Luciano Cáceres se encuentra en Mar del Plata, donde acaba de estrenar la obra teatral El Beso, junto a Luciano Castro, Mercedes Funes y Jorgelina Aruzzi. En diálogo con Teleshow, el actor contó cómo es protagonizar esta comedia de cuestiones de pareja.
-¿Un beso puede ser determinante y generar otras sensaciones o situaciones?
Desde ya que un beso puede ser determinante. En este caso de la obra, son dos matrimonios que se juntan a pasar un fin de año y hay un beso casi gratuito, espontáneo, tierno, no calculado, que va a generar un efecto dominó en estos cuatro personajes. Ese beso les va a cambiar la vida para siempre. Pero también vale aclarar que no es el único beso que hay en la obra.
-¿Te referís a cuando se besan con Luciano Castro?
Sí, ese es el primer beso, el disparador que abre el camino para un montón de permisos que se van a ir dando estos personajes que son totalmente comunes y nunca esperaban que algo así sucediera. Esto cambia sus vidas pero todo desde el amor y desde el humor.
-¿Te gusta besar a Luciano Castro?
- Me encanta (risas) para eso me pagan, además el “gordo” es muy limpio, muy prolijo y huele bien.
-¿Todavía crees que el público se puede sorprender con un beso entre dos varones?
Hay un público que sí, por eso creo que causó tanto ruido la foto del beso que nos damos con Lucho. Algunas personas lo tenemos naturalizado y ni que hablar de las nuevas generaciones, por suerte. En la obra se valora la sorpresa porque es inesperado lo que ocurre y lo que va ocurriendo con mis compañeras, entre ellas y conmigo. Pero nada está puesto desde el lado del morbo sino desde el humor. Todas estas personas que se van encontrando en el correr de la obra lo hacen desde el amor. El público responde muy bien. Aunque te confieso que al principio pensábamos que el beso, ese beso, entre dos hombres era un poco fuerte. Y la verdad que no. Se estableció una complicidad linda y risueña, con los espectadores.
-Son cuatro personajes que viven intensamente...
-Se va dando de todo. Cambios de roles, cambio de pareja, de elecciones sexuales. Según pasan los años se van armando las familias y como tantas otras, estas son familias que se van adaptando y moldeando a los tiempos. Yo termino teniendo un hijo con Mercedes Funes. Lucho Castro tiene otro hijo con Mercedes Funes. Que los terminamos criando juntos, a medida que los años pasan suceden un montón de cosas. Por eso genera tanta identificación en los espectadores. Hay para todos los gustos. De cierta manera, la obra es como un fin de fiesta donde los actores se relajan y se permiten muchas cosas.
¿Cómo hacen los saltos de época en el escenario?
-Básicamente hay información que se va desarrollando en el escenario. En un momento mi personaje aparece embarazado. Después se habla de un hijo, después se habla de otro, de lo que hicieron en esos tiempos. Uno de los personajes se fue a vivir afuera, entonces trae información. Es una hora y veinte minutos de espectáculo en donde pasa de todo y a una velocidad sin freno.
-¿Es una obra swinger?
-No, no es una obra swinger. En el espectáculo van pasando cosas que hacen que las parejas vayan mutando, como la vida misma, no hay otro secreto. De golpe tienen un presente hermoso con una persona, pero pasa el tiempo y ya no son los mismos. Entonces no es esa la persona que te tiene que acompañar y allí vendrá una nueva pareja que va a ser tu compañera o compañero en ese momento de tu vida y luego llegará otro. Hay que saber aceptar los tiempos que corren.
-¿En la ficción ustedes son todos amigos?
- Sí, somos amigos. Pero más allá de la ficción, yo Luciano jamás me ofendería porque para mí el pasado prescribe. Hablando de mi historia personal, yo soy fruto de un amor prohibido, mi papá estaba casado con la mamá de mi hermano más grande y en el medio mi mamá tuvo una aventura con otro hombre y de esa relación nací yo. No se separaron hasta el final de sus vidas. Fue un amor prohibido que después se oficializó y era obvio que tenían que estar juntos. Eran tal para cual. Este es mi mejor ejemplo: estaban en parejas que no eran para ellos. Yo creo en esas cosas. Los celos no suman para nada y la de adueñarse del otro menos. Somos todas personas libres.
-¿ De alguna manera sería derribar barreras que imposibilitan encontrarse con el otro?
-Exactamente, hay que estar muy abiertos y atentos a lo que necesita el otro y a lo que uno necesita. Vos te das cuenta quién te acompaña y quién no, pero no solo desde un lugar sexual sino desde la selección diaria, desde los puntos de vista y de la ideología. Como vivís en esta locura y con tanta violencia. Hoy más que nada estamos un mundo donde hay que confirmar los acuerdos pautados casi a diario, esa es la mejor forma de elegir. Uno no es dueño de nadie.
Teatro Lido, Mar del Plata
“El beso” de Nelson Valente, una comedia que pone de relieve desde el humor las cuestiones de pareja.
Protagonistas Luciano Cáceres, Luciano Castro, Mercedes Funes y Jorgelina Aruzzi