El 29 de noviembre murió el histórico representante de modelos Ricardo Piñeiro en el Sanatorio Otamendi, luego de sufrir un ACV hemorrágico. Durante su internación, Dolores Moreno se hizo cargo de cuidar a sus cuatro perritas, Elena, Amelie, Olympia y María Jesús, que eran la familia de su querido amigo, a quien consideraba un hermano de la vida.
Todo lo sucedido en los últimos días de vida de Piñeiro afectó a sus mascotas. Y fue en ese contexto que Elena comenzó a tener algunas complicaciones con su salud, hasta que se descompuso en la casa de Dolores y terminó internada en grave estado en un centro veterinario.
“La perra caminaba en redondo sin parar y era el único momento en el que no ladraba. En su caminata buscaba apretar su cabeza contra la pared. Los veterinarios la revisaron, la internaron y la sedaron. Yo estuve en todo momento hasta que la pusieron en un coma barbitúrico. A la mañana siguiente me pasaron el parte de que hizo cinco paros cardíacos. La sacaron de los cinco”, había contado Moreno a Teleshow a finales del mes pasado.
“Parece que Elena estaba con una ceguera hace poquito y ya estaba con un problema neurológico. Yo supongo que uno de los motivos fue que la perrita podría haber quedado afectada por el golpe de calor y por haber estado sin agua y sin comida. Además, la situación que pasó con su dueño fue muy estresante. Él estaba con las perritas pegadas 24/7 y eso pudo haber sido un factor desencadenante para que Elena se viniera abajo en 72 horas”, había señalado.
Para afrontar los gastos, Moreno y un grupo de colegas, como Paula Chaves, Mariana Arias, María del Cerro y otras modelos que trabajaron con Ricardo, organizaron una campaña en las redes sociales para recaudar dinero. Rápidamente, muchas personas colaboraron y realizaron donaciones. Con el paso de las semanas, Elena se fue recuperando y esta semana ya le dieron el alta del centro veterinario, aunque continúa con un tratamiento y deberá someterse a una operación.
Este martes, Dolores le contó a Teleshow cómo sigue el estado de la salchicha: “Hace una noche, la gordita la externé y vamos a la veterinaria cada 12 horas a darle el antibiótico. Me sorprende todo lo que va a haciendo cada día que pasa. Había perdido totalmente la movilidad de las patitas de atrás. Ahora empezó a caminar, juega y me da la patita, empezó a mover la colita. Tampoco veía y ahora de a poco, cada día que pasa, ve más”.
“Es increíble la evolución de la perrita, no me esperaba todo esto. Hoy amaneció y está feliz, se puso a jugar, tomó sol. La voy sacado a la calle de a poquito porque tiembla, hasta que se adapte otra vez”, explicó muy emocionada sobre el presente de la perrita.
Dentro de poco, Elena deberá someterse a una intervención quirúrgica para completar su recuperación: “Es una operación muy importante la que le van a hacer. Ella tiene unida la vena cava con la vena porta y eso no tendría que ser así. Ahora los nutrientes que tendrían que ir al hígado no van. Entonces le van a cerrar esa venita que hay entre la vena porta y la cava para que empiecen ir los nutrientes al hígado. Es una patología congénita, es una encefalopatía hepática. Ella no puede comer nada que no sea la dieta que le dio la gastroenteróloga de Well Vet”.
Cuando ocurrió la internación de Elena, Dolores no pudo seguir cuidando a Amelie, Olympia y María Jesús y las tres mascotas quedaron a cargo de Andrea Bolatti, una colega que también tenía un enorme cariño por Ricardo Piñeiro. En un futuro próximo, la idea es que las cuatro perritas vivan todas juntas, como al histórico representante de modelos le hubiera gustado.