La diseñadora Sofía Sarkany murió el 29 de marzo del 2021 a los 31 años en una clínica de Florida, Estados Unidos, donde se encontraba internada a causa de un cáncer de cuello de útero. Unos días antes había sido madre de Félix junto a su pareja, Tomás Allende, por el método de subrogación de vientre, ya que al enterarse de su diagnóstico decidió congelar óvulos. De esta manera Sofía llegó a cumplir su último deseo: ser mamá. Rodeada del amor de su familia, la hija mayor del zapatero más prestigioso de la Argentina, que heredó su pasión por el arte y el diseño, cerró los ojos una semana después de conocer a su bebé. Antes de entrar a terapia intensiva, les dijo a sus padres tres palabras que definen su vida: “Fui muy feliz”. Esa fue su despedida.
A poco de cumplirse tres años de su fallecimiento, Ricky Sarkany brindó una entrevista a Luis Majul y Esteban Trebucq en El Observador Radio donde abrió su corazón y presentó un relato cargado de emociones, en la que no solo se refirió a la pérdida de su hija, sino también a cómo sigue la vida después de tanto dolor.
“Yo tengo cuatro hijas y una está acá conmigo presente, y también está presente en todo lo que hago. Y esa es Sofía, que hoy no puedo abrazarla y darle ese beso en la mejilla que tanto le encantaba”, con la voz entrecortada y la crudeza en el relato, el empresario comenzó recordando así a su hija, de quien destacó: “Si yo tengo que pensar todo lo que hizo, una obra maravillosa, inclusive su obra máxima que fue Félix”.
Al referirse a su nieto, recordó un momento clave: “Los tiempos no daban, pero ella lo vio nacer por Facetime, lo llegó a tener en brazos y al día siguiente la internaron. Luchó todo, y uno podría pensar que es una casualidad que pudo tenerlo esa noche y verse y tener esa forma de mirarse”, a lo que Majul atinó a explicarle que nada es por casualidad.
Tras ello, el empresario reconoció que Sofía está dentro de su corazón: “Me acompaña en cada momento. Tuve el privilegio de pasar más de 30 años en esta vida terrenal con ella, aprendí muchísimo de lo que sé de ella y de mis hijos, y hoy me acompaña desde otro plano”. Ricky recordó una reciente entrevista de Majul a Gustavo Yankelevich: “Él hablaba de que las casualidades no existen, y yo te puedo asegurar que no existen, que se dan una serie de pasos en la vida y todos están relacionados. Escuché a Steve Jobs hablar en algún momento de su teoría de los puntos, que hacia adelante no sabe, pero cuando va de adelante hacia atrás son todos los pasos necesarios para haber llegado donde llegó, y entonces se van dando ciertas cosas en el momento exacto”.
“No puedo entender por qué pasó lo que pasó y que hoy no esté acá, y me parece que quien debiera estar acá, tal vez por todo lo que hizo, por su creatividad, por su visión, es ella. Y si yo tuviera que sacarme de encima la humildad, me encantaría que ella estuviera acá hablando de mí, porque como la ley de la vida es, los padres debemos dejar a los hijos, antes que los hijos a los padres. Los padres nos dan a los hijos las armas para sobrevivir, los hijos nos dan las razones para vivir”, afirmó al referirse a la joven, de quien siempre lleva una fotografía junto a él: “Me acompaña siempre y me sonríe, como siempre me sonreía”.
Sus comienzos en la industria
Sobre sus primeros pasos como empresario, recordaría una conversación que tuvo con su padre, en momentos en que la empresa no ofrecía venta al público, solo mayorista: “Yo quise explotar esto que tanto sabía hacer mi padre, que era hacer zapatos distintos. Y le insistía que teníamos que abrir al público, y él me decía que es más fácil venderle mil pares de zapatos al dueño de una zapatería que un par a una mujer, y tiene razón, pero yo quería que nosotros vendamos lo que nosotros hacíamos, que el usuario y el cliente sean la misma persona”.
Tanta fue la insistencia que llegaría ese momento de la venta al púbico con una publicidad y un detalle especial: figuraría su nombre, ya que el anuncio rezaba: “Ricky Sarkany, el calzado más caro del país a precio de fábrica, ahora vende al público”. Así se materializaba ése instante esperado, el de mirar a los ojos a los clientes. “Empecé tratando de lograr que esa persona le cuente a dos amigas y que las traiga a este lugar donde hacíamos algo distinto, porque hasta ese momento quien marcaba la moda en la Argentina era Mirtha Legrand con sus almuerzos, y en el medio del programa estaba la señora de Tienda Los Amigos, quien decía que se iban a vender los tapados 7/8 color camel, y las modelos desfilaban solo con ese tapado, ¿qué había de cierto ahí? que la señora había traído dos conteiner de tapados. No había información del exterior, la gente si viajaba, no compraba, estamos hablando del año 1978, o 1979″.