La noche del jueves 21 de diciembre, el Luna Park sumó un hito más a su cartelera histórica. El Palacio de los Deportes, el Templo del Box, el escenario de los festivales y espectáculos más diversos latió al ritmo de los golpes y las emociones de Párense de manos, la velada de box amateur organizada por Luquitas Rodriguez. Desprendido de su ciclo de streaming Paren la mano, el evento fue seguido en vivo y en directo por miles de almas que colmaron el estadio y en las redes, un caudal de atención desbordante, con más 400 mil espectadores en vivo a través de Twitch y poblando el top ten de las tendencias en las diferentes redes sociales.
La velada se transmitió por el canal de Twitch de Rodríguez, conductor del ciclo junto a Germán Beder y Alfre Montes de Oca, y con la presencia estelar del excampeón mundial Sergio Maravilla Martínez y el reconocido periodista especializado Walter Nelson. Como en las grandes citas deportivas, hubo combates en continuado y de los estilos más variados. Sexos, pesos, orígenes y estilos diferentes, para condimentar la esencia del encuentro. Un mix entre lo lúdico y lo competitivo, entre la saga de Rocky y las peleas del siglo de Las Vegas, donde las historias de vida dialogan a las piñas. Y con algunos detalles fuera de programa que emocionan más con el correr de las horas.
Pero al ser un gran show, todo comenzaba en la alfombra roja, con la conducción de Goncho Banzas, quien recibió a algunos de los streamers más reconocidos de la escena. Coscu, Momo Benavides, Davo Xeneize, el colombiano Westcol y Baldu, que sorprendió con un desafío de momento imposible: “Quiero pelear con Manzana”. Vale aclarar que Big Apple está en la casa de Gran Hermano, y hasta que lo determine el público, ese combate tendrá que esperar.
La acción en el ring comenzó con Valentín Torres Erwele y Palito, con triunfo del primero por nocaut técnico. “Lo presionó, lo trabajó y se terminó el combate antes de tiempo”, analizó Maravilla, destacando la labor del joven estudiante de periodismo deportivo, que se hizo viral asistiendo a diferentes estadios de fútbol y llevando suerte al equipo local. “Valentía total”, apuntó Luquitas, jugando con el nombre del momentáneo púgil y enfatizando que el joven se pudo sobreponer a una caída para llevarse la victoria tras el fallo del juez.
El segundo combate lo protagonizaron la streamer Seleneitor y la humorista Juli Savioli, en una pelea que se resolvió en fallo dividido. Juli comenzó mejor las acciones y se llevó el primer round, pero su contrincante logró enfocarse y dar vuelta las tarjetas de los jurados. La árbitro tomó de las manos a las competidoras, mientras aguardaban la voz oficial: Entre lágrimas, fue llevada en andas por su rincón, antes de recibir el cinturón de campeona.
Luego llegaron un músico y un streamer, que se sumaron a la competencia en reemplazo de dos bajas. Con 41 años, Piti Fernández, el cantante de Las Pastillas del Abuelo, fue el boxeador de mayor edad del programa y ocupó el lugar del ex Gran Hermano Tomás Holder. Frente a él, Coker, que se sumó quince días atrás por la baja de Luken, que por una lesión no pudo ser de la partida.. La preparación y la experiencia pudieron más y el rockero ganó por nocaut técnico en el segundo round. Y lo que no pudo su contrincante, lo consiguió el amor: se puso de rodillas para proponerle casamiento a su novia y así llevarse el momento más hollywoodense de la velada.
Si hablamos de música, entre pelea y pelea diferentes artistas de la escena urbana: Simón Fuga, Luana, Callejero Fino y Dillom. Y si las redes, uno de los más esperados era el de La Cobra y Chapu Martínez. El desenlace fue otra vez por decisión técnica, que llegó en el tercer round, cuando el réferi paró el combate ante la tendencia irreversible para el primero.
La segunda pelea de las chicas fue de las más disputadas y polémicas. La influencer Mili Mansilla, de blanco, se enfrentó a la streamer Milica, de negro en un combate que fue agresivo desde el comienzo hasta el final. En una constante a lo largo de la velada, la falta de técnica y experiencia se suplió con determinación y coraje y se terminó definiendo en fallo dividido. “Ganó el ímpetu y la búsqueda del espectáculo”, sintetizó Maravilla, que algo sabe de esto.
El semifondo también traía un atractivo en la previa, por la diferencia de físico entre ZZK (1,93 metros 80,5 kilogramos) y Frankkaster (1,59 y 60,4). El uruguayo supo usar su ventaja en peso y estatura y se llevó todos los asaltos, aunque no le resultó tan sencillo doblegar a su adversario. “Somos testigos de la preparación y el esfuerzo que hicieron para poder estar ahí y haber logrado lo que lograron”, le contaron a Infobae desde el entorno del ganador.
Los fanáticos que colmaron el estadio terminaron de darle el contexto necesario al show. Se sabe, en el deporte el público es parte fundamental del espectáculo y en pocos lo es tanto como en el boxeo. Y los ojos estaban puestos en la velada final. De un lado, el influencer Rober Galati, el favorito indiscutido de la gente. Del otro, Grego Rossello, consciente del lugar de villano que le tocaba en esta película. Los boxeadores se veían muy enfocados, con mucha dedicación y preparación para cada pelea, como todos los que habían pasado antes por ese ring de leyenda.
Primero, sonó el himno nacional argentino en la épica guitarra de Pato Sardelli y los Airbag. Luego, sonó la campana y desde el arranque el conductor mostró que en algunos casos no alcanza con entusiasmo ni apoyo popular. Apoyado en su mejor condición física, dominó desde el primer asalto y controló los embates entusiastas de su adversario que se quedó muy rápido sin resto aeróbico. Sabiendo lo que la gente esperaba de él, Rober dejó todo hasta el final, que en fallo unánime y sin discusiones quedó para el creador de Ferné con Grego, que entre lágrimas, se abrazó con el rival y le agradeció a todos los presentes. Porque los héroes y los villanos cambian a menudo de rol. Y de eso también se tratan el deporte, el espectáculo y la vida.