Los primeros días de agosto tuvo lugar el final de una nueva edición de Masterchef, esa en la que resultó ganador Rodolfo Vera Calderón, y quien le dio la noticia fue Donato de Santis, el jurado que durante nueve ediciones de la competencia ya estuvo al frente evaluando cada uno de los platos que se van preparando.
A la espera de lo que será una nueva edición del ciclo, el cocinero habló con Juan Etchegoyen en Mitre Live, sobre lo que ocurre al margen de lo que se ve en televisión, esos detalles que los televidentes pasan por alto. Así, por caso, se refirió a la parte dura de lo que implica ser uno de los jurados de la competencia.
Las primeras palabas de Donato respecto de su sensación de que el programa en este instante no esté en la pantalla no dejan lugar a dudas: “No, no lo extraño. Y te explico por qué. A ver, yo hice nueve temporadas entre Celebrity, Junior, etcétera y no lo extraño. ¿En qué sentido? O sea, es muy lindo hacerlo, todo lo que quieras, pero yo subo mucho de peso lamentablemente fácil”.
Así, sobre el día a día de las grabaciones destacó: “En ese programa, lamentablemente, tenemos que comer un montón, y hay mucho estrés, cosas que no se ven, porque nosotros probamos lo que se ve, lo que probamos a lo último, pero también probamos constantemente lo que ellos hacen porque tenemos que evaluar, evaluar bien, porque es una responsabilidad”.
Es que pese a lo que podría suponerse, tal como él lo detalla: “Hay mucha gente que dice ‘bah, está todo arreglado, este tiene que ganar, esto, el otro, este es más simpático, este menos simpático’, y nosotros probamos comida, no probamos simpatía”, tras ello volvió sobre la afirmación que había realizado al principio de la charla y dejó en claro “si me decís si lo extraño, extraño solamente a mis compañeros, extraño a Wanda, que la verdad que hizo una temporada espectacular”. refiriéndose al desempeño de la también empresaria al frente de su primer año en la conducción del ciclo.
Incluso, De Santis aventuró: “Espero que esté con nosotros una vez más, si es que va a haber una vez más”, dejando la puerta abierta a la posibilidad de que no se concrete una nueva temporada de uno de los programas que marcó el último tiempo, tanto por sus números de audiencia como por la repercusión en las redes sociales.
Fue en ese instante en que Etchegoyen le consultó sobre el “combo letal” que implica el estrés y la comida, ante lo que el jurado destacó: “Sí, porque estamos parados todo el tiempo, además de los tiempos de televisión también. Aunque nosotros hacemos este programa en 6, 7 horas diarias, todo este tiempo estamos en constante contacto con la comida, llega un momento que te satura, pero bueno, es lo que nos pagan para hacer”.
Respecto del aumento de peso y el manejo de la situación, aclaró: “Se complica. El primer mes está bien porque te mantenés, pero después, inevitablemente... yo hablo por mí, pero los tres sufrimos lo mismo, donde el metabolismo, después de un mes, está forzado a comer a cualquier horario, distinto a lo que estás acostumbrado, comida distinta, sabores distintos, tiempos de cocciones distintos, o sea, es un montón”.
“No es decir ‘bueno, uh, qué rico’, porque uno dice ‘bueno, si me pagan a mí, sabes qué, yo lo hago, lo hago de por vida’. Sí, la primera vez, la segunda, después la tercera empieza a pesar, eh”, explicó para dejar en claro su postura sobre el tema. “A ver, hay comida menos buena, de vez en cuando hay, muy de vez en cuando, hay cosas que son literalmente incomibles, pero en general es comida interesante porque al final hay gente que se esmera, trata de superar a otro. Para MasterChef, el plato que pierde es el menos rico, no necesariamente. El plato horrible”, cerró.