Gustavo Yankelevich reveló cómo convenció a Susana Giménez para volver al teatro

El productor detrás del éxito Piel de Judas habló de todo en una entrevista con Luis Majul en radio El Observador 107.9. Su largo recorrido en la televisión y el recuerdo imborrable de su hija Romina

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Gustavo Yankelevich habló de cómo pelear por los proyectos en televisión (Video: El Observador)

Este martes Gustavo Yankelevich fue entrevistado por Luis Majul para el ciclo radial que el periodista conduce en El Observador (FM 107.9) que por estos días se transmite desde un parador en Punta del Este. Allí mismo tuvo lugar esta conversación en la cual el reconocido productor de teatro, televisión y empresario de medios habló de distintos temas empezando por el suceso que representa Piel de Judas, la obra encabezada por Susana Giménez en la ciudad costera del Uruguay.

“Tengo una amistad, una relación bárbara de muchos años con Susana. En el 2015 le ofrecí hacer teatro, porque nunca había hecho teatro con ella, y nos fue muy bien. Después, estando ella instalada aquí en Uruguay, le propuse hacer una temporada en invierno, algo que fue raro en Punta del Este. Pero me siguió, porque ella me sigue. Y nos fue muy bien. Todos decían que estaba en pedo, pero salió muy bien”, comenzó contando Yankelevich, quien después de esto la convenció a Giménez de seguir

“Entonces le dije: ‘Bueno, ahora tendrías que hacerlo en el verano para todos los que no pudieron venir en el invierno. Y acá estamos, esta semana y la próxima ya será la despedida”, explicó el productor sobre el devenir de la obra que supone la despedida de Susana de las tablas.

Gustavo Yankelevich habló de su hija Romina Yan

En otro tramo de la conversación, Yankelevich contó cómo fue superar la muerte de su hija Romina Yan -fallecida en septiembre de 2010- y que también ayudó a distintas personas que pasaron por algo similar, como por ejemplo Ricky Sarkany. “Ayudo a la gente que pasó por lo mismo que pasé yo, a gente que tenía mucho dolor y que me decían: ‘Bueno, a mí se me murió mi papá, eso en realidad es natural que muera mi papá, pero un hijo...’. Y yo le digo a todos ellos: ‘El dolor es único de cada uno’. Tu dolor por la muerte de un papá puede perfectamente hacerse equivalente a la pérdida de un hijo, porque es el dolor que sentís. Los dolores son los dolores, cada uno tiene el suyo, cada uno extraña...”.

“Mi dolor por la pérdida de Romina estaba en el medio del pecho, un poquito más abajo”, graficó. “Fue muy difícil a pesar de que me di cuenta de que no había perdido a Romina al poco tiempo, pero el dolor estaba, extrañarla estaba. Me costaba creer que no iba a compartir más físicamente con ella. Y me llevó un año (superarlo). Hay gente a la que le lleva un poco menos, aunque por lo general es más de un año. A mí me llevó un año. Y ahí me empecé a calmar, estuve dos o tres meses viviendo mi vida casi te diría normal. Podía extrañar a Romina pero llevando mi vida normal”, agregó luego.

Por otra parte, comentó que la tristeza por la pérdida de su hija volvió tiempo más tarde y que le pidió a la propia Romina a que ayudara a superarlo. “Me apareció otra vez el agujero negro y decía: ‘No lo voy a poder soportar’. Yo viajo siempre con una foto enmarcada de Ro, siempre le hablo, le puedo hablar como le hablo ahora, en presente, porque Ro está acá. Y en un viaje le dije: ‘Ayudame de esta porque no salgo, no salgo, te pido que me ayudes, que me saques de esta’. Dije eso y me fui a la estación de tren con mi mujer, con Rosella. Estábamos en Europa, donde en las estaciones hay muchos andenes y mucha gente entrando y saliendo al mismo tiempo”, comenzó relatando.

“Estábamos esperando que anunciaran nuestro viaje, que era a Milán. Y mi mujer me dice: ‘¿Me acompañás a tomar un café?’ Y le dije que no, me quedé esperando. Estaba mirando para arriba, para el cartel electrónico donde iban a anunciar nuestro tren. Y de pronto escucho: ‘Señor Yankelevich’, de entre una multitud, de dos mil, tres mil personas. Bajo la vista y veo a una mujer muy luminosa que se me acerca y me dice: ‘¿Le puedo dar un beso?’. Le dije que sí y nos abrazamos, y en eso le dijo: ‘Yo no la conozco, ¿usted es de acá?’. Y me dice: ‘No, estoy de paso. Y si tiene un minuto le quiero contar algo’. Me contó que tenía dos hijas, de 12 años y de 10 años, que todas las tardes las buscaba por el colegio y merendaban en la casa viendo Jugate Conmigo. Que con el marido habían decidido no tener más hijos, pero quedó embarazada de otra nena. ‘Cuando me entero, le pregunté a mis hijas qué nombre le quieren poner. Y las dos dijeron: Romina, por Romina Yan’, me contó. Entonces yo le dije: ‘¿Vos tenés una hija que se llama Romina por mi hija?’. Me dijo que sí, me dio un beso y se fue. Nunca supe hasta el día de hoy quién era. Me puse a llorar y justo llegó mi mujer, que me preguntó qué me pasaba. Estaba llorando de felicidad porque Romina me había sacado del agujero negro, algo que le había pedido dos horas antes. Y me lo sacó, porque me dio una felicidad lo que me acababa de pasar. Y yo sabía que era ella, porque se lo pedí y lo tuve”, relató muy emocionado.

Gustavo Yankelevich habló de Mesa de Noticias

En otro tramo de la conversación, recordó cuál fue uno de sus mayores éxitos como productor televisivo. “Mesa de Noticias fue un éxito descomunal. Yo creo que fue un antes y un después en la tele. Empezamos en el año 83, con Juan Carlos Meza, Beatriz Bonnet, Gianni Lunadei, Gino Renni, Leticia, una actriz y cantante uruguaya, Paco Fernández de Rosa... Fue fantástico, maravilloso. Estábamos en ATC y estaba todos los días en 25, 26, 27 puntos de rating. Que en aquella época era equivalente a unas cinco millones de personas, solamente en Capital y Gran Buenos Aires”, contó.

Y también reveló cómo lidiaba con el éxito fluctuante de los programas televisivos en cuanto al rating. “En mi época yo peleaba por los programas que me gustaban y por los que me escuchaban. No me importaba un rating bajo. Si me escuchabas e intentábamos cambiar, estaba todo bien. Y si no, me daba cuenta de que la cosa no iba y no iba. Pero peleaba, yo peleaba. Yo lo llamaba dar un golpe de timón, les decía eso a los programas. Y eso a veces salía y a veces no. Es muy difícil cuando un programa no anda, dar un golpe de timón y que la gente, que ya de alguna manera la defraudaste, vuelvan o se queden a ver. Es muy díficil. Pero muchas veces me salió”, dijo.

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