Este martes por la noche se vivió una nueva gala de Gran Hermano. la cual tuvo como protagonista a la uruguaya Rosina Beltrán. Es que la joven fue una de las participantes en atender el teléfono rojo, un juego que ya estuvo en el ciclo hace varios años y que volvió en esta edición para sumarle picante a la competencia. Como consecuencia de eso, la participante obtuvo el beneficio de la fulminante y gracias a eso, pudo sumar a uno de sus compañeros automáticamente a placa de nominados.
Luego de mucho pensarlo y de que Santiago del Moro, el conductor del ciclo, le pidiera que se apure, Rosina se mostró dubitativa en su decisión pero finalmente lanzó: “Es muy difícil porque no sé, estoy entre dos personas. Pero bueno, a Licha”, remarcó la participante del país vecino dejando sorprendidos a muchos de sus compañeros de reality eligiendo a Lisandro.
El teléfono rojo se instaló nuevamente en la casa más famosa del país y cada vez que suena, los participantes deberán atender sí o sí. Si no lo hacen serán castigados. De esa misma manera, cuando sí lo hagan podrán recibir varias cosas: desde beneficios, prendas, desafíos y hasta algunas que no los favorecen para nada.
Por ejemplo, Zoe que fue la primera en levantarlo quedó automáticamente en placa y no puede ser salvada por el líder por lo que va directamente al teléfono, mientras que Juliana Furia Scaglione atendió en segundo lugar y obtuvo la inmunidad. En ese sentido, Rosina debió aplicar la fulminante a uno de sus compañeros en juego y dejarlo en placa sin posibilidad de ser salvado. Uno a uno, la jugadora fue descartando a los concursantes hasta llegar al final dejando a Alan y a Lisandro para lo último.
Paralelamente, Carla De Stefano, fue sancionada también este martes debido a que reveló que hizo la nominación espontánea, algo que como regla número uno se exige que sea secreto. Lo mismo le pasó a Furia, la líder de su grupo.
Volviendo a Rosina y su decisión, de esta manera, Lisandro Navarro que es del “Imperio Romano”, es decir, del otro bando al de “Las Furiosas” podrá irse del ciclo el próximo domingo. Cabe destacar que esta decisión de la uruguaya generó mucha repercusión y debate en las redes sociales, ya que le dieron la oportunidad de vengarse de Alan, luego de que el joven la mandara a placa la semana pasada pero ella no lo eligió.
El costado oculto de Rosina
A mediados de diciembre, uno de los ingresos que más llamó la atención a la casa de Gran Hermano fue el de la uruguaya. La joven de 26 años se presentó como entrenadora personal y por su carisma, su energía arrolladora y su belleza, no pasó desapercibida entre los fanáticos del reality show que se expresaron en las redes sociales.
Y a medida que transcurrieron las horas, se fueron conociendo detalles de buena parte de los participantes elegidos para esta temporada. En ese sentido, también se conoció un dato inédito de Rosina, quien dijo que le gusta que la llamen Luna: hasta unos días antes de su ingreso, era profesora de inglés en un jardín de infantes en Montevideo.
Según la información que dio el diario uruguayo El País, Beltrán daba clases en un centro educativo a los preescolares. Pero presentó su renuncia y abandonó sus funciones. Asimismo, en el jardín se enteraron por televisión que Rosina era una de las nuevas integrantes de Gran Hermano, ya que no había mencionada nada al respecto al momento de informar que abandonaba su trabajo.
En su video de presentación y en su intercambio con Santiago Del Moro en el estudio, la uruguaya no hizo referencia a su trabajo como profesora. En sus redes sociales, todo lo que muestra tiene que ver con sus rutinas de entrenamientos físicos, sus fotos en la playa y su faceta espiritual. De hecho, la biografía de su Instagram dice “manifestación y abundancia”.