Bien Argentino, que pone de relieve el valor intangible de “la argentinidad”, Sancho dice: “A toda persona que tenga dudas o las ganas de irse a vivir afuera, quejándose de todo lo que nos pasa a nosotros, la invito a este espectáculo. Yo entiendo que cuando las cosas van mal, inmediatamente algunos se quieren ir a Estados Unidos, Europa o cualquier lugar del mundo que nos salve de una crisis económica. Yo viví en otros lugares y te puedo asegurar que lo peor que le puede pasar a una persona es el desarraigo. Y lo que nosotros sentimos por esta tierra estando afuera es invalorable. Somos de una calidad de gente que no existe en el mundo. Yo siento que somos campeones del mundo por todo eso que tenemos, por todo ese plus que tenemos a nivel emocional, a nivel amistad, la capacidad que tenemos de reinventarnos constantemente”.
La primera vez de Sancho en Carlos Paz fue hace diez años junto con la troupe de Stravaganza. Su vuelta, ahora, es como “recién casado” y con una mujer que conoció sobre las tablas, pero haciendo Sex. “Laburar con ella es potenciarme, porque siento que los dos nos retroalimentamos mucho, tanto arriba del escenario como abajo. Nos cuidamos mucho, nos encontramos en un lugar de crecimiento constante. A ella, este show la muestra en la calidad artista que es. Y a mí me pone en otro lugar desde el contenido y el aprendizaje que he tenido en todos estos años”, resume.
“Somos muy distintos y muy iguales, algo que habla de la capacidad de inteligencia emocional que tenemos los dos para saber cómo encontrarnos en los momentos justos y cómo tener la independencia que necesitamos en otro momento. Trabajar juntos no nos resulta pesado porque ya sabemos qué es lo que le molesta al otro y qué nos gusta. Nos sabemos correr cuando llega el momento de cada uno”, agrega sobre esa dinámica arriba y abajo del escenario.
Al pasar, cuenta que algo que le atrajo de Muriega es que muchas personas le decían que ella era su “versión femenina”. “Y a ella le decían que era la ‘Christian Sancho en mujer’. A los dos nos había quedado eso y cuando nos cruzamos laburando lo charlamos y nos reímos... ¡Porque tenían razón! Mucha razón, era tal cual, somos muy iguales. Quizás nos criamos en distintas épocas y lugares, pero desde ahí nos encontramos en muchas coincidencias y nos vemos en reflejo”, dice sobre esta simbiosis que trasciende al amor.
El asombroso parecido entre Christian Sancho y Edinson Cavani viene provocando un sinfín de equívocos cada vez que el actor sale a la calle. Y especialmente ahora, en plena temporada y con “la villa” rebosante de turistas. Es por eso que llamó la atención y causó gracia la reciente aparición de Sancho con una remera con la leyenda “No soy Cavani” como para aclarar que solo se trata de un parecido casual.
“Yo hice una serie muy popular de Disney que se llamaba Once, sobre el mundo del fútbol. Y yo hacía del entrenador, que se llamaba Félix. Entonces muchos chicos muchas veces me reconocen en la calle y me piden fotos porque son fans de la serie. Pero hace poco me pasó que me crucé con un contingente de como 30 chicos que venían de Comodoro Rivadavia para hacer su viaje de estudios. Y me pidieron fotos diciéndome ‘Félix, Félix...’. Hasta que uno, muy ocurrente, empezó a decir que yo era Cavani. Y todos me cantaban: ‘Cavaaani, Cavaaaani’. Y nos morimos de la risa. Pero sí, mucha gente me cruza, me dice ‘Ey, Cavani, una foto’. Y cuando se dan cuenta de que soy yo, igual se sacan la foto (se ríe). Unos amigos que hacen unas remeras me mandaron esa, que está hecha con una foto mía jugando con la camiseta de Newell’s en la despedida de Maxi Rodríguez, y cuando la vi, dije: ‘Es el uniforme ideal para andar por Carlos Paz’”, cuenta entre más risas, a la vez en que le aclara que no le molesta para nada el equívoco.
—¿Lo conociste a Cavani? Están para hacer el meme de Spiderman...
—(risas) La verdad que sería el meme del año. Lo han querido armar y no se dio. Yo siento que algún medio lo va a lograr, ojalá sea Infobae. La verdad que no lo conocí a Edinson y me encantaría, porque me dijeron que es muy buena persona, que es muy humilde. Además, es un crack a nivel mundial. A partir de esto, yo terminé de entender el cariño que tienen los futboleros por su número 10, por su ídolo. Es tremendo, yo creo que ningún actor recibe tanto amor. Por un momento, y a mis casi 50 años, me sentí futbolista por un rato.
—Hablando de los pedidos de fotos, ¿alguna vez en tu carrera te sentiste cosificado? Hubo una época en que se hablaba más de tu físico que de tus capacidades actorales
—No, yo nunca sentí eso para conmigo, ni de parte de una mujer ni de un hombre. Siento que cuando el envase tiene contenido, uno con el tiempo puede mostrar de lo que es capaz. Y creo que a mí me pasó eso. Es cierto que en mi Instagram, el 75% de la gente que me sigue son mujeres, pero yo tengo mucho respeto, mucho agradecimiento hacia toda esa gente que me dio la oportunidad de trascender. Me hice conocido a partir de una publicidad de ropa interior, pero salí a provocar. Porque mi intención siempre fue sorprender y provocar. Cuando era muy chico estudié con Norma Aleandro, y ella en una de las clases nos dijo: “El actor tiene la premisa constante de sorprender y provocar. Ustedes cuando logran eso, van a llegar a la gente y hacia lo que ustedes quieren contar”. Entonces, yo me quedé con eso y siento que en mi vida he sido un gran provocador. Pero siempre siendo respetuoso conmigo mismo. Por eso es que nunca me sentí cosificado, porque uno recibe lo que da.
Fotos: Mario Sar