El nuevo desafío de Adabel Guerrero: “Tengo vocación para ayudar a las personas”

La bailarina y actriz le anticipa a Teleshow los detalles del programa de transformación para artistas que lanzará en marzo. Con más de tres décadas de experiencia laboral, apuesta a un nuevo camino para asistir a quienes quieran concretar cambios en sus vidas

Adabel Guerrero encara un desafío nuevo: será mentora de artistas que busquen una transformación en sus carreras (Instagram)

Adabel Guerrero comienza este 2024 de una manera diferente en su vida, ya que se anima a encarar un desafío nuevo: desarrollarse como mentora para ayudar a otros artistas a transformar sus carreras y concretar sus proyectos. Desde el año pasado, junto a un grupo de profesionales de diferentes áreas diseñó un programa de transformación llamado Alas (Academia Latinoamericana para Artistas Singulares) que comenzará a partir de marzo.

De esta manera, la bailarina y actriz quiere transmitir todo lo que aprendido en estos 30 años de carrera en los que trabajó tanto en teatro como en televisión. A los 8 años, empezó a estudiar danza y encontró su vocación artística. Su infancia y adolescencia no fueron fáciles: con un padre ausente, su mamá, que tenía problemas de depresión y alcoholismo, debió encargarse de la crianza de dos hijos. A los 17 años, Adabel creció de golpe ya que arrancó a trabajar en el mundo del espectáculo tras la dolorosa muerte de su madre.

Mientras buscaba ganarse un lugar destacado como artista, Guerrero hizo terapia psicológica para seguir creciendo en todos los aspectos de su vida. Logró aprender de las adversidades y se convirtió en una persona resiliente. Hoy disfruta de un próspero presente laboral, desde hace tres años es una de las figuras destacas de Sex, el espectáculo de José María Muscari, y en su vida personal, cumplió su sueño de formar su propia familia junto a su pareja Martín Lamela y su hija Lola.

En la búsqueda de nuevos conocimientos, durante la pandemia empezó a estudiar la carrera de coaching ontológico. También transitó una etapa difícil cuando le diagnosticaron un cuadro de depresión. En esa oportunidad, realizó un tratamiento psiquiátrico y tomó medicación. Cuando le dieron el alta el año pasado, se sintió preparada para contarlo públicamente. Atravesar por este problema de salud mental fue el empujón final que necesitaba para diseñar este programa en el que busca ayudar a otros colegas.

Adabel Guerrero ha trabajado como artista durante tres décadas

—¿Qué es Alas?

—Armé un programa de transformación para personas que trabajan en el ambiente artístico porque es donde tengo más autoridad para hablar, con 30 años de experiencia en el rubro. Ofrezco mis servicios como mentora y estoy acompañada por 12 profesionales, entre los que se encuentran personas que fueron mis mentores, como mi coach, mi psicólogo y mi fisioterapeuta. El programa es online, dura tres meses y tiene dos clases semanales. Buscamos una transformación en diversos aspectos: el espiritual, el mental y el físico. Además el objetivo es acompañarlos para que puedan concretar los proyectos y los sueños que tienen.

—¿Cómo surgió la idea de este proyecto?

—En primera instancia yo quería ser coach y estudié la carrera. Antes había cursado Psicología en la facultad, pero no la terminé porque tenía dos trabajos. Ahora desde que soy mamá tengo menos tiempo, pero en la pandemia sí pude estudiar coaching de manera online. El proyecto empezó cuando le conté a mi coach Samuel Stamateas que quería escribir un libro con las experiencias feas en mi vida y después enterrarlo como una especie de acto psicomágico. Él me dijo que era una picardía no compartirlo con otras personas que por ahí estaban pasando por lo mismo, porque las podría ayudar. Entonces me hizo replantear la idea de escribir el libro con un mensaje resiliente. Cuando se lo mostré a una editora, no me dio pelota. Después investigué sobre el mundo de los infoproductos. También pensé en hacer un ebook, aunque al final decidí emprender un programa de transformación que fuera online. Lo armé, me queda ajustar un par de cositas y empiezo en marzo. En diciembre me tomé vacaciones y ahora en enero arranqué a full con el espectáculo Sex en el Gorriti Art Center.

Adabel Guerrero es una de las figuras del espectáculo Sex, del director José María Muscari, que se presenta en el Gorriti Art Center (Av. Juan Bautista Justo 1617)

—¿Haber superado una depresión también te impulsó a apostar por este emprendimiento?

—Sí, el último pasito que me faltaba para convencerme de que tenía que hacer este programa y transmitir toda mi experiencia fue haber atravesado una depresión. Cuando Samuel me decía que compartiera mi libro, yo no la estaba pasando bien, estaba con mucho estrés. Yo no podía compartir algo, si no estaba pasando un buen momento. Tampoco quería contarlo en el estado de enfermedad porque no quería que me pusieran la etiqueta de depresiva. No se lo dije ni a mi marido, solo le conté que estaba yendo a un psiquiatra. No quería que nadie se meta, era un problema mío con el médico que estudió para eso. Solo se lo conté a dos amigas que sabía que no se iban a meter, ni a opinar. Recién cuando me recuperé y superé la depresión, me animé a contarlo.

—¿Qué situaciones te llevaron a la depresión?

—Durante toda mi vida siempre traté de superar las adversidades desde mi fuerza de voluntad. Sin embargo, llega un momento en el que a veces no alcanza ni con la fuerza de voluntad, porque quedás ligado a un estado de estrés crónico y sentís todo el tiempo que estás en peligro. Con el covid tenía mucho miedo y pánico de que le pasara algo a Lola, a mí y al padre. También se sumó a una mudanza: pasé de vivir en Boedo a vivir en Canning y estar lejos de todo lo conocido, de la gente que me daba una mano. Me quedé sola haciéndome cargo de todo hasta que conseguí alguien que me ayudara. Durante casi cuatro años viví un estado de estrés constante. Entonces con la fuerza de voluntad no me iba alcanzar. Ya estaba llegando a un límite y estaba arruinando todas mis relaciones, desde mi pareja, mi relación laboral, mi relación como mamá porque estaba totalmente agotada. Cuando el cuerpo está en un estado de supervivencia no te permite descansar bien, no te permite recuperarte, no te permite percibir la realidad, estás cada vez más irritable. Entonces le dije a Samuel Stamateas que me recomendara un psiquiatra porque todo me ponía triste, todo estaba mal, todo me irritaba.

Adabel Guerrero lanza en marzo un programa de transformación para artistas que se realiza de manera online

—¿Qué fue lo más importante que aprendiste de esta etapa?

—Es fundamental pedir ayuda a tiempo, desmitificar al psiquiatra, sacarle poder a la depresión, no es algo tan terrible, no es algo para ponerse mal, porque nos puede pasar a todos. Además una cosa es tener una personalidad con depresión y otra cosa es sufrir una depresión por un estrés. También aprendí a pedir ayuda a la persona indicada, a la persona que está capacitada para ayudarte. Si tenés un problema, tratalo con un profesional y no arruines todas tus relaciones, desde amistades o parejas.

—Me llama la atención esta faceta tuya, de querer ayudar a los demás, porque hasta ahora solo conocía tu parte artística.

—Sí, me pasa mucho eso, la gente no me conoce como soy, salvo los que trabajan conmigo. Tengo vocación para ayudar, me gusta escuchar a las personas, siento que tengo un poder para ayudar. Antes de lanzar el programa en marzo, quiero que la gente me vea en esta faceta, que me conozcan desde este lado para que confíen en mí. No quiero que las personas compren el programa sin saber cómo es, porque por ahí están comprando algo de manera equivocada. Yo no les voy a enseñar a bailar, no les voy a enseñar cómo llegar a ShowMatch. Les voy a enseñar a transformarse y si veo que son talentosos, lo voy a agarrar de la manito y los voy a empezar a colocar en donde pueda. Pero primero quiero mostrar esta nueva faceta en las redes para que la gente me conozca desde este lado y recién arrancar en marzo.

Adabel Guerrero con su pareja de hace 15 años, Martín Lamela, y su hija Lola

—¿Cómo se desarrolla el programa de transformación?

—El programa dura tres meses y tiene diferentes etapas. Una de ellas es la etapa espiritual, para encontrar el verdadero propósito en la vida, por qué y para qué querés ser artista. Muchos creen que la fama está buenísima y que se van a salvar. Pero si querés ser famoso para llenar un agujero emocional o por tu ego, te vas a dar la cabeza contra la pared. No es fácil ser conocido, que te juzguen todo el tiempo, tener y no tener trabajo. Hay que aprender a separar lo personal de lo general, que si no te contratan no es por vos, sino por otras cosas, todo eso lo tenés que tener muy trabajado. En el programa también se trabaja con la rueda de la vida, la visión y la misión, todas son técnicas relacionadas a lo espiritual. Mientras que en la etapa mental vemos creencias limitantes, biodescodificación, constelaciones familiares, liderazgo. De esta manera, buscamos el autoconocimiento que es lo más importante en la vida para entendernos mejor y generar cambios. Otra de las etapas está enfocada en el cuerpo, ya que es importante mantener una buena alimentación para sentirse bien, tener un buen descanso y así poder vivir en plenitud.

—¿Por qué decidiste que el entrenamiento fuera online?

—Desde que soy mamá mis prioridades son otras. Primero está mi hija y después viene el resto de las cosas. Entonces quiero tener tiempo para estar con Lola, porque a mí me costó cinco años quedar embarazada. Yo la tuve para cuidarla, para disfrutarla y no puedo tener tres trabajos como antes. Estoy en el espectáculo Sex y creé Alas para trabajar desde mi casa, porque es todo online, para poder manejar mis propios horarios y acomodarme mejor para estar con ella. Yo voy a seguir siendo artista, porque me encanta trabajar como bailarina y ahora me estoy volcando a ser actriz, ya grabé dos series. Pero también necesito nuevos desafíos y Alas es el primer paso de un sueño que siempre quise cumplir.