Ningún día es igual al otro en Gran Hermano. Adentro de la casa más famosa del país se suceden hechos, actividades y situaciones de convivencia que hacen del reality uno de los más vistos de la televisión argentina. Durante la noche del lunes, Santiago del Moro irrumpió en la pantalla del televisor grande que los hermanitos tienen en el living, y los reunió en el sillón circular.
“Hoy tengo un regalo especial para todos que me lo van a agradecer. Y también tengo uno en especial para Sabrina, que es la ganadora de la prueba del líder. Antes de eso quiero que se pare también Julia”, comenzó diciendo el conductor. Acto seguido, continuó: “Esto es un juego de convivencia. La vida es así. Obviamente que pueden discutir fuerte, pero siempre manteniéndose en las reglas de la casa. ¿Cómo van a hacer ustedes para convivir después de todo lo acontecido?”. Mirando a los ojos a las dos participantes que habían tenido duras peleas entre ellas, en especial desde que Furia quedó elegida por el público para continuar en el certamen.
Julia tomó la palabra primero: “Pasó lo que pasó, básicamente hoy me levanté con otra cara, saludé a toda la gente, los que quieran hablarme lo harán, y los que no, no. Pero esto no es en plural, somos todos, hay un equipo, y se está limitando básicamente a pequeños grupos”. Entonces, Del Moro continuó con su pedido: “El tema es que mantengan las reglas de convivencia. Disfruten de esta posibilidad que es única, quedan 21 compañeros. Mañana tendremos nueva prueba del líder”.
Acto seguido, Sabrina corrió al SUM, para disfrutar del premio que le dio Gran Hermano. Al entrar se encontró con una mesa servida como para dos comensales. “¿Qué es esta mesa, voy a comer sola? ¿Qué hago?”, se preguntó en voz alta. En ese momento, se sentó y retiró la campana que cubría los dos platos. Sushi con champagne, su comida preferida, según destacó el conductor. Enseguida, se dispuso a degustar las piezas de pescado pero se sirvió agua en lugar del espumante. ¡Qué lindo comer en paz!”, dijo ante la risa de Santiago del Moro que la escuchaba del otro lado de la cámara. “Se van a cagar de odio cuando se enteren lo que estoy comiendo”, reflexionó la joven sobre sus compañeros.
Tras hablar un rato con Gran Hermano, se escuchó la voz del conductor. “Quiero que sepas que esto que tenés ahí adelante es un banquete que va a escasear en la casa, tienen la comida contada, se vienen días difíciles. Quiero que me digas con toda sinceridad ahora que estamos solos qué pasa con Furia”. Así que la participante que entró en el último lugar a la casa, dio su punto de vista. “Desde que entramos a la casa ella es una persona divertida, pero desde el día uno hubo muchos choques y tratos que no están buenos y que ya empezaron a tocar a toda la casa. Ayer explotó conmigo y lo considero una falta de respeto, que ya pasa los límites que yo me esperaba encontrar en esta casa, podemos decirnos un montón de cosas pero otras no, creo que me queda más ignorarla, me pasé el día atajando palos de ella. Un poco hacer oídos sordos, porque duele”, contó Sabrina, mientras Del Moro se despidió de la joven. Luego, mientras comía, Sabrina se puso a mandarle saludos a todos sus amigos y hasta a su novio, Brian. Después de un rato, regresó al living de la casa a reencontrarse con sus compañeros.
En ese momento, volvió a aparecer del Moro por la pantalla. “Chicos, hace un año que salimos campeones del mundo. En un rato podrán revivir la final del mundo que se jugaba hace un año atrás”, anunció Santiago ante la emoción de todos los hermanitos que aguardaron ese instante con mucha expectativa.
Antes de cerrar el programa. desde el estudio principal, Santiago del Moro con Hernán, el primer eliminado como invitado, anunció una nueva regla de la casa: “Vas a poder darle dos votos a alguno de tus compañeros”. Entonces, el muchacho eligió darle dos votos a Joel, para que quede nominado en la próxima ronda de votaciones.