Tras un extenso año de trabajo, Guillermo Andino aprovecha los primeros días del 2024 para vivir a full el verano en las playas de Punta del Este junto a su familia. Inundado por la paz y la tranquilidad de la costa, el conductor disfrutó de un momento de relax junto a sus seres queridos. Entre la arena, el mar y la presencia de un sol intenso, el periodista pasó una tarde de amor, tejo y mucho fútbol.
Rodeado por sus amigos, el comunicador de 55 años comenzó el día jugando al tejo. Así, el grupo se dividió en parejas, dibujó la cancha y comenzó el juego. Con tres discos amarillos en su mano, el conductor se paró desde su marca y comenzó a lanzar. Allí lució muy concentrado y hasta incluso disputó varios puntos cuando el fichín quedó en medio de varios tejos en un tramo del partido. Mientras tanto, su esposa, Carolina Prat, descansaba junto a su hijo menor, Ramón, y tomaba sol en una reposera.
Ferviente fanático del fútbol, pero más aun de su amado club Racing Club de Avellaneda, el periodista aprovechó el resto de la tarde para jugar al fútbol junto a su mujer y su hijo. El juego comenzó a metros del mar en un mano a mano contra el pequeño. Ahí, con las olas de fondo, ambos jugaron a los pases con los pies y la cabeza, y hasta intentaron sacarse la pelota uno al otro. El divertido momento podía verse en sus caras, ya que ninguno paraba de sonreír.
Luego, se sumó Carolina, con quien vive una historia de amor hace más de 23 años y juntos tuvieron tres hijos. Así, luciendo una gorra color beige y un mono negro, la artista plástica y conductora empezó a pegarle a la pelota. Ya siendo tres, cada uno tomó distancia y, formando un triángulo, comenzaron a realizar pases a un toque. Con una sonrisa en su cara, la actriz paraba la pelota con la suela de su pie y luego apuntaba hacia la posición de su hijo. De esa manera, luego la pelota le llegó al conductor, quien se la devolvió a su mujer con el borde interno del pie.
Más adelante, el conductor aprovechó el final de la jornada playera para pasear abrazado a su esposa. Con su brazo alrededor de su cuello, ella tomaba su mano mientras pisaban la suave arena a metros del mar de Playa Brava. Unos pasos atrás los acompañaba su hijo, quien se divertía pateando la pelota.
Tal como acostumbra, la familia del periodista pasa los primeros días del año en Uruguay. En ese sentido, uno de los lugares preferidos del clan Andino es la playa de José Ignacio. Allí suelen pasar largas horas mientras disfrutan del mar, toman sol y descansan, como lo hacen muchos famosos argentinos que también eligen este destino para sus vacaciones.
Tal como en esta oportunidad, Guillermo y Carolina aprovechan estos días para vivir su amor y mostrarse muy acaramelados en la playa. Ellos no han perdido la pasión desde que se casaron el 12 de abril de 2000. A partir de ese momento, no se separaron más y forjaron un sólido matrimonio, tanto así que incluso trabajan juntos. Además, se convirtieron en unas de las parejas más queridas en el mundo del espectáculo. En 2014, decidieron renovar sus votos matrimoniales y realizaron un gran celebración, rodeados de sus amigos, familiares y seres queridos.
¿Cómo empezó este romance? Se conocieron cuando ella era una estudiante de arquitectura y con sus compañeros de facultad decidieron hacer un trabajo sobre Canal 9, donde en ese momento trabajaba el hombre que se convertiría en el gran amor de su vida y en el padre de sus hijos.